Daemones

Aclaración:
La historia será modificada y los hechos no serán relatados de la misma manera en la que ocurrieron en ambas series, la única forma en la que tendrían un leve parentesco sería la manera en la que ambos se resolvieron.

Sin más que añadir, disfruten la historia.

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—Así que tú eres el temible Void —el clásico tono burlesco en la voz del demonio no sorprendió para nada al menor, había investigado muy bien al rubio frente al él y podía decir que lo admiraba.

El hombre que le sonreía con chulería en ese momento era todo un ídolo para él, la crueldad con la que mataba sin pensarlo siquiera, lo sanguinario de cada uno de sus actos y la forma tan fría de ver a las víctimas. Su técnica era impecable, sin error alguno al momento de cometer cada horripilante acto, sin duda un ejemplo a seguir para para el castaño pero eso era algo de lo que el demonio no podía enterarse.

—Al parecer sabes de mí —respondió con el mismo tono que el otro utilizo.

—Sé bastantes cosas de ti, por eso me pregunto la razón por la cual este pequeño pueblo te tiene miedo. Porque déjame decirte que no me impresionas para nada, sólo eres un aficionado más en este negocio —el más pálido quito la sonrisa al escucharlo.

—Tengo más de mil años, como te atreves a...

—Ahórrate el sermón porque ya me lo sé —interrumpió de forma descarada el demonio viendo fijamente a los Oni tras el muchacho—. ¿Tus guardaespaldas siempre están haciendo tu trabajo sucio o sí lo haces por tu cuenta?

—El demonio salió bromista —suelta seco el castaño observando fijamente al hombre.

Una chaqueta negra algo desgastada, junto a una camisa de un tono vino, jeans y unas botas era lo que éste portaba. Nada extravagante pero debía aceptar que eso le daba un aire peligrosamente atractivo.

—Sé que estoy bueno pero no tires baba que tal vez tú lobito se enoje —se burló el demonio dándole una media sonrisa que sólo logro que más pensamientos impuros llegaran a su mente.

—¿Cómo sabes tú de ese alfa?

—Hice bien mi tarea —se encoge de hombros recargándose en una de las paredes—. Stiles, el pobre chico al que poseíste, es la pareja de uno de los únicos tres sobrevivientes de la manada Hale. El actual alfa de este territorio, debo aceptar que hiciste una gran elección, después de todo el chico es bastante inteligente y muy hábil tomando en cuenta que es el único humano dentro de esa manada.

—Derek es bastante insistente, continua buscando la forma de recuperar al muchacho.

—Dale crédito al hombre, es lo único que lo une a este asqueroso pueblo. Porque después de que matara a su primer amor, toda su familia muriera por culpa suya, que su único tío asesinara a su hermana mayor para robarle el rango, que su primer beta se fuera después de convertirse en una creatura que hacía años no era vista, luego perder a su tercera beta y que lo obligaran a matar al quinto. Sin tomar en cuenta que el segundo lo aparto siguiendo a ese verdadero Alfa en vez de a él —Dean hizo un sonido parecido a un siseo el cual aún estaba cargado de burla—. Si yo fuera él ya me habría matado, bueno —la sonrisa ladina volvió a su rostro—.  Mi parte humana lo haría.

—Lo haría si no tuvieras la marca de Caín —Void sonrió al notar la leve sorpresa que lleno el rostro del rubio—. Sí, yo también investigue un poco. Una maldición bastante fuerte la que cargas, debo decir —el chico se levantó sorprendiendo un poco a Dean, era bastante alto y delgado, algo que si sumabas las marcadas ojeras lo hacía ver algo demacrado pero aun así lograba imponer bastante y eso le agrado—. Sólo tengo una duda, ¿ese ángel amigo tuyo sigue buscando la cura para que dejes de ser un demonio o ya se rindió? Castiel ¿no?, he escuchado mucho de él ya que logro que el cielo se pusiera de cabeza y todos sus inquilinos cayeran. Bastante inteligente de su parte —la risa lleno el lugar haciendo enojar al demonio.