Once Again

«I» {Festival Delta}

Ciudad Portual, cubierta por aquel característico aroma a Brisa Marina. El Pintoresco Lugar, invadido por el armonioso sonido de la música; múltiples personas se encontraban presentes, ansiando el inicio del reconocido Festival Delta, haciéndole honor al Protector de Hoenn, Rayquaza.

En la Plaza Central se encontraba la mayor aglomeración de personas, quienes esperaban, añorando el inicio de un espectáculo especial.

Repentinamente, un hermoso juego de luces se hizo presente, haciendo resaltar un escenario el cual no tardó en ser rodeado por la muchedumbre. Escasos segundos pasaron, cuando el telón que cubría el escenario se dispersó, dejando al descubierto una figura muy conocida por el Público.

- «¡Bienvenidos!» - Vociferó el Maestro Coordinador, Wallace.

Gritos eufóricos se escucharon; la multitud fue invadida por la emoción al admirar al aclamado coordinador junto a su glorioso Milotic. Con una carismática sonrisa adornando su rostro, Wallace se limitó a acariciar a su Pokémon.

- «¡Agradezco su presencia en este gran festival!» - Exclamó mientras deambulaba por el escenario - «¡Y me complace informarles, que el día de hoy brindaremos un espectáculo sin igual!»

Al pronunciar estás palabras, Wallace hizo un alegre ademán, seguido por el hermoso cántico de Milotic, el cual, nuevamente, enloqueció a la muchedumbre

- «¡Quedaran deslumbrados por la gracia, la belleza y la increíble habilidad de esta generación de Coordinadores Pokémon!» - El talentoso Entrenador se vió cubierto por una espesa cortina de humo, la cual fue dispersada por un brillante torbellino de agua.

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Detrás del escenario, viéndose en una estresante fase de preparación, se encontraba un particular grupo de Coordinadores.

- «Kenny...» «Cálmate» «Porfavor...» - Musitó una Jóven pelirroja.

- «¿¡Cómo demonios quieres que me calme?!» «¡Más gente viene a éste maldito Festival que a la Copa Wallace!» - Replicó mientras caminaba de un lado al otro.

- «Debes concentrarte, amigo mío» «Pues hoy es el día, es nuestra hora de brillar» - Cantó aquel Jóven de cabello largo, acompañando su cántico con el melodioso sonido de su arpa.

- «Nando...» «Tus rimas van de mal en peor» - Aclamó una Chica dueña de una inusal cabellera rosa.

Su comentario no provocó más que una mirada acusatoria, acompañado de un sentimiento de ofensa por parte del Jóven.

Mientras el Grupo de talentosos entrenadores se veía envuelto en absurdas discusiones; más atrás, rezagada y preocupada, se encontraba aquella peli-miel, sentada en una solitaria esquina de los bastidores.

Se limitaba a jugar con sus dedos, intentando calmar sus insistentes nervios.

- «¿Preocupada?» - Indagó una Chica peli-azul, mientras tomaba asiento junto a la Jóven

- «Si, un poco» - Respondió con sinceridad, agachando su mirada.

- «¡Venga ya!» «¡Lo harás bien!» - Afirmó con seguridad.

- «No lo sé...» - Replicó en un suspiro.

- «¿Sabes?» «La clave de desempeño en una Presentación de coordinación está en la motivación» «Todos aquí tenemos nuestro motivo por el cual dar lo mejor de nosotros mismos» - Manifestó la Chica, imponiendo una tranquilidad notable. La peli-azul le brindó una sonrisa a su compañera para luego señalar una pantalla la cual se encontraba postrada en el fondo de la habitación, en esta, se transmitía lo que sucedía en el escenario - «Solo céntrate en una persona especial para Tí, y darás lo mejor en ese escenario»

Aquellas sabias palabras provocaron una reacción inmediata en la oji-azul, haciendo que su vista se dirigiera directamente a aquel listón celeste, amarrado en su muñeca.

- «Creo que tienes razón...» «Dawn»

- «¡Claro qué tengo razón!» «Mis consejos son los más sabios de la región» - Declaró Dawn con orgullo - «Tranquila» «Ya verás» «Todo saldrá bien»

Ese último comentario tuvo un efecto contrario, reanudando el anterior nerviosismo de su amiga.

- «Cada vez que dices eso... es cuando más debo preocuparme» - Increpó con preocupación. Experiencias anteriores habían confirmado que, aquella frase de la peli-azul, dejaba catástrofes.

- «Bah» «Siempre me dices eso, y claramente, es una mentira» - Aseguró Dawn, cruzando sus brazos.

- «¿Acaso te tengo que recordar el Concurso de ciudad Petalburgo?»

- «¡E-eso fue un accidente!» - Replicó.

Esa Conversación fue interrumpida por la aparición del organizador del evento.

- «Drew LaRousse» «Adelante» - Llamó el Hombre, requiriendo la presencia del peli-verde.

- «Estén atentos, novatos» «Les mostraré una presentación digna de galardones» - Aseguró con arrogancia mientras guardaba una rosa en el bolsillo superior de su despampanante saco.

- «Tranquilo, Drew» «Cruzaremos los dedos para que esta vez, no atraigas a una manada de Tauros por culpa de tu Roserade» - Bromeó May, demostrándole al Jóven una hipócrita sonrisa.

- «¡Solo fue una vez!» - Discutió el Chico con vergüenza, provocando risas de parte de sus compañeros - «Tsk, lo que sea...»

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Al lado norte de Ciudad Fortree...

- «Bien...» «Preguntaré de nuevo» «¿Ustedes cometieron el estúpido acto de robarle la medalla de gimnasio a un entrenador?» - Indagó un simpático Jóven Castaño, sin embargo, solo obtuvo un exasperante silencio.

- «¿Son sordomudos o algo así?» - Cuestionó un Chico Azabache, viéndose frustrado

Nuevamente, no hubo respuesta alguna.

- «¿Saben?» «Se supone que estaríamos en Ciudad Portual hace un día, así que porfavor, cooperen» - Acusó el peli-negro.

- «¡Satoshi!» «¡No seas Idiota!» «¿¡Cómo les vas a decir adónde vamos?!» «¿¡Y sí son parte de alguna estúpida organización maligna?!»

- «¿¡Qué quieres que haga?!» «¡Éstos sordomudos me tienen cansado!» - Replicó.

Mientras una innecesaria discusión se libraba, uno de los dos Jóvenes acusados de hurto, se dispusó a sacar una de sus Pokeball, dejando mostrar a un extraño Pokémon.

- «¿Qué carajos es eso?» - Indagó el Cataño, sorprendido ante aquel ser.

El Pokémon poseía un desproporcionado cuerpo, cubierto por un color oscuro; su factor más notable era aquella sombría y temeraria mirada.

- «Tsk...» «Parece otro experimento de Æther» «Pensé que los habíamos capturado a todos...» - Masculló.

- «Bien...Parece que los sordomudos quieren hacer las cosas más dificiles...» - Aclamó el Castaño.

CONTINUARÁ