Se mío (Ereri x Eruri)

Antes de todo...

Eren

Era un puberto, iba a escuela secundaria, el primer año, era el típico niño problema, pandillas, chicas (aunque realmente no me atraía ninguna) y una que otra falta a las reglas, drogas y alcohol, se puede decir que me comportaba así por las muerte de mi madre y el abandono de mi padre, pero aun tenia a dos personas que nunca me fallaban, mis convivientes, Mikasa y Armin...

Mis padres nos dejaron casa, vida fácil, todo en las manos, seguro por eso me descuide a mi mismo.... hasta ese día.

El llego un 23 de diciembre, se aproximaban las fiestas por navidad, esas en las que te llenan de paneton hasta las orejas, esperas regalos del viejo barbudo. Para mi madre había siempre sido una fiesta de alabanza hacia el nacimiento de el niño Jesús, nadie se preocupaba de nada en esas fechas...hasta aquello...Claro que a nadie se le ocurre mudarse en navidad solo al señor Ackerman, actual jefe de familia de la familia Ackerman, prestigiosa, sin duda...ese niño provenía de allí...... venia de alguna familia rica, esas familias antipáticas, pero el.... era tan.....

Tenia el cabello azabache brillante, bien cuidado, suave a la vista y recortado de una manera especial, su piel era blanca e impecable, esos ojos rasgados, con pupilas pequeñas e iris grises tornando a azul situados de manera perfecta en su rostro con nariz respingada, boca pequeña, y un cuerpo que muchas chicas envidiarían, pues tenia un trasero..(Dios Eren que piensas) bastante bueno para ser varón, y curvas marcadas. Su estatura realmente baja.

Parecía que no tuviera vida, o como si hubiese venido de un velorio, como si jamás en la vida hubiese sonreído.

No podía quedarme callado....¡NO PODIA, JODER!

Mis muy idiotas piernas se movieron solas y fui a darle el encuentro, sin siquiera saber que decir.

–¿Nuevo?– atine a decir, el me miro con desdén

–¿Te conozco?– dijo frunciendo el ceño, esas palabras me sacaron un poco de lugar.

–Pregunto ¿No? No me parece nada malo venir a saludar a mi nuevo vecino.

–¿Te llamas...?–dijo como esperando una respuesta que complete

–Eren– respondi divertido– ¿Y tu?

–Eso no interesa... Mira Er-

–No es justo, yo ya te dije mi nombre– dije interrumpiéndolo

–Tch, mocoso impertinente, me llamo Levi

–¿Levi? Bonito nombre, pero no me parece que me diga mocoso, señor príncipe, creo que soy mayor que usted–respondi terminando con una fuerte carcajada. Al ver su estatura se me hacia menor

–Eso lo dudo, tengo 14

Maldición, pensé, tenia 13 aun, pero mentí

–Tengo 16, pequeño.– frunció el ceño ante esto

–¿Perdon? No te creas mocoso de mierda, ¡que aquí mismo te saco el ancho!

Por su estatura y su cuerpo delgado... pues no lo creí. 

–Jajajajajajaja, quiero oír otro chiste, enanin.— ya quería verme gozando de algún ataque inocente

Al acabar de decir lo ultimo (de lo que me arrepiento toda mi vida) me saco la mierda pura, la fuerza con la que me golpeó fue brutal, y actuó tan rápido, que no pude defenderme a tiempo, termine retorciéndome en el piso de dolor. No lo vi venir.

—¿Puedes ver quien se ríe ahora?- no dijo mas y se retiro hacia su nuevo hogar. Joder, ese niño a de ser un super niño, para dar semejante golpe digno de... de... ¡El increíble Hulck!