El fino pasillo repleto de todos y cada uno de sus logros era de las cosas más maravillosas que había podido presenciar en toda mi vida. Guitarras con un estilo bastante clásico, y la más importante, un regalo de su mayor inspiración y amigo. Podrán preguntar ¿Por qué amar tanto a alguien como él? La única respuesta es, ni John Mayer pudo resistirse.
Llenaba la cámara con fotografías de algunas de las vitrinas repletas de atuendos, premios y recuerdos que el museo ofrecía. Intentaba poner la cabeza en otro lado, debía concentrarme en lo que tenía frente a mí y dejar a un lado el hecho de que había tan solo una fina cortina que me separaba de la persona más importante que el internet pudo haberme presentado. A paso lento fui caminando entre las chicas que estaban ahí por el mismo motivo que yo, Shawn Peter Raul Mendes.
Podía lucir despreocupada, estaba segura de que las personas estaban captando esa imagen de mí en este preciso instante; sin embargo, por dentro una revolución de emociones se estaba manifestando por la inestabilidad que todo este ambiente me provocaba. Las piernas me temblaban, no podía evitar tronar mis dedos y mi respiración estaba más acelerada que la de una persona por finalizar un maratón. Nunca había sentido tanta presión por mover un solo dedo y cuando tuve las agallas suficientes, me adentré a ese pequeño cubículo al que podíamos llamar "La perdición".
Él estaba ahí parado, haciendo bromas con el fotógrafo. ¿Habrá alguna ambulancia esperándome para cuando salga de aquí? Ya no eran las piernas que me fallaban, ni la cabeza, tampoco la respiración. Era Shawn Mendes a quien tenía frente a mí, el mismo que me hizo llorar con Act Like You Love Me y Roses, el chico de dieciséis años que tocaba frente a 300 personas en Toronto y que ahora llenaba estadios con multitudes gritando su nombre.
Shawn había notado mi presencia, sabiendo que me encontraba en una esquina con los ojos a punto de soltar un mar de lágrimas.
- Hola, cariño ¿Cómo te encuentras? - Era como si mi cerebro se hubiera desconectado, no podía hablar, ni mover alguna extremidad. - No tengas miedo. Esto es una relación de persona a persona ¿Recuerdas? - Tomó mi mano, y tiró de ella un poco para poder acercarme a él. Quería decirle lo mucho que lo amaba y cuan orgullosa estaba de él, pero las palabras no salían.
No lo dude ni un segundo y rodee su cuello con ambos brazos. Me correspondió el abrazo. Rodeó los brazos alrededor de mí, apretó su cuerpo ligeramente contra el mío y pude sentirme dentro de una caja, pero de la mejor forma. Me sentía a salvo, en casa, como si este fuera el lugar a donde pertenezco.
Era un abrazo cálido y suave, su respiración era lenta. Todo en él era calmante, aunque estaba nerviosa y ansiosa, su energía apagaba ese sentimiento. Estaba envuelta en paz y felicidad. Shawn comenzó a balancearse levemente de adelante hacia atrás, escondió su cabeza en mi cuello e inhalo, como si de su aroma preferido se tratase. Se sintieron horas, cuando fueron minutos o incluso segundos.
Shawn comenzó a acariciar mi espalda, y cuando supe que no podría estar más feliz en ese preciso instante, intente separarme de él, pero no me lo permitió. Me apretó aún más contra él, para darme una última cosa con la que pudiera recordarlo eternamente.
-La música que escribes es algo que todos deberían apreciar. - Dije separándome un poco de él y así, poder mirarlo a los ojos. - . Logré verte hace unos años en Toronto y fue una de las mejores cosas que pudieron pasarme. Desde ese entonces has logrado tanto y no podría describir lo feliz que estoy por ti. Gracias por ser el mejor ídolo que alguien podría pedir
-Gracias a ti por apoyarme y estar aquí. - Me dio una media sonrisa. - ¿Cuál es tu nombre?
-______. - Le dediqué una sonrisa, bajé la mirada y noté que nuestras manos estaban entrelazadas. Un escalofrío recorrió mi espalda.
- ¿Estas listas para la foto? - A este punto, la fotografía había quedado en el olvido y para ser honesta era lo que menos importaba.
-Claro. - Una mueca de felicidad se formó en su rostro, hizo que girara un poco y ambos miramos a la cámara. El flash me cegó por un instante.
-Nos veremos pronto, es una promesa. - Me envolvió en sus brazos una vez más. - Disfruta el espectáculo de esta noche.
Shawn era el hombre más gentil del mundo. Se aseguraba de hacer contacto visual y te recibía con una mirada dulce y tierna. Él sabía lo feliz que estabas por estar ahí, sabía que estabas ahí por él y eso lo llenaba completamente. Podías notar que él estaba aún más emocionado por conocerte.
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ILLUMINATE ; Shawn Mendes
FanfictionLa relación de una fan y su ídolo es algo difícil de comprender. En algunos casos el amor y dedicación que sentían por esa persona termina por desvanecerse con el paso de los años debido a la distancia y la responsabilidades. Pero, ¿Qué pasaría si...