«Ya viene la bruja de hielo, está cerca la perra de cristal»
Irymia Castel es una princesa odiada por todos, no solo sus enemigos, sino también su pueblo, es considerada cruel y fría por todos los que la rodean, es la villana de su cuento de hadas y...
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Las historias sobre la creación del universo eran tan vastas como las estrellas del firmamento, cada uno de los imperios tenía su versión y cada uno de los territorios dentro de esos imperios su manera de contarla.
La historia en el imperio de Cristal nombraba a la primera luna como la madre del mundo, se decía que, al principio del universo, cuando todo era espesura y desastre la diosa llegó con su forma natural similar a una esfera de energía a la que dotó de extremidades. Estaba tan sola en la nada que decidió a dibujar, así creó el mundo, Bennerattra fue su favorito y decidió poblarlo. Pasó neones decorando y llenando su perfecto paraíso de flora y fauna de todo tipo de especies y razas, pero la soledad que había en su alma y el vacío en su pecho seguía presente.
Fastidiada de sentirse sola, decidió crear algo para ella, trazó en su pared de la vida a alguien a su imagen y semejanza, pero el dibujo, a diferencia de los anteriores, no cobró vida, lo intento una y otra vez hasta que una idea vino a su mente, intentaba desesperadamente crear algo a su imagen y semejanza sin hacerlo realmente, pues la figura que dibujaba no era lo que había en su interior, no era su corazón.
En su pared de vida trazó el dibujo de su corazón y al instante se llenó de vida y poder, se iluminó y empezó a transformarse, pero algo distinto ocurrió, cuando estaba por finalizar su cuerpo se dividió por la mitad y de él surgieron dos seres distintos, con cabello, piel y huesos, almas gemelas nacidas del mismo corazón.
La diosa no encontró lo que buscaba, pero descubrió algo aún mejor, seres eternos que se complementaban y protegían. Su mundo fue perfecto hasta que su sucesora nació y convirtió su paraíso en un caos.
Crónicas de Cristal
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El corazón de Irymia quería salir de su pecho cuando el hombre de cabellos dorados la tomó del brazo, sintió su cuerpo paralizarse y sus sentidos quedarse sin control. Afortunadamente, un par de manos fuertes la tomaron del brazo y la cintura del lado contrario al príncipe, alejándola del hombre de cabellos dorados que pretendía llevársela sin razón.
Irymia volteo la cabeza encontrando a Ferer aferrado a ella. Sintió como se llenaba de suficiente valentía para liberarse del agarre del príncipe.
—Ella no va a ningún lado —habló el guardia con voz dura.
