Parte única

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Los ojos de Jungkook no han podido apartarse de la imagen de aquel hermoso chico con sonrisa de comercial. Ni siquiera el pelinegro sabe como hacerlo pues no se siente capaz de plantear una salida. Por lo mismo se deja guiar por sus deseos y lo observa atentamente.

Sus grandes ojos persiguen cada movimiento que realiza Seokjin al sostener entre sus labios el ordinario lápiz azul marino que no hace otra cosa que incomodarlo con totalidad.

Esos deliciosos labios carnosos están atrapados entre ese minúsculo objeto, moviendo cada cierto tiempo sus labios para luego darle una pequeña mordida.

Jungkook nunca ha sentido tanto disgusto por algo tan insignificante como un material inerte. Eso le asusta, no es propio de alguien como Jeon quien ha logrado muchas veces ignorar las inquietantes y atrevidas actitudes de Seokjin.

¿Entonces por qué hoy no podía hacer lo mismo?

—¡Seokjin hyung!—grita furioso por no poder controlar sus ganas de hacer algo. Sus palabras se han disparado antes de tiempo pero ya es muy tarde para arrepentirse.

Se supone que ambos jóvenes estaban en una conversación sin embargo aquel muchacho no ha dejado de mover sus labios poniendo nervioso al menor, sin dejar que culminara su charla sobre las actividades académicas.

Si Seokjin seguía con esa manera tan peculiar para pasar su tiempo podía capturar más miradas y hacer senrir disgustado a otros, y no, simplemente Jungkook no puede permitirlo. Aquello es...está mal.

¿Cómo se atreve a realizar aquel acto en medio de una conversación?

—¿Qué?

—¡Usted es un...un... Un vulgar!—menciona para desaparecer de ese salón tan pronto sus pies le permiten caminar con apuro, casi corriendo.

No sabe como pero siente que la temperatura ha aumentado de improviso y eso le asusta. Quizá solamente es el clima. Aun así no puede dejar de pensar...

¿Qué está mal con él?

Se supone que ha debido de ignorarlo pero hoy no parece haber tenido la fuerza suficiente para llevarlo acabo. Quizá podía intentarlo otro día, pero no precisamente hoy.

Tampoco el menor puede olvidarse de que no debe caer en las provocaciones del mayor cuando Seokjin solo intenta burlarse del él. Jungkook debe mantener el orden, así tiene que ser. Como representante del consejo estudiantil debe ponerse firme con las inadecuadas actitudes del mayor.

—Jungkookie—una voz conocida lo llama y brinca de su sitio nervioso. Cuando finalmente su mirada choca con la de su amigo se siente con mayor tranquilidad.

Se trata solo de su amigo Jimin, y no es Jin, el presidente estudiantil al que últimamente no ha dejado de observar como si se tratase de alguien sumamente interesante y misterioso para sus ojos. El joven que a pesar de ser mayor que él se comporta como un niño mientras se divierte molestando la tranquilidad del pelinegro.

Jungkook detiene sus pasos y sonríe amigable. Jimin no tiene porqué recibir su enojo por algo que el mismo no comprende con totalidad, por lo mismo le está dando su mejor sonrisa.

—¿Estás bien? Te vi saliendo furioso y me preocupé.

—Estoy bien Jin...Jiminie. Ya sabes. No la tengo fácil en las reuniones con el presidente del consejo estudiantil—menciona. Se apremia cuando nota que ha logrado rápidamente corregir su error.

El pelirrosa le sonríe de vuelta, sin notar el gravísimo error que ha cometido.

—Qué bueno que estés bien. Solo vine por eso, para saber si necesitabas mi ayuda, pero veo que estás perfecto...digo, en perfecto estado. Hoy vienes a mi casa, ¿no es así? Para lo del proyecto que tenemos.

Pencil ((Jinkook one-shot))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora