Te recordaba

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Es una acosadora.

Lo admite, lo peor es que no sabe siquiera por qué lo sigue. De todos modos,  está muerta. No es como si el chico pudiese verla ¿Verdad?

Esa es una vil mentira que bien quisiese fuese verdad. Este chico se hacía conocer por exorcizar y mandar a descansar los espíritus como ella, cuyo maestro expulsó alrededor de 120 espíritus malignos.

Extrañamente este chico no la mandó a descansar, más bien, le ignoró. En parte es bueno.

En fin, ya lleva siguiéndolo unos meses.

Parecía que sería normal como siempre, exorcizando o viajando a nuevos pueblos.

Eso pensaba hasta que lo vio siendo rodeado por cinco zoomorfos de origen desconocido con cicatrices en sus rostros, a uno le falta algunos dedos, otro le sangra la cabeza. Oh, a alguien le arrancaron su pelaje.

« ¿Espíritus? »

No le hallaba sentido a tantas heridas y si siguieran vivos, en su momento debió de doler mucho.

Los observó intensamente y verificó que el único vivo parecía ser el líder, el resto son espíritus malignos. Se acercó un poco para escuchar el griterío que se mandan, tal vez sabría por qué rodearon al exorcista.

— ¡POR TU CULPA TENGO ESTA FEA CICATRIZ EN MI CARA!

¿Venganza? De acuerdo con sus observaciones, este chico no haría algo así a alguien vivo. Es casi indulgente con los espíritus errantes que mayormente son traviesos.

Ella es un ejemplo, lo acosa. Al menos ella respeta su privacidad cuando él se baña.

El chico los observó con las cejas fruncidas y un poco de ira se filtró en sus ojos.

— Subestimó al espíritu maligno y en consecuencia, le poseyó. No veo que esto haya sido mi culpa.

— ¡¿AH?!

— Esa cicatriz es un recordatorio de lo que hizo

— TÚ-

— Si eso es todo, hágase a un lado. No se me permite pasarme de la raya —él alzó las cejas viendo a los acompañantes, dió una sonrisa sombría— no recibió un castigo mayor porque fue poseído. Me pregunto si eso es verdad.

El líder de ese grupo retrocedió un paso, su cuerpo temblando, gritó de rabia y señaló al chico mandando la orden de golpiza. El chico bajó el bastón sujeto a su cintura, lo balanceó y golpeó a los que se acercaron a él.

Los zoomorfos cayeron sujetándose de sus estómagos y piernas que al poco se hincharon por el golpe, ella casi creyó que estaban vivos. El chico podía hacer daño a los espíritus dependiendo de sus movimientos. El líder cayó de rodillas debido a un golpe hacia su espalda.

— De ahora en adelante, No aparezca delante mío.

Ella estaba segura que el exorcista le dio una mirada al árbol dónde ella se escondía, aunque es más una sensación. Curiosa asomó su rostro para ver los rasgos de los zoomorfos. Sintió un extraño apretón en su garganta.

Tragó saliva algo asustada, por un momento pensó que no respiraba y al momento recordó que ya estaba muerta, así que respirar no era sustancial.

Pero aún sentía asfixia.

Vio al chico alejarse a paso lento, muy lento. Lo siguió débilmente, flotando y llegando al lado del tipo que quería venganza, le dió por querer ver claramente el rostro del tipo.

La cicatriz pasaba de la ceja hasta la barbilla, parte del párpado quedó destrozado. Le recordaba bastante a los espíritus malignos, volvió a ver el rostro esperando memorizar todo.

Ven aquí [One-Short]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora