ZEUS - Error 107 Capítulo I

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Hola a todos! Esta es mi primera historia, espero que os guste porque nunca he visto una temática parecida, y las reacciones de los pocos que han visto el borrador me han animado a subirla ^^ No espero más, ¡ahí va!

CAPÍTULO I

Era ahora o nunca. Su madre estaba lista para salir de casa, ni se había molestado en saber por qué, pero a juzgar por lo sumamente arreglada que estaba, no volvería en unas horas. Estaba convencida de que estaba saliendo con alguien, porque ella nunca se vistió así para nada que no fuese importante, pero en verdad a Chris le importaba más bien poco su madre en estos momentos. La odiaba con toda su alma, por mucho que ella tratase de evitarlo. La única manera de que la pudiese perdonar, era aceptando a su padre de nuevo y defendiéndolo ante la justicia, pero sabía que eso no iba a pasar. Chris se encontraba en su habitación, reposando sobre su cama, con una novela de Grace Cold en sus manos, pero con la mirada perdida en los sonidos que retumbaban por la casa. Estaba ciertamente nerviosa, hasta el punto de que se le llegó a caer el libro en varias ocasiones. Según escuchó la puerta principal cerrarse, Chris salió casi propulsada de su habitación y asegurándose de que estaba completamente sola, manteniéndose uno segundos completamente quieta, se decidió a entrar en el cuarto de su madre. Sabía lo que buscaba y su posición, pues había dedicado los últimos días a buscarlo incesantemente, pero con el suficiente cuidado tanto para no ser vista como para no dejar rastro de su búsqueda. La habitación era ligeramente distinta al resto de la casa, que mantenía una regularidad en las demás salas. Era de un color blanco puro, que contrastaba mucho con las paredes cian de los pasillos. Era bastante grande, aunque una inmensa cama situada en la esquina izquierda junto a la entrada abarcaba buena parte de ese espacio. Las paredes opuestas a esta estaban ocultas tras grandes muebles de madera de nogal, aunque algo desgastados por el paso del tiempo. Una suave iluminación procedía de la ventana situada en la pared libre, que parecía traer con ella una calidez especial. Dirigió su mirada hacia uno de los cajones del armario situado al fondo de la sala, y sin ningún tipo de miramiento lo abrió y levantó los montones de ropa que allí reposaban. Fue entonces cuando encontró aquello que buscaba. Extendió la mano y agarró aquella memoria USB. Su tacto era frío, y era de un color negro brillante, el cual llamó la atención de Chris, pues no lo recordaba así cuando lo encontró el otro día. Volteó la llave, para de esta manera leer aquello que tenía inscrito. "Ethan Simmons - Proyecto Zeus".

Se quedó estática por unos segundos, deslizando su dedo pulgar sobre el nombre de su padre. Aunque intentó evitarlo, no pudo impedir que una lágrima rodara por su mejilla. Estaba dispuesta a conocer qué había pasado hacía ya unos dos meses, qué ocurrió en la cabeza de su padre para que cambiara. Tanto su madre como los profesionales habían ocultado todo, no podía saber mucho más que por culpa de esa compañía, actualmente estaba en paradero desconocido, y era buscado por la policía algún problema psicológico provocado por Zeus. Pero la idea de que nadie le dijera nada, era lo que hacía que actualmente odiase a todo el mundo. No se fiaba de nadie, no salía de casa, y a pesar de las múltiples charlas que su madre forzó a tener, seguía sin cambiar sus pensamientos. Hasta que no supiera todo, no volvería a creer en nadie que no fuera ella misma.

Proyecto Zeus era un nuevo y no precisamente barato instrumento de ocio, los afortunados que eran seleccionados pasaban un mes en una especie de cápsula, en la que podían vivir una vida completamente aleatoria en un mundo llamado "La Tierra". Grupos de unas diez personas entraban en ese mundo a la vez, aunque sus vidas rara vez se encontraban. Pasaban por diferentes etapas, vivían su propia historia sin siquiera saber que son ellos, y al morir, volvían a esta realidad con los recuerdos de la experiencia. Su padre entró gracias a un programa de televisión, que conoció por el estrés laboral en el que vivía y le ofreció la oportunidad. Obviamente aceptó, y aunque estaba apenado por no ver a su esposa y a Chris por tanto tiempo, le pidieron expresamente que fuera, porque querían volver a verle sonreír. Lo cierto es que la relación entre Chris y Ethan había empeorado enormemente los últimos meses, no porque se llevaran mal, sino porque el día de Ethan se dividía en trabajar y dormir, no tenía tiempo para nadie más. Por ello, antes de entrar, le dijo lo mucho que le quería; en el fondo, sabía que su padre necesitaba saber que su hija no lo había olvidado a pesar de todo. Salió muy pronto, apenas una semana tras el comienzo de la experiencia, lo cual indicaba que debió morir joven en la simulación. ¿Algún accidente? Hasta ahora no había podido más que especular, era muy extraño que los minutos en los que lo vio salir actuara de una manera completamente normal, pero que luego de repente, se volviera problemático. Pero por fin, tras tanta espera, iba a averiguar qué pasó con su padre.

Despertó de sus pensamientos, en los que estaba profundamente sumergida; miró asustada su reloj solo para comprobar que había estado cerca de cinco minutos aletargada. Se levantó con ciertos problemas pues tenía adormecidos los pies, dio media vuelta y corrió de nuevo en dirección a su habitación, encendió el ordenador y una vez listo, introdujo el pincho en su ranura. Comenzó a navegar entre las carpetas que se encontraban en él, numeradas del uno al diecisiete, Chris supuso que por cada año que pasó en ese mundo. Abrió la última de ellas, y encontró, efectivamente, fechas ordenadas desde el uno de enero hasta el cinco de noviembre. Fue hasta el final de la carpeta, y se decidió a abrir el antepenúltimo video. Su duración era de veinticuatro horas, como todos los anteriores, y obviamente no podía verlo todo. Así que lo abrió, y se dispuso no solo a hallar el contexto en el que se hallaba, sino conocer qué había hecho su padre durante su estancia en La Tierra.

Los primeros estaban sumidos en un negro absoluto. Chris esperó hasta cerca de un minuto, pero al no encontrar nada, decidió avanzar por su cuenta. Entonces se percató de que obviamente, se debía a que estaba dormido. Tuvo que avanzar cerca de siete horas en el video para llegar a una imagen, aunque pese a que había intentado evitarlo, esta se encontró unos minutos avanzada en el tiempo tras su despertar. Lo que vio sorprendió profundamente a Chris. Ethan estaba tumbado bajo un portal, con una manta sucia cubriéndole que no evitaba que tiritase sin parar. Chris estaba completamente perpleja, ¿Qué clase de experiencia es esa? Por cerca de cinco minutos se mantuvo observando cómo la gente pasaba, ignorándolo completamente. Se sentía impotente, al no poder ver más que numerosos grupos de personas alzando y desviando la mirada de su padre. Cuando ya pensaba que no iba a ver más que eso todo el día, apareció un joven de entre la multitud; Chris le echaba unos dieciséis años, vestía con ropa deportiva, tenía una cara redondeada, las mejillas sonrojadas por el frío y unos ojos de color ámbar. Ethan parecía no enterarse de que estaba junto a él, por lo que este lanzó un pequeño grito. Ethan dio un respingo, y entonces centró su mirada en él. Aquel desconocido llevaba en sus manos una caja de galletas cubiertas de chocolate, aparentemente nueva. Extendió su brazo y se las ofreció a Ethan.

-Tome, las he comprado pensando que estarían buenas, pero no me gustan nada... Iba a tirarlas, pero le he visto a usted y bueno... creo que las aprovechará mejor.

En lo que el muchacho decía estas palabras, Ethan ya había tomado la caja y había comprobado que efectivamente estaba prácticamente llena. Miró de nuevo hacia el adolescente, y contempló como una ligera sonrisa brotaba de su rostro. Chris supuso que su padre había sonreído también, pero no lo podía comprobar. El joven prosiguió entonces con su camino, y Ethan comenzó a comer las galletas a una velocidad sorprendente, de tal manera que Chris no sabía si le habían gustado, o simplemente tenía demasiada hambre como para pensar en esas cosas.

Pasado un tiempo, tras terminar la caja por completo, Ethan trató de levantarse duramente, incluso en determinado momento se tambaleó y chocó contra la pared situada tras de él. Chris pudo apreciar cómo las manos de Ethan tenían muy mal aspecto. No sabía definir que le ocurría, más que por una serie de arañazos en el dorso de la mano derecha. Ethan comenzó a caminar hacia su izquierda, y aunque iba a paso lento y dando una serie de tumbos, parecía tener claro dónde ir. La velocidad con la que iba le recordó a Chris el poco tiempo del que disponía, y avanzó ligeramente el video. Según lo hizo, se encontró con la cara de un chico joven, de ojos azules, nariz chata y una boca mayor de lo común, una tez completamente blanca, hasta el punto de parecer obra de una enfermedad. Tenía el pelo largo, sucio y alborotado, seguramente no se había duchado en semanas. Al comprobar su cuerpo confirmó su idea de que estaba extremadamente delgado. Tenía una gran herida en la mejilla derecha a medio curar, Chris supuso que de un arma con filo como un cuchillo o una navaja. Aunque en un primer momento no se situó muy bien, cuando Ethan ladeó la cabeza ligeramente pudo comprobar que se trataba de un espejo.

Chris tenía los pelos de punta, ver aquella imagen provocó que se llevase las manos a la boca. No quería seguir viendo aquello, pero a su vez quería conocer qué había ocurrido con su padre. Supuestamente tenía solo diecisiete años, ¿Cómo podía estar sin hogar, y en esas condiciones? Demasiada información a procesar, no podía con ella. Decidió pausar el video, y se lanzó contra la cama a analizar todo lo que había visto. No pensó que saber qué fue de su padre sería tan duro, pero se autoconvenció de que viera lo que viese, seguiría con el video hasta el final, quizá fuera la única manera de entender todo, y era motivo suficiente para quedarse y ver lo que ese pobre muchacho sufrió.


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