ZEUS - Error 107 Capítulo II

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Chris retomó el video, y observó qué hacia Ethan frente al espejo. Contra lo que se esperaba, este se encontraba sonriente, demasiado sonriente. Se percató de que era el espejo de un baño público cuando Ethan agachó la cabeza para acercarla a un grifo situado a la altura de su abdomen. Este lo abrió y comenzó a lavarse la cara, aunque no parecía cambiar mucho su aspecto. Se secó las manos y la cara con su camisa, lo cual carecía de sentido ya que estaba bastante sucia, e introdujo su mano izquierda en el bolsillo de su pantalón. Sacó un pequeño papel arrugado, y con aspecto de haberse mojado, lo abrió con dificultad, y solo entonces Chris pudo ver lo que estaba escrito en él.

"Mañana a las once en la puerta de mi casa. No me importa como vengas de arreglado, ni si vienes algo más tarde. Solo quiero que vengas, quiero ayudarte, quiero que juntos superemos esto, da igual lo que la gente diga. Te quiero osito."

Tras ver esto, Chris se encogió. Quizá al menos no murió de hambre o frío, sino que fue un accidente, quizá fue feliz en sus últimos días. O quizá ese mensaje escondía un engaño, que le destrozó el corazón y le hizo morir. Fue entonces cuando Chris comenzó a impacientarse por saber que pasó. Avanzó directamente hasta las once de la mañana, y se encontró con la estampa de una casa de dos pisos, blanca en su totalidad, bien cuidada en contraste de lo que había visto hasta entonces, rodeada de un jardín bastante amplio. Ethan se encontraba sentado frente a ella, con el papel guardado entre sus manos. Era más que obvio que estaba esperando a esa persona, Chris supuso que era su novia, ¿Quién sino su amor escribiría de esa manera?

Tras varios minutos de pies nerviosos y miradas constantes hacia el edificio, Chris se estaba comenzando a impacientar. Parecía que no fuera a avanzar la historia, necesitaba saber lo antes posible qué ocurriría, pero no podía avanzar el tiempo, necesitaba conocer a esa persona desde que cruzara la puerta. Sumida en sus pensamientos, ni siquiera se había percatado de que la puerta había comenzado a abrirse. Cuando volvió a la realidad, se encontró con un joven de unos dieciséis años, pelo rubio y ojos azules, tez muy blanca y labios rojos que resaltaban de manera muy llamativa. Chris se encontraba confusa, ¿Es su mejor amigo entonces? A su antigua mejor amiga la solía hablar de aquella manera, así que no le dio otra explicación. El chico se acercó con relativa prisa hacia Ethan, deteniéndose a medio metro de él. Su expresión era de felicidad, pero con ciertos matices que Chris no consiguió traducir, quizá nerviosismo, quizá timidez.

-Hola David... Gracias por venir.-Dijo con cierto tartamudeo. Se le notaba nervioso.

-Necesitaba verte, Alex... de veras que te necesitaba.-Se escuchó de parte de Ethan.

Era la primera vez que oía hablar a su padre, su voz era aguda y muy débil. También era la primera vez que escuchaba el nombre de su padre en la Tierra, pero no fue muy sorpresivo ya que se figuraba que tendría un nombre distinto. Alex se acercó más a David y le acarició la mejilla.

-La herida va mejorando, por lo que veo.-Dijo entonces. Todo va a ir a mejor, ¿Me oyes? Estoy aquí, y no te voy a dejar tirado. He conseguido convencer a mis padres de que puedas estar en casa, al menos por unos días. No les gusta traer extraños, pero... tu caso es especial. Saben lo importante que eres para mí.

Inmediatamente Alex agarró de la muñeca a David y salvó la pequeña distancia que separaban sus rostros. Se estaban besando ante sus ojos. Chris entonces pausó el video. Estaba descolocada completamente. Jamás había visto a un hombre besar a otro. Jamás. Y no porque estuviese mal, es que directamente nadie tenía esas intenciones. ¿Es que en la Tierra dos personas del mismo sexo se podían besar así? ¿Era solo una forma de saludar en la Tierra, o realmente se querían? ¿Era esto lo que tantos problemas causó? No sabía cómo sentirse, pues nunca se había planteado algo así. Pero no tenía nada en contra de Alex, iba a salvar a su padre. Fueran las motivaciones que fueran, era lo único que tenía importancia para Chris.

-¡Christine! ¡Qué se supone que estás haciendo!

No tuvo siquiera tiempo a voltearse, su madre apareció a su lado y con fuerza arrancó el pincho. Sin ningún tiempo para que Chris reaccionara, lo lanzó contra el suelo y lo aplastó. Chris confió en que no se hubiera roto, pero cuando esta levantó su zapato, se encontró con un aparato destrozado e inservible.

-¡Qué haces mamá! ¡Porqué has hecho eso! - Exclamó Chris entre ira y llanto.

-No estás preparada para saber la verdad.

-¿Tanto miedo tienes de que sepa que le ocurrió a papa? ¡Pues lo sé! Ahora lo se...

El tono de voz de Chris aumentaba por momentos. Se desgarraba la voz con cada palabra, estaba completamente irascible. Su madre intentaba intervenir, sin éxito.

-¡Te odio! ¡Os odio a todos! ¿Qué más te da lo que papá hiciera en la tierra? Solo buscaba ser feliz...

Chris se apagó por uno segundos, el tiempo suficiente para que su madre pudiera intervenir.

-Christine... ¿Tú no estuviste la primera vez que nos vimos verdad? Estabas esperando en la sala de recepción, mirando por la ventana como me reunía con tu padre. No tienes idea de que pasó allí.

-Dímelo entonces, Loren. ¿Qué pasó allí, que fue tan horrible?

Vaciló por uno segundos, pero decidió mirar a los ojos a Chris, y contárselo de una vez por todas.

-Tu padre llegó hasta mí, me abrazó, me dijo "¡Loren! Te echaba tanto de menos..." Pero algo raro sucedía, no quiso más que un simple abrazo. No le di importancia, sin embargo, con el paso del tiempo vi que seguía ignorando mis besos, mis caricias. No aguanté más, le pregunté por qué se comportaba así conmigo... Y entonces fue cuando me lo contó. Seguía enamorado de ese tal Alex. No sé quién es ni que le hizo a Ethan para seducirle, pero pedí a todo proyecto Zeus que me ayudase a recuperarlo. Pero él se negó, no quería que lo ayudasen, y huyó. Creo que no eres capaz de entender por lo que he pasado, y que yo no soy la mala de esta historia. Pero si vas a seguir odiándome, me da igual. Eres lo único que me queda ahora, y no me voy a separar de ti. Quizá algún día lo comprendas.

Loren abandonó la sala con una lágrima en la mejilla derecha. Chris se encontraba estática, no sabía qué pensar, ni qué decir. Su madre tenía razón en cada una de las cosas que dijo, pero seguía sin querer culpabilizar a su padre. Tenía que saber más, pero el pincho estaba roto y con ello sus posibilidades de saber qué ocurrió. No tardaría demasiado en darse cuenta de que todavía había una persona que sabría responder a sus incógnitas: su padre.

Zeus - Error 107Where stories live. Discover now