Why?

74 2 1
                                    

Huele a primavera, noto como el cálido sol me deslumbra el rostro y el sonido de los pájaros hace que finalmente me retuerza entre las sábanas y me decida a levantarme. Recuerdo el día en que decidí venirme aquí, a París, la ciudad del amor, o eso es lo que decían en todas partes.

Mi hermana siempre quiso venir a París, le encanta viajar, sea a donde sea, pero le tiene un cariño especial a París, desde pequeña recuerdo que mi madre le compraba revistas sobre París y se podía llevar horas y horas observando la Torre Eiffel.

Creo recordar que hablé con ella hace unos días, y me dijo que en cuanto terminará los exámenes vendría a pasar aquí unos días, también tiene unos amigos por aquí y supongo que se alojará con ellos.

De pronto mi móvil empieza a vibrar.

-¿Si?- Dije aún algo dormida

-Soy Angie, ¿Hoy trabajas?

-Si, pero salgo sobre las cinco, ¿vas a venir?

-Hoy sale mi vuelo a las tres y media, creo que se tarda una hora y cuarto, mientras que tu trabajas yo iré a ver mis amigos, viven cerca tuya, ¿quedamos en la Catedral de Notre Dame?

-Allí nos vemos -seguidamente colgué.

Tenía ganas de ver a mi hermana, tiene un año menos que yo, 18, y siempre nos hemos llevado muy bien, aunque sus amigos, no son de mi agrado.

Miré el reloj, solté un 'mierda', y seguidamente, cojí una toalla, ropa interior limpia, y el uniforme del trabajo, se me había echo tarde, por desgracia solo trabajo en una pequeña tienda de ropa, es lo único que he encontrado.

La ducha con agua caliente, hizo que me relajara, pero el recuerdo de Eddie seguía en mi mente.

-Hola- le dije con la mejor sonrisa a mi amiga Delia, a un que también compañera de trabajo, ella es la que después de todo, me ha estado ayudando con todo lo de Eddie. 

-Hola Melissa ¿cómo estas?

-Mejor, porcierto, esta tarde viene mi hermana Angie ¿vendrás a conocerla verdad?

-Por supuesto, estoy deseando

Nuestra conversación acabo ahí ya que nuestro jefe es un mandón y nos manda a doblar ropa cada cinco minutos.

Llegue a casa, y caí en la cama rendida, mi cabeza daba vueltas y las órdenes de mi jefe se me aparecían. No se si podré seguir mucho mas con este trabajo, me tiene agotada. Que ganas tengo de encontrar un trabajo decente.

Caí en un sueño profundo, cuando me levanté, miré el móvil y eran mas de las siete.

¡Dios mio! ¡Mi hermana ha debido de estar llamando al timbre horas!

O eso pensaba yo.

Why?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora