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Narrador omnicociente

Una rubia de aproximadamente unos quince años se encontraba corriendo en el busque, en busca de su hermano pequeño, quien había decidido que sería buena idea entrar a este bosque.

La chica paró un momento para tomar un poco de aire, escucho un par de ramas rompiéndose y una risa psicópata, haciendo que su expresión se vuelva más seria de lo que ya estaba.

La joven discretamente movió su mano, bajando por su cintura, hasta el borde de su falda, la cual alzó discretamente y saco un cuchillo, este se ocultó perfectamente en su chaleco, el cual era más largo y ancho de lo debido. Comenzó a escuchar más pisadas, eran tres personas, y a juzgar según la chica eran hombres, ya que las pisadas eran más profundas y pesadas.

Miro a su entorno con desconfianza, para sentir como alguien se acercaba a gran velocidad detrás de ella, quien en un rápido movimiento logro hacerce a un lado haciendo que su agresor tropezar e ir más allá frente. La chica le pateo las costillas con fuerza haciendo que su agresor volará por los aires y se estrellara contra un árbol.

Luego vino el otro, quien al parecer tenía un fierro, a diferencia del primero el cual llevaba un hacha, el segundo hombre intento golpearla pero no sirvió de mucho pues la joven tomo el fierro antes de que está la golpeará y le dió un rodillaso en las costillas al hombre, para luego golpear con fuerza su cabeza provocando que este cayera inconciente.

El tercer hombre llevaba un arma de fuego consigo, la joven simplemente, se acercó a él evitando los disparos y golpeó el arma con una patada, para que cuando está este en el suelo, pisar la y apretarla de tal manera de que está estalló en el suelo.

Sin más tomo al agresor que seguí conciente de los hombros y le metió un rodillaso en toda su cara, haciendo que este Calleja como sus demás compañeros.

Escucho un par de pisadas bastante ligeras, no lo suficiente para ser de una chica pero si para ser de un niño varón, además de que un aroma a manzana la inundado por completo. Era su hermano pequeño.

Iván: ¡Hermana!, Eh encontrado esta flor morada, es igual a tus ojos toma -dijo el menor extendiendo le una flor morada-

Lana: Esta hermosa, gracias Iván. -dijo de forma cariñosa al menor-

El menor en un rápido movimiento abrazo a su hermana, aferrándose a sus rodillas que es hasta donde su pobre altura le permitía.

La chica río ante la baja estatura de su hermano y lo cargo, haciendo que este enrolle sus piernas en su cintura y que sus manos agarren sus brazos.

El menor oculto su rostro en el espacio entre el cuello y el hombro de su hermana, como siempre hace desde que tiene memoria.

La mejor comenzó a alejarse de donde se encontraban los cuerpos de esas personas, que desde que aparecieron los había reconocido, los proxis de Slenderman, Toby, Hoddie, y Masky, ese par de locos que Slenderman tenía como pupilos.

Ambos hermanos salieron del bosque, encontrándose con la motocicleta de la mayor quien no tardo en montar a su hermano y ponerle un casco por protección, para seguidamente subirse ella y arrancar la moto.

Una vez llegaron a su hogar, hogar el cual la mayor había conseguido después de haber trabajado como investigadora privada. La peli-rubia sentó al castaño en el sofá individual, y como comenzaba a hacerse más evidente el frío, o por lo menos eso noto ella al ver como su hermano temblaba como nunca, trajo una manta y cubrió al menor quien le agradeció con una sonrisa.

La ojimorada fue hacia la chimenea y la encendió para luego ir a la cocina y preparar cocoa caliente, una vez este estuvo listo, volvió donde el ojiverde y le entrego una tasa con cocoa caliente, un poco de espuma formando una carita sonriente y dos malvaviscos adornando la bebida.

Se sentó junto a él menor quien la cubrió con parte de la manta y le regaló una tierna sonrisa, haciendo que la mayor sonriera enternecida y lo abrazara apegando lo a ella y tomando un sorbo de la bebida.

|∆•∆|En otro lado |∆•∆|

Narra Slenderman

Me encontraba en mi despacho organizando unos papeles, pensando en las personas que serían adecuadas para ser un nuevo proxy.

Siento que llaman a la puerta a lo que respondo de modo monótono, en eso entran mis proxys, pero veo que están todos golpeados y dos de ellos con un dolor insoportable, mientras el otro no, debido a su falta de células nerviosas.

Miro a mis proxys sorprendido, nadie había sido capaz de golpearlos de esa manera, ni siquiera Jeff, solamente un ser mayor como Zalgo, Insane, Lucifer, yo o… tal vez, fue ella?.

Negué con mi cabeza alejando aquel pensamiento, ella había desaparecido desde hace un año, era imposible que fuera ella, además es una de las creepy más pacíficas que conozco.

Rápidamente agarre a los tres en mis tentáculos, y los lleve a mi laboratorio, el cual quedaba justo al lado de mi despacho, los acosté en una camilla y les di una poción para regeneración rápida.

Una vez los tres estuvieran completamente curados comenzó el interrogatorio.

Slender: ¿Quien los a atacado?

Toby: Era una chica, al parecer buscaba a su hermano menor.

Hoddie: Era rubia, era un poco baja de estatura, llevaba un abrigo largo y una falda junto con unas botas de cuero negras.

Masky: Al parecer, se encontraba desesperada y cuando la atacamos ya había detectado nuestra presencia. Solo que simplemente decidió aparentar que no.

Slender: Muy bien me han dicho lo suficiente, pero una duda más, ¿que color eran sus ojos? Mencionaron todo menos sus ojos

Toby: Solo recuerdo de ellos que no expresaban absolutamente nada, que no tenían brillo de vida alguno.

Hoddie: No lo se parecían ser negros o azules oscuros.

Masky:……Eran morados, recuerdo que antes de desmayarme me miro a los ojos, sus ojos son morados

Quede impactado, demasiadas similitudes con ella, no podía ser real, ella, estaba aquí, ¡y estuvo en mi bosque!.

No podía creerlo, la mejor asesina, la persona más parecida en poder a Lucifer, incluso, mucho más poderosa que el. Gamer Lose, estaba aquí y estuvo en mi bosque.

Continuará…

It's Time To Feel -Ben Y Tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora