Prólogo

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No puedes engañar a tu cuerpo, no puedes engañarte a ti misma, que si algo te gusta lo quieres, que si algo te atrae buscas una y mil maneras de más de conseguirlo, así fui yo, lo admito, al fin y al cabo me termine yendo de muchas escuelas que para mi fueron importantes, pero no porque la educación fuera de una excelente calidad si no porque en esos lugares viví mis mejores momentos.

En esa escuela conocí y aprendí mucho sobre los chicos,puesto que uno se me insinuó al grado de que me enseñó mucho, hasta como tocarme, fue lo mejor que me ha pasado, claro nunca me penetró pero ganas me daban de que lo hiciera, siendo un chico muy guapo, amistoso, con un físico que te mueres, pero se que algún día me lo comeré completísimo.

Si algo he adquirido en estos últimos meses, años o días es el adjetivo puta para referirse a mi persona, y bueno solo le haré honor a mi nombre.

Tras haberme cambiado de escuela una vez mas aprendí muchas cosas y claro esta que me encontré con unas cosas muy grandes, déjame te cuento un poco más...

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