Capítulo uno: El despertar.

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Desperté, pero lo hice sin dejar de soñar. ¿Qué había pasado? No lo sabia, no recordaba nada. Absolutamente nada. Mi mente estaba en blanco. 

Salí de esa habitación, me agobiaba. Necesitaba un lugar tranquilo, para pensar, para pensar y recordar. Para aclarar mis ideas, para relajarme y para encontrar respuestas. Al salir, puede observar que me encontraba en un hospital, pero no habia demasiada gente. Sólo unas pocas enfermeras pasaban de vez en cuando, probablemente para ver qué tal iban sus pacientes. Recorrí el pasillo y me dirigí al ascensor, subí a él. En el ascensor, pude ver que estaba en la planta cinco. Bajé a la planta cero dispuesto a salir de allí. 

Para salir, pasé por una sala de espera. En ella, en un rincón, habia un señor, un señor mayor, que no paraba de balancearse con las manos en las orejas, como tapándose los oídos, pero nadie parecia reparar en ello. Llevaba una bata blanca, lo que indicaba que era un paciente, y un largo colgante con un extraño símbolo en él. De todo modos, pensé que las enfermeras ya se encargarían de él, alguna que otra lo vería, y decidí proseguir mi camino.

Salí de aquel hospital y pude respirar aire porfin. En ese momento, me invadió una sensación de libertad, la más pura sensación de todas. 

História de un ángel caído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora