vagabunda ↳ mimo [DESCONTINUADA]

O2

Tomo a la chica y la recosto en el sofa, para que luego Mina ordenara las cosas que habia comprado.

Luego de media hora, Mina fue al sofá y se sentó en uno de los posa brazos para poder apreciar como la chica dormía.

Parecía un bebe en su cuna.

-Despierta..-Susurro Mina cerca de ella y esta desperto pero no hizo caso.

-5 minutos más..-Dijo ella y se volvió a acomodar en el sofá.

-Voy a hacer la cena.-Dijo Mina y esta despertó.

-¿Que harás de-¿¡Que?!-Grito la chica sobresaltada, y se sentó en el sofá.

-¡Tranquila, no soy un pedofilo!-Dijo Mina abriendo sus ojos como platos.

¡No te haré daño!-Agrego Mina, tomando el hombro de la chica y le sonrio, transmitiendole seguridad.

Sintió como la chica dejaba de tensar su cuerpo y se acomodaba en el sofa.

-Mejor, agradece que te salve de eso señor, ¡Que si era un pedofilo!-Dijo Mina, sentándose, cruzandose de brazos y haciendo un puchero.

-¿Eras tu la que golpeo al señor?-Respondió la rubia, sonrojada y avergonzada.

-Si y-Dijo Mina sin terminar ya que escucho un par de rugidos provenientes del estómago de la chica.

-¿Desde cuando no comes?-Añadió Mina, mirando a la chica con preocupación.

-Desde hace como..2 días o más.-Respondió la chica, soltando un suspiro.

-Por cierto, me llamo Momo.-Añadió ella sonriendo, sus dientes estaban un poco sucios debido a que no se los lavaba hace ya 1 mes.

-Mina.-Respondió la chica de cabello corto, de la misma manera.

-Ven, te presento la casa.-Dijo Mina al recordar la condición de la chica.

Se levanto, y empezó a mostrarle la casa a Momo.

-Y esta..Es tu habitación, oséa, es la de huéspedes pero nunca la uso, así que ahora es tuya.-Dijo Mina, abriendo la puerta de la habitación con una sonrisa.

Momo entro con timidez, y sonrió al ver lo linda que era la habitación.

-Tambien, por aquí tienes tu propio baño.-Añadió ella, abriendo otra puerta que se encontraba en la misma habitación.

-Mina, no era necesario dejar que me quede en tu casa, yo-Dijo Momo, pero fue interrumpida por Mina.

-No, ¿y que te quedes afuera, muriendo de frio, hambre y que probablemente te hagan muchísimo daño?-Insistió Mina, admirando los ojos de la chica.

-Ahora, ve a bañarte.-Añadió ella.

-Pero, no tengo ropa.-Respondió Momo.

-No te preocupes, tengo ropa de más, duchate y yo te traeré tu ropa.-Dijo Mina, cerro la puerta del baño y se fue de la habitación con una sonrisa.

-Me gustan sus ojos..-Penso Mina, mientras buscaba ropa para la chica.

-Esta chica es demasiado amable.-Pensó Momo con una sonrisa, mientras se desvestia.

Pasaron unos 7 minutos y Mina volvió a la habitacion, pensando que la chica seguía duchandose, entro sin avisar y escucho un grito.

-¡Dios santo, Mina!-Grito Momo al escuchar la puerta abrirse y ver a Mina.

Se tapo con la toalla y se acerco a Mina.

-¡No veas!

-Esta bien, esta bien..-Dijo Mina y cerro los ojos con fuerza.

-Dame la ropa.-Dijo Momo nerviosa

-Ten...-Dijo Mina y abrió uno de sus ojos para luego encontrarse con la mejor vista de todas.

Acababa de ver como Momo lucia cuando fue traída al mundo, y enseguida cerro sus ojos.

Al recordar lo que había pasado, Mina se quedo perpleja mientras pensaba en el maravilloso cuerpo que tenia aquella chica.

Tenia unos abdominales un poco tonificados.-apesar de ser una Vagabunda-, y su piel era más blanca de lo que lucia cuando estaba sucia y llena de polvo.

Pero abrió un poco su ojo, y vio la cara de la chica la cual se encontraba roja como un tomate, asi, causándole demasiada ternura.

La cara de aquella chica se veía más perfecta que nunca, e incluso mejor que cuando le vio visto el rostro por primera vez.

Con su cara ya limpia, la chica lucia demasiado hermosa para Mina, sus facciones se notaban muchísimo más, al igual que su pelo brillaba más, y que decir de su flequillo, estaba un poco húmedo pero la hacia lucir más que hermosa y tierna.

Aquella chica era demasiado perfecta hacia los ojos de Mina.

-Mina porfavor, necesito vestirme..-Musito la chica, haciendo que Mina saliera de su pequeño trance y se tapo los ojos para que la chica se vistiera.

-Perdon por..ya sabes.-Dijo Mina con sus ojos cerrados, mientras la chica se encontraba en silencio.

-¡Listo!-Dijo Momo ya vestida, y acto seguido, Mina musito un 'ay, que linda' al ver lo tierna que lucia la chica con el pijama que le había dado.

Momo tapo su cara y se fue corriendo de la habitacion, en dirección a el salón de la casa.

-Ahora, siéntate en el sofá mientras yo hago la cena.-Dijo Mina con una sonrisa y se dirigió a la cocina, y Momo la siguio, sin hacerle caso.

-No soy la mejor cocinando, pero mi mejor amiga me enseño un par de cosas..-Dijo Mina sacando algunos útiles de cocina.

Momo solo se quedo admirando a la chica, quien se movía por toda la cocina, mientras se ataba el pelo y se ponía un delantal de cocina.

-¿Que tanto miras?-Dijo Mina cuando vio que Momo tenia su cabeza apoyada en la puerta y su boca estaba abierta.

-¿Eh?-Respondió la rubia. Al salir de su pequeño trace se puso un poco nerviosa.

Momo se quedo callada y Mina le sonrio, para luego seguir cocinando durante 15 minutos más.

-Ten.-Dijo Mina, dejando el plato de fideos con carne en la mesa. Momo se sentó con una sonrisa y en cuestion de segundos empezo a comer.

-¡Dios!-Respondió Momo, con una sonrisa mientras no paraba de saborear aquellos maravillosos sabores, estuvo mucho tiempo sin probar comida de calidad.

Sinceramente, estaba aburrida de buscar en los basureros de la calle.

-¿Te gusto?-Dijo Mina sonriendole.

-¡Esto esta delicioso!-Dijo Momo, con una gran sonrisa.

-Tampoco es para tanto.

-¿Quieres más?-Le ofreció Mina, tomando el plato.

-¡Si!-Repitió Momo varias veces, se le veía demasiado feliz.