my angel ; lisa × jennie

I

"To be his guest forever
Peace of mind is less than never
Hate to twist your mind
But God ain't on your side. "

La canción se podía escuchar por toda la habitación a pesar de que Jennie traía audífonos.  Su madre había llevado otra vez a su nuevo novio a casa y la chica prefería romperse los tímpanos con la música a estar toda la noche escuchando los sonidos que provenían de la habitación de al lado.
Eran aproximadamente las siete con treinta de la mañana,  Jennie no había dormido absolutamente nada en toda la noche por lo que optó arreglarse y salir lo más rápido posible de su casa por dos razones: No quería llegar tarde al instituto y  tampoco quería ver a su madre.
El odio hacia ella comenzó cuando Jennie tenía 13 años,  su padre se había suicidado,  dejándolas a ambas solas.  Su madre, cayó en una depresión,  refugiándose en el alcohol y en las drogas.
Ahora con 17 años,  Jennie no podía sentirse más sola y fuera de este mundo, pero al contrario de su madre, la adolescente se refugiaba en la música.

La morena salió de su casa y rápidamente se subió en su oxidada bicicleta, el barrio en el que vivía no era del todo seguro y lo que menos quería la chica era que la asaltaran en la puerta de su casa y que le quitaran lo poco que tenía.

☁

"All of the things we're taking 
'Cause we are young and we're ashamed 
Send us to perfect places. " 

Lisa tarareaba la canción mientras conducía su automóvil en dirección a su nuevo instituto, a la pelirroja le causaba un gran esfuerzo tener que ir pendiente de la carretera puesto que era muy despistada, preferiría mil veces ir caminando hacia el instituto, pero su casa quedaba a afueras de la
ciudad.
Sintió su móvil vibrar y esperó a que un semáforo se pusiera en rojo para poder leer el mensaje que le había enviado su madre:

"Buena suerte en tu nuevo instituto mi angelito, has muchos amigos y pon atención en las clases, tu padre dice que comas mucho para que estés sana y puedas rendir de la mejor forma. Te amamos. "

La pelirroja soltó una pequeña risita al terminar de leer el mensaje y pisó el acelerador sin darse cuenta de que el semáforo aún no había cambiado.
Lo siguiente pasó muy rápido, Lisa sintió como algo chocaba contra la parte delantera de su auto y luego caía unos metros más allá.
Frenó en seco y soltó un pequeño grito. Había atropellado a alguien.