Parte 5

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El día lunes por la mañana, mamá me llamo a desayunar, fui medio dormida y despierta.

Mamá: al parecer estuvo muy buena la tarde de ayer (dijo entre risas)

Yo: mamá! Estoy media dormida pero no es gracioso.

Mamá: mejor come, que se enfriara tu desayuno.

Mamá ya estaba lista para irse a su trabajo eran las 8:00 AM, se fue.

Yo Volví a mi cama!

Me levante a las 10:00 de la mañana, saque la basura, me quede un momento viendo hacia el apartamento de enfrente pero las cortinas estaban puestas y no se escuchaba ni un solo ruido.

Entre y besitos estaba pidiendo comida, fui a traer sus tazón y le di cuenta que ya no tenía comida.

Tenia que ir al súper a comprar comida para gatos. Fui a ducharme, volvía vestirme como siempre, una camiseta, jeans y tenis, solo que esta vez con el cabello suelto mientras esperaba a que se secará. Tome las llaves y me fui.

Cuando voy a comprar siempre regreso rápido, no me gusta estar en la calle, pero esta vez no fue así.

Encontré a Sebastián en el super, iba a saludarlo pero como saben mi timidez es primero así que no le hable, cuando esta haciendo la fila para pagar, el estaba saliendo y se quedo en la esquina esperando a que saliera pensé que estaba esperando a alguien mas porque estaba de espaldas.


Salí e hice como que él no estaba ahí, me tomo del brazo y me dio media vuelta, yo solo le dije:

-¿que te pasa?

-tranquila pequeña, no voy a hacerte daño.-contesto Sebastián.

-entonces que quieres lograr jaloneandome?

-jajaja solo fue un pequeño jalón, no exageres.

-que quieres?-pregunte

-necesitó un favor, acompañame a un lado.-me lo dijo muy serio parecía ser algo importante

-a donde quieres ir-le respondí.

-necesito ir al banco o aun cajero!
Llevame!- me lo dijo muy necesitado.

Así que lo acompañe, se veía nervioo como ancioso, estaba pálido y parecía que sudaba!
De repente empezaron a salir muchos billetes, yo me quede boca abierta, algunas personas que pasaban observaban y murmuraban!

-oye! Eso no es bueno, alguien puede verte con mucho dinero y te pueden hacer algo- le dije, estaba preocupada por él y por mi puesto que yo andaba con él.

-tranquila!-dijo mientras contaba el dinero

Nunca había visto tanto dinero!

Nos fuimos en metro, pues la ciudad no es muy segura que digamos.

Mientras íbamos, él iba hablando por llamada, escuche como decía que ya tenia la plata y que necesitaba que le enviaran algo de inmediato.

Llegamos al vecindario y cada quien se fue a su casa sin decir nada, él no dijo gracias y yo no dije adiós.

Por la tarde mientras veía televisión (mi serie favorita Bones), tocaron a mi puerta, era Sebastián, tenía los ojos rojos como si había llorado.

-y ahora- le dije. Así soy de fría.

-puedo entrar?- preguntó

-No!-le dije de una manera seria y grosera.

-Por favor!- Contestó. Una lágrima salio de sus ojos.

-Mira no se que tienes, y que te sucede es mejor que te vayas o llamo a la policia-le dije muy alterada.

-por favor, necesito que me dejes entrar, no te haré daño, puedo prometerlo.-suplicó.

Lo deje entrar, se sentó en la alfombra de la sala con su rodillas dobladas y la cabeza sobre ellas.

-Perdí el dinero-dijo.

-¿Que?-pregunte muy sorprendida.-
Dime que paso...

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