One shot's de Haikyuu (7u7)

Hinata Shouyo

—Y entonces Kageyama me la pasó como ¡FUAAA! Y luego yo la remate como ¡¡BAMM!! Todo fue como-
—¡¡WOAH!! —dijiste emocionada y el chico de cabello naranja sonrió.

Eras amiga de Hitoka Yachi y un día decidiste acompañarla al gimnasio por pura curiosidad fue ahí cuando conociste a Hinata Shouyo, él era como tú, ambos podían hablar y se entendían perfectamente aunque la gente a su alrededor pensara que solo soltaban ruidos sin sentido.

—¿Irás al partido de mañana, ____-san?
—Claro Hinata-kun. Puedes decirme solo _____ si deseas claro.
—WOAAAH CLARO ME ENCANTARÍA.—gritó y luego se avergonzó — L-lo siento, n-no quería asustarte. Es...¡¡Nunca he hablado tanto con una chica tan linda!!

Te quedaste callada y al instante tus mejillas ardían aún cuando el aire helado golpeaba tu rostro, era de noche luego de la práctica y Hinata te acompañaba a casa como de costumbre, no había mucha gente cerca por suerte ya que ahora mismo eras un manojo de nervios, te debatias entre si el lo decía por una simple amistad o si en realidad le gustabas como él a ti.

—Ahh jajajaja Hi-Hinata-kun—soltaste sin mirarlo— Pero veo que hablas mucho con Hitoka y Kiyoko-senpai. E-Ellas s-son m-muy bonitas.—¡¡rayos porqué meto en esto a Hitoka y a Kiyoko-senpai!! Pensaste.
— Si Kiyoko-senpai y Yachi-san son bonitas pero yo hablaba de... Es distin-distinto.
—Ah si...

El silencio incómodo era muy pesado, por una vez en la vida Hinta y tú no tenían algo que decir, siguieron caminando sin mirarse hasta que llegaron a una esquina y te despediste con cierta pena ya que esperabas que Hinata sintiera algo por ti pero al parecer habías malentendido todo.

—Gracias por acompañarme Hinata-kun. Nos vemos.—sonreiste para darle la espalda y seguir caminando.
—Si

Al llegar a la entrada de tu casa sentiste unos pasos apurados, era Hinata que venía corriendo detrás de ti, te sorprendiste al verlo tomar una gean bocanada de aire y mirarte. Esa mirada que ponía cuando hablaba enserio, esa que te gustaba tanto, esa mirada iba dirigida a ti.

—Me gustas. —soltó— Me gustas mucho ______.
—Hinata... —lo miraste para sonreirle y abrazarlo— tu también me gustas.
—¿Eh? —ahora su rostro estaba rojo, pero aun así volvió a abrazarte— nunca pensé que me dirías lo mismo. Pro-prometo que t-te cuidare.
—Gracias Hinata-kun —dijiste para darle un beso en la mejilla y esconderte en su cuello.

Sin duda podías quedarte así para siempre, aún en este frío si estabas con el radiante sol no te importaba nada.