Presente...
Aquel día había sido especialmente horrible. No era el tipo de persona que se quedaba hasta tarde trabajando en la oficina. Su opinión al respecto siempre había sido que "soldado que huye sirve para otra batalla", y por tanto, irse a casa pronto, dormir, y al día siguiente enfrentar la montaña de papeles que debían estar agolpándose en su mesa, era para él la opción más sensata, y a la vez quizá la más cómoda.
Pero ese día no había podido ignorar los problemas de última hora que habían surgido con el manuscrito de su autor al cargo más importante, Ijuuin-sensei. En el último momento había decidido cambiar una escena de forma casi nimia, pero por supuesto, si el mangaka decidía hacer alguna modificación, él solo podía aceptarlo. Si no le había pedido que se reunieran al día siguiente para acabar con ello, había sido porque estaban a viernes, e Ijuuin solía ser del tipo de persona que se estresa si no consigue lo que quiere rápidamente.
Por ello se había visto obligado a solucionar todo aquel tema antes de poder irse a su casa. Por supuesto, su fantástico plan sobre alcanzar a Yokozawa y volver juntos a casa se había visto truncado, así como su idea de cenar los tres juntos, pues cuando llegó a casa eran cerca de las once de la noche.
-Ya estoy en casa...-Dijo con una voz más cansada de lo que esperaba. Definitivamente no estaba acostumbrado a esforzarse tanto en un solo día.
Se sorprendió al no recibir respuesta alguna desde el interior de la casa. Únicamente Sorata estaba en frente de él, aunque tampoco parecía estar muy alegre por su llegada. Caminó hasta el salón para encontrarse con Yokozawa y Hiyori cómodamente sentados sobre el sofá. Cuando él llegó, ambos se callaron abruptamente y le miraron en seguida. Parecía que simplemente había hablado demasiado bajo y por tanto no lo habían escuchado.
-¡Kirishima-san! ¿Cuánto llevas ahí?- Preguntó Yokozawa más nervioso de lo normal. ¿De qué estarían hablado?
-Papa, bienvenido.- Habló Hiyori bastante más relajada y con el pijama puesto. Parecía estar a punto de acostarse.
-Acabo de entrar, supongo que no me escuchasteis.
-Llegas muy tarde hoy. ¿Qué pasó?- Preguntó su hija mientras lo veía quitarse el abrigo.
-Un autor tuvo un pedido de última hora y no pude librarme.
-¿Te sirvo la cena?- Preguntó entonces Yokozawa. A lo que él simplemente asintió, haciendo que el hombre se levantara en seguida del sofá para ir a la cocina.
-¿De qué estabais hablando?- Preguntó de forma casual lo bastante alto como para que le oyeran, tanto Hiyori que estaba delante, como Yokozawa, quien estaba de camino a la cocina.
-Nada importante.- Respondió Hiyori de forma inocente. Adoraba a su hija, pero odiaba un poco que de un tiempo a esta parte hubiera desarrollado esa característica tan propia de su padre que era "mentir". Cada vez que ella hacía algo así, se daba cuenta de cuanto había crecido. Un par de meses más y ya estaría en la Secundaria. El tiempo realmente pasaba deprisa.
-¿En serio? ¿Nada?
-Tan solo comentábamos el nuevo libro de Usami-sensei.- Respondió sin siquiera un atisbo de nerviosismo.- Bueno, yo me voy a la cama ya.- Dijo finalmente levantándose del mismo sofá en el que él se estaba sentando.
-¿Ya? Es viernes.
-Mañana he quedado con mis amigas bastante pronto. No quiero ir con sueño. Solo estaba despierta porque quería poder decirte buenas noches.- Y entonces le dio un beso en la mejilla para luego caminar hasta la cocina.

ESTÁS LEYENDO
Kirishima no baai
RomanceAbstract: Todos sabemos cómo Yokozawa llegó a enamorarse perdidamente del Editor Jefe de Japun, pero, ¿y Kirishima? Obviamente él debe tener su propia historia. Sin embargo, a pesar de haber llegado tan lejos, su presente con Yokozawa parece estar...