Llegó octavo grado, recuerdo el primer día, llegué y me senté en algún pupitre que estuviera vacío, esperando con ansias a mis amigas, me quedé sentada. Llegó el receso hablamos sobre nuestras vaciones, todo iba bien, así lo parecía.
Conforme pasó el tiempo seguíamos hablando normal como siempre lo hicimos, pero con el paso de los meses notaba algo raro, sentía que comenzábamos a distanciarnos,y se lo comenté a Kayla,
-También he sentido eso, casi no hablamos; dijo.
Poco a poco Dannie tambien comenzó a extrañarle. Las tres hablamos acerca de eso. Pero notamos que a Sandy y Kim no les importaba mucho, al contrario, se veían un poco mas felices, como si no les estuviera afectando. En fin, pasaron los días y se notaba mas, era claro que casi no habia confianza, nisiquiera hablábamos nuestros problemas, si no que recurrir de otras personas para hablar era mas sencillo, incluso amigos cercanos comenzaron a preguntarse el porque de nuestra distancia.
Se complicaba demasiado poder salir todas juntas, cuando hablábamos era para preguntarnos acerca de la tarea, o pedir un lápiz.
En estos momentos comenzé a sentirme demasiado triste, pasaba muchos días en mi casa deseando que todo fuera como antes, como todo empezó.
No le comenté nada a nadie acerca de mi preocupación, pensé que nisiquiera les importaría. Trataba de distraerme con lo que sea, salir con mi familia era una buena distracción, pero al volver a casa regresaba a lo que había comenzado.