heyahe «banglo»

daddy

-Junhong, eres muy homosexual –dijo antes de comerse su hamburguesa-

-Tú no tienes derecho a opinar, eres más homosexual que yo –se quejó- Hasta tu admitiste que el profe de música estaba bueno, yo solo dije porque esta tan bueno.

Ese tipo de pláticas eran habituales entre Himchan y Junhong, desde secundaria ellos habían dejado en claro que los penes eran lo suyo y que a pesar de que ambos eran homo nunca habría algo más que amistad en ellos. Una que otra vez se podía escuchar el rechinido de la cama de Junhong por los movimientos de Himchan contra el cuerpo del menor, pero nunca ha habido un romance entre ellos.

El profesor de Música, Bang Yongguk, era el más popular de todo el instituto, y no exactamente por ser un excelente maestro. Su estatura era perfecta para su cuerpo, todo él estaba muy bien proporcionado. Causaba orgasmos con tan solo escucharle o verle, porque su voz era tan baja que llegaba tentar a los infiernos.

-Hagamos una apuesta –dijo Himchan empujando su plato vacío.

El ruido de la cafetería escolar era demasiado alto así que era casi imposible que alguien escuchara el tipo de apuestas que estos hacían.

-Quien llegue primero debe hacer lo que el ganador le diga.

-No es justo-rechistó antes de continuar –Sabes que yo siempre llego antes –admitió tímidamente.

-Bien, entonces...-se quedó pensando por unos segundos mirando hacia la nada hasta que un foco se prendió sobre su cabeza- quien haga ruido antes.

Junhong pensó, él no era mucho de gemir y no le vendría mal un buen polvo con Himchan.

-Bien, pero hará lo que sea. No te rajes –le señaló con el dedo índice.

-¿Cuándo me he rajado, niño insólito? –dijo pegándole en el dedo para que lo bajara.

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Dos jóvenes se encontraban apretando sus bocas para no emitir ningún sonido, el único ruido que se escuchaba en la habitación era la cabecera de la cama de Junhong chocando contra la pared al ritmo de las estocadas de Himchan junto con las respiraciones pesadas saliendo de ambas narices.

Junhong apretaba fuertemente los hombros del mayor dejándole las marcas de sus dedos mientras que Himchan dejaba marcas en la cintura del menor por el fuerte agarre que tenía.

-¡Demonios! –exclamó Junhong cuando sintió como Himchan golpeaba su próstata.

Himchan rio con satisfacción al saber que Junhong ya había perdido la apuesta así que comenzó a golpear el mismo lugar con más fuerza haciendo que el menor maldijera y gimiera entrecortadamente al igual que su respiración. El también comenzó a gemir disfrutando de la apretada entrada dejando maldiciones salieran de su boca.

-¿Cómo es que encuentras mi punto tan rápido? –se quejó Junhong saliendo de la ducha secándose el pelo con una toalla.

Himchan seguía en la cama desnudo revisando su celular con la televisión encendida.

-Porque no es la primera vez que lo hacemos, tonto. Ya te conozco.

Junhong rodó los ojos y se acostó a lado de Himchan.

-¿Qué quieres que haga? –preguntó recordando la apuesta.

-Oh cierto –apagó la televisión y se sentó en la cama echando su celular a un lado- Me compré un juguete por internet y quiero que tú lo estrenes.

-¿Qué tipo de juguete? –preguntó no confiando en los 'juguetes' de su mayor.

-Me alegra que preguntes, tienes suerte de que lo traigo en mi mochila. Me quedaré a dormir ¿problema?