Cap. 14

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Han pasado ya dos semanas, y lo ultimo que supe de Raphael, es que no quería saber de mi. Me dolió en él alma saberlo pero decidí levantarme y ya no hecharme más a morir.

Luisa, una amiga de la universidad, me llama y me dice que nos encontramos en la disco, que un primo de ella me quiere conocer, le digo a Isabel, ella me dice que vamos. Estela está en él trabajo y pues no la invité. Nuestra amistad esta algo turbia últimamente.

Llegamos a la disco y conozco a Esteban, él es de unos 27 años, y trabaja en una cadena hotelera.

Pasan las horas, y ya me quiero ir, no me gusta él ambiente. Esteban se ofrece a llevarme a la casa. Le doy las gracias, me pide mi número, se lo doy.

Con él pasar de los días, no hay señales de vida de Raphael, y no se ni como llegue a ser novia de Esteban. Hemos salido un par de veces, pero aunque he decidido intentarlo, algo me dice que no es correcto.

Las peleas no se hicieron esperar entre Esteban y yo. Peleábamos por todo, y si no había por que pelear, peleábamos por nada.  Hoy voy a conocer  a su madre. Me pareció encantadora. También conocí a Leiri, su prima, una rubia espectacular.

Ya era hora de trabajar, Esteban se marchó y no supe nada mas de él.

Estoy en toalla, me quiero dar un baño. Escucho que tocan la puerta, cuando la abro es Pedro e Isabel, que se desmontan de un Ford gris.

Pedro me da un fuerte abrazo, Isabel también me saluda, pero mi sorpresa fue mayor cuando él ultimo pasajero se desmontó, era él, mi mañosito.
No supe cual fue mi cara pero si que los nervios me causaron un ataque de risa.

Lo saludo formal, y los dejo con Isabel, y me voy derecho al baño, mi corazón aun late desbocadamente.

Estoy de espalda a a la puerta del baño, ensimismada en mis pensamientos, cuando siento la esencia de alguien detrás de mí...

Hola -  me susurra en mi oído izquierdo.

- Hola
Me giro suavemente para encararlo. Pero entonces él esta muy cerca de mi, y su perfume llega a mis fosas nasales.

Como has estado? - me pregunta.
- Bien

Dame un beso - me dijo.

No - le contesté.

Dame un beso - me repitió.

Él al ver mi negatividad, sujeta mi cara y estampa sus labios contra los míos, en un principio me negué, pero llegué a un punto en donde sus labios habían roto mis barreras, yéndose a la mierda mi fuerza de voluntad.

Mis rodillas estaban flojas, no había fuerza alguna en ellas. Mis manos tomaron vida propia sujetándolo y atrayéndolo hacia mi. tuve que romper él beso pues me hacia falta aire.

Me dejas dar un baño, por favor - le digo.
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#Mañosito_Mío CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora