I

74 5 0
                                    

—¿Porqué tengo que ser yo?, ¡Yo no pedí nada de esto!–Gritaba una niña de nueve años a su madre, desesperada por respuestas mientras intentaba de salir del agarre de dos hombres que la sostenían de los brazos.
—Lo sé cariño, lo siento tanto por hacerte esto, espero que entiendas cuando crezcas que no tenía otra opción.–Decía la mayor a su hija, mientras trataba de no llorar delante de la menor.
Poco a poco la niña se fué alejando de la vista de la señora, quedándose solo con el recuerdo de los gritos desesperados de la pobre pequeña.

Esa vez fué la última ocasión que Julya recuerda haber visto a su madre, después de eso, todo se había vuelto oscuro.

                            )•(

Julya no recuerda nada más de su madre, ni su aspecto, ni su olor.
Sólo esa triste voz de despedida que le dedicó antes de que el infierno se desatara en su vida.
¿Qué pasó después?, Se preguntarán. Sucede que utilizaron la pura e inocente alma de Julya para cosas  horribles, la sometían día y noche a múltiples rituales dolorosos, pasaba el tiempo que podía aprendiendo para poder escapar algún día de las mazmorras donde la tenían encerrada.
Pero hay algo que Julya nunca olvidará, y es la ley de la brujería.

“Todo lo que enviamos nos viene de vuelta, lo que quiere decir que si enviamos pensamientos y acciones de bien, lo recibiremos, incluso aumentado entre tres a siete veces ese bien, y lo mismo sucede con el mal”.

Y así es como al pasar de los años comprendió que en la brujería existen dos tipos de magia; la blanca, usada solamente para el buenos propósitos, y la negra, que es la cual la tenían expuesta las que formaban miembros de ese Aquelarre.
Para eso necesitaban esas brujas a Julya, para que todo lo horrible que ellas hacían no les afectará a ellas, si no a Julya. Ella era como un tipo de sacrificio para que no recibieran ese mal las perras.

Y no fue solo eso lo pudo aprender con seis años de estar en encerrada en ese maldito lugar,ya había crecido, ya dominaba la magia, Así que con quince años, Julya había creado un nivel neutro de magia. Magia gris, ni buena, ni mala, así que se podría defender apropiadamente de magia oscura luchando fuego contra fuego, pero también usando la magia blanca a su favor.

Por fin se sentía una verdadera bruja.
Ya estaba lista, ya no más dolor.

Todo cambiará hoy.

Hoy era el día,

Hoy se ganaría su libertad.

The Witch, And The Loser's Club    •It•🎈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora