nothing; larry os

nada (única parte)

A Harry le encantaba el modo en que la brisa respiraba a través de sus rizos en días de tormenta. Era una lluvia torrencial, los desagües de la ciudad fluían, el taxi circulaba en estado salvaje. Harry cerró los ojos y sintió que el viento se rompía de nuevo, y luego se convirtió en un escalofrío.

Estaba dando un paseo por la ciudad hace horas, cuando un golpe de trueno sacudió sus pies. Momentos más tarde, un relámpago de luz brilló en toda la ciudad, dándole a Harry la piel de gallina por los brazos. Todos en las calles contemplaban las nubes grises que envolvían el cielo con ojos anchos, gotas de lluvia cayendo sobre el pavimento.

Ahora, el pelo empapado de Harry goteaba sobre el suelo de la alfombra, decenas de personas irrumpieron a través de la puerta, buscando refugio de los fuertes vientos y las gotas de lluvia.

Harry estaba dentro de una gran universidad. Horas atrás, las nubes grises empaparon a Harry con lluvia, y mientras pensaba que podía llegar a su apartamento, él estaba mojado, frío y equivocado.

Miró hacia el gran fuego que había, anhelando el calor que éste le daba. 

Otra mujer entró, el viento golpeó el fuego y lo apagó. Todo el mundo lloriqueaba y miraba a la pequeña mujer, pero parecía contenta de salir de la lluvia, su paraguas estaba roto.

La gente trató de encender el fuego de nuevo.

Un fuerte estallido de trueno hizo temblar el candelabro, causando pánico, y el poder parpadeó por sólo un segundo. Harry se quitó la capucha de su chaqueta, su cabello goteaba. El lugar entero olía como calcetines y perro mojado.

Harry cerró los ojos, un trueno rugiendo sobre la ciudad, todos en el edificio haciendo un grito de silencio. Harry abrió los ojos, confundido por la oscuridad. Un destello de relámpago se filtró a través de las ventanas y pudo ver las siluetas débiles de todo el mundo en el edificio.

El poder estaba fuera.

Todos entraron con susurros descuidados, esperando el siguiente flash de iluminación, usando sus teléfonos para tener luz. Harry se levantó con curiosidad, sus gafas empañadas no le ayudaron a ver.

Harry se quitó las gafas, cogió una parte de su camisa y limpió las gotas de lluvia. Su camisa ya estaba empapada, así que no hizo ninguna diferencia. Se los puso de nuevo, escuchando pequeños susurros como:

—Permiso —dijo una voz pequeña, alejándose de la multitud. De repente, un pequeño perro comenzó a ladrarle, explicando el olor del perro, haciéndole tropezar con sus propios pies. Todos en la habitación se callaron, el dueño gritó al perro para detenerlo, y todos volvieron a sus susurros.

Lo que Harry no esperaba era que el hombre cayera sobre él. Golpeó a Harry, dándole una bofetada en la cara con la mano y haciendo un fuerte golpe. El rostro de Harry se volvió y chocó contra la pared, cayendo sobre su espalda, inclinando las piernas, aplastándolas más cuando el hombre cayó sobre él. Sucedió todo tan rápido. Harry gimió, su cara le dolía, sintiéndose como si le hubieran dado una patada en el estómago.

—Esto es la escuela secundaria de nuevo —murmuró Harry, algo goteando de su nariz. Harry se llevó la mano a la nariz, tocando lo que había en su cara.

El hombre gruñó y hundió su codo en el estómago de Harry cuando se bajó de él.

—Dios mío, ¿estás bien?