Al Otro Lado de la Puerta

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Era un día normal en Canterlot Higt, las clases ya habían culminado para fortuna y alegría de Rainbow Dash, ya que eso significaba que tendrían el salón de música a su disposición como siempre, claro que lo disfrutaría más sino fuera por dos personas a quienes les encantaba llegar tarde a todos los ensayos, con el pretexto de que se quedaban a hacer algún tipo de experimento químico, cosa que Rainbow no entendía, quien querría hacer operaciones complicadas con números gigantes, si podían rocanrolear y transformarse con un montón de rayos epilépticos, nunca entendería a esas dos.

Ahora se encontraba dando vueltas impacientemente de un lado a otro, mientras sus amigas la observaban.

— Dash, cálmate —decía Applejack quien ya comenzaba a marearse con todas las vueltas que daba chica de ojos color cereza— ya llegaran solo ten paciencia.

— Applejack tiene razón, querida —concordó Rarity— ya sabes que ellas dos van a demorar, además tuvieron la consideración de avisarnos, asique creo que no deberías estar tan molesta.

— Sí, quien sabe tal vez están buscando la cura para alguna rara enfermedad. —dijo Pinkie mientras devoraba una paleta.

— ¿Ah sí?, pues si ese es el caso pueden buscar la cura contra el SIDA en otro momento —se quejó comento fastidiada la corredora para después tomar asiento junto a Pinkie.

— Paleta —ofreció la chica de orbes azules.

Rainbow aceptó la paleta, tratando de encontrar la paciencia suficiente para esperar, lamentablemente, paciencia, no era una cualidad en ella. Y más pronto que tarde exploto

— ¡Ya es suficiente! —todas se sobresaltaron con aquel grito, era obvio que ser paciente no era una habilidad de Rainbow.

— Rainbow cálmate —Fluttershy trató de convencerla.

— ¡NO, IRE CON ESE PAR DE CEREBRITOS Y LAS TRAERÉ A RASTAS DE SUS BATAS EXAGERADAMENTE BLANCAS! –Rainbow salió del salón hecha una furia.

— No creí que se enfadara tanto por los ensayos —comentó Fluttershy.

Ya sabes cómo es ella querida —dijo Rarity al tiempo que se retocaba el maquillaje— los ensayos son algo importante para ella, solo espero que no interrumpa nada importante, he oído que los experimentos químicos pueden llegar a ser peligrosos si no se tiene la concentración suficiente.

Rainbow se dirigía al laboratorio de química esas dos la escucharían, no podían seguir retrasando los ensayos, "Par de irresponsables... vaya Rainbow desde cuando hablas así, es porque eres 20% más genial", Rainbow siguió alagándose a sí misma en su mente que sin darse cuenta de ya estaba enfrente de la puerta del laboratorio. Pero antes de tocar escucho la voz de Sunset.

— No seas tímida, sube más tu falda —Rainbow frunció el ceño de forma confusa "¿Qué fue eso?" se cuestionó mentalmente.

— Sunset, es... espera —Rainbow no pudo evitar pegar la oreja a la puerta, necesitaba despejar sus dudas. — ¿Estas segura de lo que haces?

— Confía en mí, no te dolerá, además es lo mejor que puedo hacer, fui demasiado rápido, lo siento, pero déjame hacerlo –A Rainbow casi se le desprende la mandíbula después de escuchar eso "no Rainbow estas imaginando cosas, ellas deben estar hablando de otra cosa", pego su cara a la puerta, tal vez si escuchaba un poco más saldría de dudas.

— No importa yo te clave las uñas, anda hazlo, solo ten cuidado.

— Seré delicada, déjame ver —hubo un lapso de silencio y después nuevamente se escuchó la voz de Sunset— esta hinchado y rojo.

Al otro lado de la puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora