Prólogo.

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[Leer nota final]














Seguía sin entender por qué estaba allí parado, tomándose del estómago, evitando vomitar sobre el suelo color beige o en las paredes multicolores que adornaban el lugar, Louis de verdad estaba haciendo un esfuerzo al ver a su al rededor y no botar todo lo que había comido esa tarde.

"Entonces..." Gritó para hacerse escuchar sobre el ruido de la música y el bullicio de la gente "¿Debo quedarme una tres o cuatro horas hasta que te aburras de bailar?"

Millie, su amiga, lo miró y rodando los ojos a punto de volver a repetirle todo lo que le había explicado en el colegio.

"¡Ya te lo he dicho, Louis!" Gritó haciéndose escuchar, la música era tan alta que hacía que sus pechos retumbasen en su lugar "¡Si no vengo contigo mi papá no me deja venir!"

Louis suspiró y se masajeó la sien tratando de tranquilizarse, sin mucho éxito, decidió ocultar su enojo. Millie era su mejor amiga y era ella quién le aconsejaba y le ayudaba con las chicas basada en sus propias experiencias.

"¡De acuerdo!" Entrecerró sus ojos para poder ver mejor a su amiga, ya que las luces le encandilaban la vista.

Millie sonrió ante lo que dijo su amigo y corrió a la pista dónde varios chicos y chicas se divertían, bailaban y otros pocos se tocaban entre sí, lo típico de cualquier antro nocturno.

Gruñó por lo que había visto y se acercó a la barra en donde vio a una chica de pelo rosa y con lentes de contacto de distinto color, Louis se rascó la nuca mirando hacia el costado para disimular su sorpresa, rápidamente volvió a centrar sus ojos en la chica de pelo rosa luego de haber visto a una pareja de chicos besarse, se tapó la boca con sus manos ahogando una arcada. La chica de pelo rosa se percató de lo que hizo Louis y le habló.

"¿Qué hace un homofóbico en un Antro Gay?" Louis se preguntó lo mismo hasta que se acordó de Millie.

"Huh, estoy acompañando a mi amiga" Se sintió algo incómodo y tembló ligeramente al escuchar a la pareja de chico decirse palabras de afecto "Huh, podrías darme algo para no vomitar?"

"Esto no es una farmacia chico, sólo tengo tragos no pastillas"

"¡Un trago entonces!" Dijo claramente desesperado, el castaño carraspeo la garganta al darse cuenta que había sonado muy necesitado.

Aunque sí, necesitaba un trago para poder sobrevivir. Hacía esto por Millie y no quería arruinarle la noche luego de que les costara un mundo convencer a su papá para que los dejase ir.

La chica de pelo rosa asintió mientras rodaba sus ojos y le daba la espalda al castaño para preparar el trago y ponerle hielo. Se lo tendió y el castaño lo miró dudoso por los colores que tenía pero decidió beberlo igual.

La chica se fue a atender a otros clientes dejándolo solo y con una pareja gay a su lado.

Bebió el trago de un sorbo, era extremadamente delicioso. Llamó a la chica para pedirle otro trago de ese líquido dulce y colorido.

"Es adictiva" Dijo la chica entregándole el segundo vaso.

Pidió el cuarto vaso, ed que era el trago más delicioso que había probado en su vida. Un chico de rizos llegó quejándose y gritando, su voz era profunda aunque el estar chillando le agudizaba un poco la voz.

"¡Me tocaron el trasero otra vez!" Gritó el rizado dirigiéndose a la chica de pelo rosa, esta asintió como si estuviese acostumbrada a los ataques de chica loca del rizado "¡Ya no puedo soportarlo, esos chicos son unos asquerosos, Alegra"

Como dejar de ser homofóbico en 5 besos [L.S - Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora