벚꽃 arboles de cerezo; kim namjoon

❀🌸❀

Sonreí mientras lo vi pararse, elevar su teléfono y presionar en la pantalla capturando la imagen de los arboles de cerezo.

Metí la mano que no estaba sosteniendo mi cappuccino en el bolsillo de mi abrigo. La primavera había llegado a Corea pero por estas horas de la mañana todavía corría una brisa algo fría.

Me detuve unos pocos metros delante de él, esperándolo. Cuando estuvo contento con sus fotos, Namjoon guardó su teléfono y se acercó a mí sonriendo sin mostrar sus dientes, alegre. Nos habíamos extrañado, él hace unos días había vuelto de un tour y esta era nuestra primera vez en vernos desde que se fue.

Llegó hasta mi lado, saqué mi mano del bolsillo para entrelazarla con la de él y seguimos paseando por el parque en nuestra pequeña cita.

En el parque no se encontraban tantas personas, solo aquellas que salían a hacer ejercicio en las mañanas y algunos ancianos conversando, logrando así que el lugar sea tranquilo y sin bullicio.

Sentí la mano de Namjoon calentando la mía. Dios, lo había extrañado muchísimo. El solo poder tenerlo a mi lado, sosteniendo su mano me hacia tan feliz.

Ambos íbamos en silencio y yo todavía no podía quitar aquella sonrisa que tenía desde el primer momento en que pisó mi departamento esta mañana. Lo quería muchísimo.

De repente inclinó su cabeza hacia mi cara, le quise devolver la mirada y él la desvió hacia el frente. Sonriendo, a lo igual que yo.

-¿En qué piensas? –Me preguntó.

Sonreí y se me escapó una pequeña risita. Me sentía una niña de catorce años en su primera cita.

-En que el parque está hermoso... –dije mirando risueña a los cerezos de los cuales caían pequeñas florecitas rosas- en que me gusta sostener tu mano... -le di un ligero apretón y él rió suave- en que te extrañé, y en que te amo.

Elevé mi vista sonriendo y él me devolvió la sonrisa mirándome también.

Detuvo su paso y me hizo mirarlo de frente.

-No hubo día en que no pensara en ti. –Me confesó, acarició mi mejilla corriendo algunos cabellos fuera de mi cara. –Y lo mucho que anhelé poder acariciarte o besarte.

Sostenía mi cara con una mano mientras la acariciaba con su pulgar. Se veía tan hermoso con los arboles rosados detrás y el cielo claro. En ese momento quise llorar. Era tan afortunada de tener a alguien que me amara tanto como yo lo amaba a él a mi lado. Se acercó más depositando un suave y dulce beso en mis labios.

-Te amo. –Susurro pegando su nariz con la mía mientras volvía a darme un beso corto.

Cuando se alejó me sonrió y volvió a tomar mi mano entre la suya para así continuar con nuestra caminata.

Kim Namjoon, eres mi vida.