El costo de la felicidad. (EXO/MINIFIC/KAI)

Antes que nada esto no es un fanfic extenso, sino más bien un pequeño fic, o imagina. Gracias por leer♥

Narras tú: 

Que gloriosas nuestras horas de pasión a escondidas... Justo este momento en el cual estamos huyendo tomados de las manos bajo el riesgo de morir, ni siquiera me importa si lo paso a tu lado, por fin termino nuestro sufrir, en cuanto crucemos esas calles seremos libres y nadie mas nos podrá separar. Me miras con tu rostro lleno de sudor y aún con el cansancio que te rodea tienes las fuerzas para sonreír.Fin de tu narración.

Narra kai:

No te soltaré, aun que un millón de balas perforen mi cuerpo no soltaré tu mano, cubriré tu cuerpo de el peligro y te protegeré de todo, al fin puedo sacarte de ese lugar, por fin puedo saber que ese hombre no te pondrá una mano encima NUNCA MÁS. Mi amada Tn__ No soltaré tu mano así tenga que morir. Y jamas dejaré de sonreírte ni una sola vez, tú mereces más de millones de estrellas, mereces mas que joyas caricias cargadas de amor y pasión, más que dinero besos cálidos con los cuales puedas sentir la protección que yo te doy. Fin de su narración.

Narras tú:

Todo comenzó hace algunos años. Kai y yo no nos conocíamos aun, yo vivía sumergida en la pobreza mas sutil que podía existir. Mientras que él era el hijo ilegitimo de uno de los hombres mas ricos del país. Mientras él pasaba su niñez lleno de lujos y rodeado de soledad, yo vivía llena de amor ''maternal'' y con carencia de millones de cosas necesarias. Mientras pasaban los años cada y yo iba creciendo, mas cuenta me daba de lo necesario e importante que era el dinero, sin embargo le tome más importancia de la que debería, miraba la televisión, los dramas, y deseaba ser como esas actrices que llegara mi chico rico y se enamorará de mí. Y que a partir de ese día nada más me faltará. Pero la vida no era un drama, eso no pasaría, y si la montaña ni viene a mí, yo iría a la montaña. Cuando mi madre murió tuve que comenzar a trabajar, justo mi trabajo era un Coffee shop cerca de una millonaria empresa y los empresarios compraban su café ahí todos los días. Todos eran viejos a punto de morir, con decenas de hijos regados y millones de dolares en mas de 100 cuentas de banco en todo el mundo. Pero quien diría que uno de esos tantos viejos aún MÁS rico que todos se fijaría en una simple mecerá como yo. — Nadie es simple en esta vida querida, sólo te falta una pulidita como a todo diamante. —Me dijo él mientras me mostraba un collar de perlas puras. — Entonces... ¿Usted me está ofreciendo que yo... me vaya a vivir a su casa y sea su ''mujer'' a cambio usted me dará dinero y lujos como éste, o más caros? — Él sonrió. — No eres tan tonta después de todo. — Suspiré. — Deme un día, mañana a esta hora le diré mi respuesta. Si le doy el collar es porque no he aceptado su propuesta, pero si lo traigo puedo es porque he aceptado. — . — Mañana a esta hora. — Él se paro y se fue. Mientras más veía el collar más convencida estaba de irme con él. Es decir, ¿cuántos años podrían quedarle? ¿1, 2, 3? quién sabe, pero si yo podía aprovechar su fortuna estaba perfecto. Mientras limpiaba las mesas casi para cerrar un muchacho un poco mayor que yo al parecer, entro enfurecido, se sentó en la mesa y comenzó a maldecir. Me acerque para preguntarle si necesitaba ayuda. — Disculpe... — Y entonces volteo... Dios no pudo haber creado más belleza que la que él irradiaba. — ¿Qué? — Reaccione. — ah.. ¿Qué va a tomar? — Él tomo el menú, y lo aventó a la mesa. — Tss... café americano. — Lo apunté sin quitarle la mirada de encima. — ¿Algo más? — — No. — . — Sale una americano para el joven por favor — Termine de limpiar y él aun no terminaba su café. De pronto mire que una lagrima rodaba por su mejilla y la limpié. — Es increíble que un joven tan guapo lloré de la nada. Que chica tan tonta la que te ha echo esto. — Él me miro y se limpió. — Ni siquiera ha sido una chica. — Se paro, tiro un billete a la mesa y se fue. — Ah... Tu cambio. — . — Conservalo. — Se subió a su moto y se fue. Que no daría yo por tener a un chico tan guapo y elegante como novio, o como pretendiente, pero a cambio sólo tengo a viejos millonarios y asquerosos rodeándome. Suspiré hondo, mientras limpiaba la cocina algunas tazas se cayeron y se rompieron, en ese mismo momento fui despedida, ahora si era el colmo. Estaba despedida y sin dinero. No me quedo de otra, al día siguiente aceptaría a el presidente Jae-Hio. él era el dueño de una de las mejores empresas del país. Y sin embargo quería a una mecerá cualquiera como compañera de vida. Al día siguiente me arregle lo más que pude, llegue hasta la coffee shop y me puse el collar. Justo cuando iba a entrar salió él. —Pero miren que tenemos aquí... Me acabo de enterar que estas despedida. Tsh tsh... Que bueno que traes el collar puesto, ahora ven conmigo. — Tome mis maletas y él la aventó. — No necesitarás esa basura a donde vamos. —Me jalo y me metió dentro de su carro. Llegamos a una tienda lujosa y comenzó a comprar montones de ropa, pero a mi ni siquiera me dejo bajar del auto. — Al llegar a u mansión me hizo bañarme y ponerme uno de los lujosos vestido, un montón de maquillistas y estilistas arreglaron mi cabello y mi rostro. —A partir de hoy eres mi mujer y nada te va a separar de mí. — Exclamo él. Mientras se acercaba para besarme un chico interrumpió milagrosamente. — ¡¡¡Papá!!! ¿Cómo te has atrevido a traer a una tipa cualquiera para remplazar a mamá...? — Él me vio, y al verlo lo reconocí de inmediato. — ¡¡TÚ!! — exclamo él. — Yo te conozco... Eres la tipa del Coffe shop... ¿Qué una mecerá para ocupar su lugar. ¡Estás loco si crees que la aceptaré.! ¿Qué edad tienes, 19, 20, 21? no, eres muy joven para ser mi madrastra... ¡NO LO ACEPTO!. — Su padre sonrío. — No he pedido tu opinión... BASTARDO. Largo de aquí, tengo una chica que estrenar... — Mientras ese hombre me tomaba para él, yo no dejaba de pensar en ese chico, ¿Quien era? todo de él me parecía bello e interesante. — No sabia que eras virgen... Eso merece más para ti. Mañana mismo tendrás tu fiesta de presentación. — A su lado yo no era más que un simple maniquí con el cual jugaba y adornaba su asquerosa existencia. Pero para mi él sólo era una mina de oro, con un hijo hermoso del cual estaba enamorada. Por la mañana me encontré con él. — Soy Tn__ Puedes tutearme... y tú eres?— Me hizo a un lado. — KAI, recuerdalo muy bien, porque... ese nombre vas a repetir con odio muchas veces. — Sonreí. —No quiero pelear, e decir ahora tú y yo somos familia deberíamos ser amigos por lo menos. — Él se acerco a mí y me postro contra la pared. — ¿Amigos? ¿Cómo si sólo eres una arpía...? Oye, te ves más bonita sin todo ese maquillaje encima de ti. Por lo menos mi papá no tiene malos gustos. Creo que tengo una idea ahora... — Estábamos en medio del pasillo principal, él me miro fijamente. — ¿De que idea hablas?— Él río, y luego me miro, poco a poco se acerco más a mí, —¿Estás loco? estamos en donde todos podrían vernos. — Él abrió la puerta del baño y me metió, entro él y cerro con seguro. — ¿Qué haces? ¡Sal! o salgo yo... — Me acorralo con sus brazos. — Yo te gusto, lo sé, no te culpo, pero... — Él termino besándome, sus labios tenían un sabor único, podía sentir como ese rose de piel con piel despertaba mis más profundos deseos, mientras más tiempo pasaba entre nosotros, mi respiración más cálida se hacía, el puso su mano en el nudo que ataba mi bata y jalo lentamente, estaba por caer cuando, su padre toco la puerta. — Tn_ Amor mío, ¿estás ahí dentro? si es así, déjame entrar, podemos bañarnos juntos. — Estaba muy nerviosa, no sabía si contestar o dejarlo así. Pero kai salvo mi pellejo. — No soy tn_, ella debe estar en otro lugar, porque aquí no está... — . — Ah... Kai, perdona, ya sabes el amor, el amor. — Kai se asomo para ver si ya no estaba y al no verlo me dejo salir. — Te espero esta noche en mi cuarto, la puerta azul... — . — Pero, ¿y tu papá? — . — 3 pastillas del frasco rojo en su café, y no despertará hasta las 7 u 8 de la mañana, si no estás segura, pon 4 y ni una más. — Ya me iba cuando él me jalo del brazo y me beso apasionadamente. — ¡Tn__! ¿dónde estás? — Se escucho a su padre subir mientras yo corría a el cuarto, me recosté rápido con esa sensación de que alguien venía pisando mis talones. — ¿Qué pasa? — Pregunté disimuladamente. — ¿Dónde estabas? — Dude... — Fui a buscar el baño, pero no, estaba ocupado, así que busque otro, pero como la casa es tan grande me perdí... y decidí regresar... — Él no parecía creerme. Me beso quitándome el sabor que kai había dejado. —