25 | the one with mexico

2.4K 273 12
                                    

—50,000 POR DEREK —aunque tenía un fuerte tono, Alice estaba petrificada en su interior mientras ponía la última paca de dinero frente a Araya; la mujer que había capturado a Derek a mitad de México.

La dama sonrió, inclinándose hacia adelante. —Ahora, ¿de dónde consigue una adolescente tanto dinero? ¿La mafia japonesa? —Una mujer joven sentada en el sofá al lado de ellos sacó su arma, sonriendo maliciosamente—. Y ni hablar de venir sola.

El vestigio de una vaga sonrisa cruzó por los labios de Stiles. —¿Qué te hace pensar que vinimos solos?

Su cara cayó. —¿Trajeron un lobo a casa?

Ahora, Alice sonrió. —No. Trajimos a un Alpha.

—Mis amigos... no creo que estén conscientes del poco tiempo que tienen. ¿Saben lo que es la Luna Oscura? —Se levantó, mirando por la ventana de barrotes.

—La parte de la fase lunar donde la luna es menos visible en el cielo —Lydia respondió en voz baja.

Araya se dio la vuelta. —¿Pero conocen su significado?

—Algunos dicen que significa reflexión. O duelo —Alice respondió, su cara cayendo ligeramente.

—Duelo y pérdida, mija. Me pregunto por qué, cuando tú y tus amigos han sufrido tantas pérdidas se arriesgarían de nuevo por alguien como Derek Hale.

Stiles la miró. —Porque no nos gusta perder.

Ella sonrió, antes de que su walkie talkie se encendiera. Eran los guardias de este y oeste diciendo que todo estaba despejado, excepto un guardia que no respondió: el del norte. Alice mordió su labio para no sonreír con satisfacción mientras Scott respondía al walkie talkie. —Stiles, quita diez de la mesa.

—Quizás simplemente deberías tomar el trato —Alice sugirió, aliviada de que podrían estar llevando las de ganar. Lydia estuvo de acuerdo.

Araya puso ambas manos en la mesa, manteniendo su sonrisa. —Por más que me tente la oferta de una Banshee y una nigromante, me temo que debo declinar.

—Vamos. Sólo danos a Derek. No lo quieres de todos modos. ¿No te has dado cuenta de lo malhumorado que es? Sin sentido del humor, mal conversador. Solo, vamos, toma el dinero —Stiles argumentó, Lydia y Alice estando mentalmente de acuerdo, ya que tenía algunos buenos puntos.

Araya tomó su walkie talkie. —¿Severo? Muéstrales como negocian las Calaveras.


...


¡Kate! ¡Es Kate! —La respuesta de Alice trajo alivio y satisfacción a todos en la habitación. Scott y Lydia habían estado atados a dos sillas, cada una conectada a cables que les darían descargas eléctricas cada vez que Kira encendía a la fuerza el aparato. Araya necesitaba saber quién se llevó a Derek, pero ninguno tenía la respuesta.

Pero cuando mencionó sobre alguien siendo convertida en hombre lobo por un rasguño, Alice recordó lo que Allison le había contado. Te pueden convertir por un rasguño, si las garras van lo suficientemente profundo. Scott le había dicho a Alice que el padre de Allison le había dicho lo mismo a Kate, cuando le estaba explicando los eventos que habían sucedido antes en Beacon Hills.


...


—Scott, juro que si haces algo estúpido, te voy a herir —Alice regañó como una madre al chico más alto, quien le disparó una sonrisa a su pequeña figura y palabras amenazantes. Él estaba a punto de ir solo con Braeden a encontrar a Derek.

—No lo haré. Lo prometo, Al —respondió él, dándole un rápido abrazo antes de saltar a la motocicleta de Braeden e irse.

La noche llegó y los adolescentes estaban muy estresados, ya que el Jeep de Stiles decidió fallar en medio del desierto. —Vale, ¿qué tal si dejas de decirme pasivo agresivamente cómo sostener la linterna? —Alice le dijo de mala gana a Stiles, mientras él le decía por enésima vez que dejara de sacudir la linterna mientras él trabajaba con el Jeep. Junto con ellos estaban Lydia, Malia y Kira –todos varados a mitad de la nada. De hecho, en algún lugar de México. Scott se había ido hace ya mucho con Braeden para encontrar a Derek y Kate, quien también se había convertido en mujerlobo y mató a una docena de personas para escapar de las Calaveras.

—Bueno, si solo dejaras de mover tu mano...

—¡Es porque estamos en medio de la nada con otro monstruo rasga carne! —La voz de Alice se alzó un poco, su respiración volviéndose más rápida al final del su oración, la ansiedad elevándose en su sistema. Stiles la miró, notando su humor negativo y sonrió. —Lo siento, Al, yo solo... —él no sabía cómo concluir, pues no habían palabras para ello.

Ella ondeó su mano. —Está bien —Kira se acercó al Jeep descompuesto, sosteniendo su espada frente a la luz el coche para ver mejor sus alrededores—. ¿Vieron eso? —Preguntó, bajando la espada. Inmediatamente, Malia gruñó, y salió corriendo hacia lo que sea que Kira vio.

—¡Malia, hey! —Alice gritó, pero ambas chicas ya habían salido corriendo, dejando solos a Stiles, Lydia y a ella. El Jeep finalmente rugió de vuelta a la vida después de lo que pareció una eternidad, para el deleite de todos.

Todos consiguieron meterse de vuelta al Jeep, Malia y Kira incluídas, y Stiles aceleró hacia la carretera oscura y vacía. Alice se inclinó hacia adelante desde su asiento en la parte de atrás, así que tenía la cabeza en medio de Stiles y Malia al frente del coche. La rubia se giró hacia la chica. —Tú... ¡es mejor que no hagas eso nunca más!

—¿Hacer qué? —Ella la miró, confundida.

—¡Irte! Cielos, Malia, prácticamente saliste disparada hacia el atardecer.

La castaña frunció sus cejas oscuras. —Yo estaba corriendo.

Alice suspiró. —No, es decir, irte. Pensé que simplemente te estabas yendo —era la verdad; ella temía que Malia había visto la oportunidad de escapar de ellos y solo se fue.

Malia le dio una mirada. —No me iría sin ustedes —dijo, como si fuera la cosa más obvia del mundo—. Es decir, nunca me iría sin ti —ella miró a Stiles, y después a Lydia y Kira—. Sin ellas si me iría.

Alice se hundió de vuelta en su asiento. —Es un trabajo en progreso —Lydia notó el profundo corte que Malia tenía a un costado—. Eso luce bastante mal. ¿Viste algo allí afuera?

Malia sacudió la cabeza. —Apenas. Sin embargo, tenía un fuerte olor. Olía como la muerte.

Tan pronto como ella dijo esas palabras, el Jeep se detuvo frente a una iglesia en ruinas, donde se supone que se debían encontrar con Scott y Braeden. Los vieron salir del edificio, sosteniendo un cuerpo tambaleante con ellos. Todos salieron del Jeep, corriendo hacia ellos. —¿Ese es él? ¿Es Derek? —Malia le preguntó a Alice.

Los ojos de todos se abrieron mucho al ver quién estaba frente a ellos. Era un adolescente, quien misteriosamente lucía exactamente como su lobo malhumorado favorito. Alice tragó saliva. —Algo así.

CLOCKWORK ° STILES STILINSKI ( español )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora