Bienvenido al Hotel California (Parte 1)

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El auto se fue acercando al lugar, la lluvia había cesado por completo. El joven, al salirse de la carretera, ingresó a un camino de terracería. Disminuyendo su velocidad, fue vuelta de rueda para evitar quedarse atascado. El ambiente predominaba el silencio e la madrugada. Sólo se escuchaban los cascabeles de las víboras que le daban la bienvenida.

Al llegar pudo ver que,enfrente de la construcción, sobresalía una hilera de palmeras que lucían muy altas, tan altas que superaban las tres cúpulas del hotel, que a semejaban una iglesia vieja. Cada cúpula estaba iluminada por un color azul.

Mientras el joven cerraba su auto y veía a detalle el aspecto que tenía ese lugar, una mujer, una bella e increíble mujer lo esperaba en la puerta del hotel. Él se quedó mido al verla, pues no vio en que momento había salido al recibirlo; además, si hermosura impactaba a cualquiera: red blanca, cabello rubio, cortó y facciones delicadas, traía un vestido negro como de terciopelo que dejaba imaginar la silueta delicada que había debajo del mismo y, en la garganta, tenía amarrada una mascada bicolor roja y azul.

Ella sólo a acercó. En una de sus manos traía una cena encendida. "¿Para qué una vela en esta epoca?", se preguntó el joven, pero lo mas extraño: "¿Por qué salía a su encuentro siendo alrededor de las tres de la madrugada y con un frío insoportable?"

-Bienvenido al Hotel California-fue lo primero que le dijo la grácil dama-.Mi nombre es Clara. Pasa por favor.

-Yo soy Javier- dijo el joven-.Gracias por la bienvenida, nunca me había pasado algo así en ningún hotel.

La chica no hizo comentario alguno y a dirigió hacia la entrada del hotel. Javier la siguió sin dudarlo; ella era tan hermosa que podrías seguirla a cualquier parte. Al cruzar la puerta principal, un olor a los muebles viejos se hizo presente. Al fondo se veían dos palmeras grandes en macetas blancas circulares, muy cerca de la pared que tenía dos arcos, uno grande y otro pequeño; de hecho, la construcción tenía varias de estas arcadas, incluso en los pisos superiores más pequeños pero en formación de dos a tres.

Esa parte del hotel; es decir el lobby, estaba iluminada por tres candelabros viejos que colgaban del techo. Del lado izquierdo, al fondo, había una pequeña sala tapizada de flores; un par de lámparas de mesa brindarán los extra a esa parte del hotel. El piso estaba perfectamente alfombrado. ¡Qué confortable lugar!

En seguida Clara se dirigió hacia su derecha, hacia una especie de escritorio de madera corrido a ambos lados, con un vidrio en su parte frontal; ahí, a través de un orificio que estaba en su parte inferior, tocó unas campanitas para que atendieran al nuevo huésped.

-Eso no es necesario. No traigo equipaje.

Ante la ausencia de algún administrador, Clara cruzó del otro lado para registran a Javier en el hotel y entregarle la llave de su habitación. Mientras ella hacía eso, Javier se percató que, cerca de donde él estaba parado, habían unas maletas. Seguramente eran de algún huésped que, en un descuido, las había olvidado o esperaba que se las llevaran a su habitación.
No debía de tardar en aparecer para recoger su cosas.

-¿Esas maletas de quién son?-preguntó Javier por curiosidad.

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2018 ⏰

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