19 Sai

¿Cuanto tiempo debe pasar para darte cuenta de lo hermoso que es que tus sentimientos sean correspondidos?

A veces lo odiaba, odiaba a morir su estúpido estado de catarsis, esa en donde por alguna extraña razón le daba por pensar en la inmortalidad de su vida, en realidad no era inmortal pero después de haber peleado contra tantos enemigos, y unos cuantos profesores, sin salir con más que unos cuantos rasguños, comenzaba a creer que si lo era, en fin. Hoy era su día libre del trabajo y así como que tuviera muchas ganas salir, pues no, pero en la noche había recibido un mensaje que no lo dejo dormir en paz.

Salgamos mañana Kacchan

No es que fuera una niñita enamorada pero... ¿Todo con Deku era especial no? Y esa es la razón por la que desde muy temprano se hubiese arreglado y al notar que en verdad era muy de madrugada decidió recostarse en su cama a pensar en un todo pero sus pensamientos siempre estaban llenos de un hermoso color verde y unos mejillas llenas de pecas.

Sus pensamientos comenzaron a vagar, entre el espacio tiempo, su vida en UA, la secundaria, su infancia...
Su rostro hizo una mueca de enojo, lo odiaba, no, si, no, maldita sea no sabia si siquiera todo era real. Lo recordaba, recordaba todo, la admiración, los malos tratos, las peleas constantes... El día en que se le declaro, cuando lo beso, cuando se escabulló a su cuarto para hablar pero terminarón en otra cosa... Quizá ese seria el día que menos podría olvidar, no solo por las inmensas sensaciones que su cuerpo experimento de momento si no también la mirada, esos ojos color esmeralda que tenían un brillo que jamás había visto que resplandecían de amor y deseo, que lo miraban como la cosa más hermosa del universo, como un tesoro más valioso, fue la primera vez para ambos y no sabian exactamente qué hacer, en la mente de Katsuki solo había una cosa: deseo. No solo de tener un cuerpo, era algo más, quería todo lo que esa mirada le transmitía que solo fuera de él y para él ...

Se sentía... Como describir en palabras como se sentía, jamás en su vida había sido bueno con las palabras él era más el tipo de persona que actuaba y gritaba, y eso quedo más que claro un día después de lo ocurrido cuando al terminar una clase "la mejor amiga" de su ahora novio le había hecho una pregunta a este, simplona, vaga, pero directa

¿De donde ha salido esa marca?

Y le señalo una parte de su cuello, pero no solo eso iba a tocarlo, Katsuki podía ver en cámara lenta como la mano de la castaña se acercaba cada ves más, "oh no, perra" fue su pensamiento rápido y en un agresivo movimiento se levantó y golpeo la mano de la chica

-no lo toques, es mio- más que una advertencia, sonaba a amenaza, una que aseguraba la muerte si la rompía

-Kacchan!- giro un poco y logro ver el rostro de Izuku su cara tenía un gran sonrojo pero también una mirada de terror sobre él, pero segundos despues esta cambio, ahora era decidida y miro el acto más cursi, meloso y que lo dejo desarmado en cuestión de segundos, Izuku lo abrazo por la cintura y le dio un ligero beso en la mejilla

-oh Kacchan... - le dijo mientras sentía como lo apretaba más contra su cuerpo y pegaba su mejilla a la suya, la mirada de todos era una verdadera mueca de sorpresa, por su parte el rostro de Katsuki esta en blanco, no tenía expresión alguna, solo sus ojos estaban más abiertos de lo normal, se sentía como un gatito al que le estaban dando amor, y aseguraba que no quería que lo soltaran y no bastando con saberse desarmado las siguientes palabras lo dejaron por los suelos

kacchan también es mío, él y yo estamos saliendo

Oh! En un segundo el rostro de Katsuki se tiñó de un rojo intenso y su sorpresa fue mucha, jamás espero que lo diría así de abierto pero la razón real de su sonrojo era la mirada de Izuku que lo veía de nuevo como su cosa más preciada del mundo.

Después de eso la crítica no tardo en llegar, sus compañeros no lo podían creer del todo, pero era real, las personas que se volvieron un problema en un principio fueron sus padres, que creían que Izuku era muy bueno y el muy malo, al final los dejaron en paz con la promesa de que a la primera pelea que se saliera de control los separarian, odiaba que tratan de meterse en su vida, odiaba que le dijeran que era estúpido...

Una mariposa se ha posado en su nariz, su estado de concentración total le impide el querer moverse para asustarla, solo la mira y piensa en como le gustaría ser libre y no tener que preocuparse con nada, la mariposa alza su vuelo y el solo la ve irse, por fin presta atención a su alrededor, la ventana esta abierta y sigue con la mirada el camino que ha tomado el insecto, sigue en su cama pensando, se da cuenta del gran cambio que ha tenido su vida, de lo irreal que ha sentido el último año, desde que salío de la academia, comenzar su trabajo, vivir solo y un mar de más cosas, se sentía ansioso... Los escasos momento en los que pensaba tan profundo siempre llegaba al mismo punto.
¿Por qué? Que tenía él que no tuviera el resto del mundo, él era tan... Bakugo... Y aun así Izuku le demostraba que lo amaba con cada beso, caricia, con cada mirada de devoción absoluta y ese brillo en sus ojos que resplandecía cada que sus miradas se cruzaban, lo amaba y deseaba que esto jamás se acabara, amaba, no, odiaba su juventud, odiaba el remolino de sensaciones que podía ser, odiaba sentirse inmortal, por que luego reaccionaba y la sensación de perderlo todo era axficciante e Izuku lo aceptaba con absoluta y totalmente todos sus demonios, el timbre de su casa sonó y con eso regreso un poco de su viaje a lo más profundo de su ser, se asomó por su ventana y lo vio, al chico que no podía sacarse de la cabeza, el hermoso verde de su cabeza y una sonrisa en el rostro de hecho desde donde estaba podría asegurar que estaba cantando, se veía feliz...

Maldita sea, odiaba tener 19 años...