Capítulo 1

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Dolor... Tengo un gran dolor de cabeza.

Sueño... Siento como si sólo hubiese dormido 3 o 4 horas.

Acostada... ¿En una cama de hospital?

Abrí mis ojos y lo primero que pude ver fue una pared blanca; a lado de mí, una cajonera con medicamentos e inyecciones, y un tripie con suero y otro con sangre.

Seguía adormilada, decidí parpadear unas cuantas veces para después levantarme. Luego, me senté y empecé a ver a mi alrededor. "¿Dónde... Estoy?", me pregunté.

En mi brazo tenía muchas cosas pegadas, lentamente me las quité y las dejé caer; éstas cayeron encima de un monitor de signos vitales, el cual empezó a sonar constantemente.

Decidí ponerme de pie y buscar un baño. Todo estaba solitario, no vi a ningún doctor ni a alguien en la sala de espera; parecía estar vacío.

Vi los baños y decidí entrar. En seguida, me miré al espejo.

Tenía dos pequeñas coletas, vestía una especie de bata blanca y andaba descalza.

"¿Esta soy yo?", me pregunté. Literalmente, no me recordaba. Es como si no me hubiese visto desde hace siglos. De la nada, me exalté y empecé a despeinarme: me deshice las coletitas y empecé a alborotarme el cabello.

Escuché a alguien corriendo y de pronto, entró al baño.

?: -agitada- ¡Doctor, la encontré! Está aquí en el baño.

Parecía ser una enfermera, ella se acercó a mí pero yo retrocedía. Vi al doctor llegar y se quedó en la puerta.

Doctor: Yazmín, tranquila ¡Qué alivio que estés bien! Vamos a tu cuarto para hacerte un chequeo.

Yo: ¿Me Llamo... Yazmín?

El doctor y la enfermera se vieron entre sí. Yo agaché la mirada tratando de recordar ¡No me acordaba de mi nombre! ¡¿Cuánto tiempo llevo aquí?!

Enfermera: Yaz, vamos a tu cuarto.

La enfermera extendió su mano, la vi por unos segundos y después la tomé. Salimos del baño e íbamos directo al cuarto, pero me empecé a sentir mal. Sentí que... Me iba a desmayar.

Yazmín: Disculpe... Doctor... No... No me siento bien.

Doctor: ¿Qué tienes?

De la nada, caí.

Vuelvo a sentir dolor... Desperté y estaba acostada en la cama, el doctor estaba a mi lado y la enfermera estaba con él.

Enfermera: ¡Dios, Yazmín! Nos diste un gran susto.

Doctor: Al menos no pasó a mayores.

Me les quedé viendo por unos segundos, luego intenté tocarme la cabeza pero me dolía.

Doctor: Ten cuidado. Tuvimos que ponerte una venda, ya que te golpeaste muy feo contra el suelo y comenzó a sangrar.

La Enfermedad Llamada AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora