¿Sabes idiota? Me hice una promesa.
No dejar que ningún estúpido con complejo de superioridad volverá a humillarme.
Así que cambié, no solo mi personalidad, sino, también mi físico.
Mi pelo rubio dorado fue remplazado por un color platino. Mis camisetas y Jeans anchos los cambié por chaquetas de cuero, musculosas y rameras, Jeans ajustados de tonos oscuros.
Me mire al espejo de cuerpo completo y susurré con una sonrisa de medio lado:
-Prepárate imbécil, tu infierno acaba de comenzar.
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Para El Chico Popular
Short StoryHistoria originalmente mía. No acepto copias, ni adaptaciones.