6. Jackie

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Jack dejaba reposar su cabeza en el hombro de Finn, moviendo sus piernas de un lado a otro con aburrimiento.

Todos los actores del reparto de la película decidieron salir juntos un día de descanso de toda actividad. Tenían de punto de encuentro el parque que estaba relativamente cerca al edificio donde grababan las escenas para el filme con normalidad.

El primero en llegar al lugar fue el castaño, buscando con la mirada a los demás integrantes del grupo. Afortunadamente para él, Finn se apareció unos segundos más tarde.

Ahora ambos jóvenes permanecían sentados en una de las bancas del parque, a la espera de que los chicos vinieran.

—¿Crees que se demoren mucho? —  Murmuró, manteniendo una tonalidad suave y tranquila.

— Espero que no mucho. — Respondió el castaño.— Yo siendo puntual y ellos siendo unos completos tardones.— Se quejo, lanzando un bufido al aire.

Acurrucó su cabeza en su hombro. Se sentía extraño; su corazón palpitaba violentamente, con una calidez que solo él le hacía experimentar.

—Creo que estaremos aquí por un largo rato. — Estableció Finn, mirando el cielo con calma.

Jack recuperó la postura, enderezando su espalda. Asintió de mala gana, ya que, el ser paciente no era algo que encajara con su explosiva personalidad.

Finn dirigió una mirada de soslayo, queriendo reír por lo graciosamente adorable que se veía arrugando la nariz.

—Tengo una idea. — Dijo el azabache de repente, y así, captando la atención de su adverso.

Antes de que Grazer logrará preguntar de que se trataba todo, la calurosa mano tomó la suya y en tan solo unos instantes, ya estaba de pie frente a él.

— Nos iremos de aquí. — Expresó con una amplia sonrisa.

Jack alzó ambas comisuras de sus labios. Su corazón latía contra su pecho con raudez, porque gracias a esa sonrisa, su mundo cobraba color.

×××

Habían hecho una corta parada en una tienda de los alrededores. Finn quería comprar unos lentes de sol, puesto que no quería interrupciones de algun reportero o fan.

—¿Ya elegiste uno?

Jack negó. Unos cuantos lentes se mostraban en el aparador, dejando al chico indeciso por no saber cual escoger.

Finn tomó los primeros lentes sobre los que su vista se poso; unas gafas de aviador de montura negra.

—Pruébate estás. — Hablo, extendiendo las gafas.

La joven que atendía la tienda, tenía como punto fijo a los dos amigos; el adolescente de alta estatura se le hacía increíblemente guapo.

Grazer se puso las gafas,  arribando su mirada en el rostro de Wolfhard.

—¿Luzco bien? —Formuló pregunta, sonriendo con un poco de timidez.

De cierto modo, cuando sus ojos se encontraban con los de Finn, un mar de sentimientos se desbordaban, haciéndolo sentir mareado.

—Te ves muy lindo. — Apretó con suavidad la punta de su nariz.

Jack chillo, pegando un fuerte manotazo al dorso de la mano del chico. Al instante fue soltado.

—Estúpido. — Masculló, exponiendo sus labios en un puchero.

Finn apretó su labio inferior entre sus dientes, desviando la mirada y alborotando el cabello de Jack.

Jack se veía jodidamente hermoso y ni si quiera lo notaba.

— Vamos a pagar, pequitas.

Jack tomo la mano del azabache, sintiendo sus mejillas arder con fuerza. Antes de que deshiciera ese roce, el agarre de Finn se hizo presente, indicando que no le soltará.

El camino se detuvo frente al mostrador, donde atendía una chica de unos 16 años, cabello castaño y ojos saltones.

—¿Cuánto por los dos lentes? —Preguntó,  dejando las gafas de sol frente a ella.

Extrañamente, la muchacha no los reconocía como actores. Pero eso los aliviaba a ambos.

—Te podría hacer un descuento si me das tu número. — Respondió la joven con una sonrisa coqueta.

La sonrisa de Jack se torció en una mueca al escucharla. Sus ojos irradiaban un destello de odio puro.
¡Le partiría la cara a la muy maldita!

A punto de abrir la boca para insultarla, fue calmado por la caricia que le proporciona el pulgar del azabache en el dorso de la mano.

—Tendré que rechazar tu oferta. Mi novia Jackie se molestará si lo hago, es muy celosa. — Se excusó.

El castaño alzó ambas cejas sin comprender. Luego interrogaria sobre quien diablos era la tal Jackie.

—Podemos conversar como amigos.— Replicó, aguardando por la aceptación.

Finn suspiro con cierta irritación. No quería ser descortés, pero la chica no parecía entender.

—Me gustaría. Pero mi novia es una celosa de primera.

La chica rodó los ojos. Seguir con algo que no llegaría a nada le resultaba una acción necia.

—Son veinte dólares.

El canadiense extrajo de su billetera el billete y se lo entrego a la vendedora.

—Si cambias de opinión ya sabes donde encontrarme. — Le guiño un ojo.— Y por cierto, tu hermanito es adorable.

Jack tenía ganas de arrancarle la cabeza. Inicialmente flirteaba con Finn y ahora lo llamaba niño. Esa arpía se las pagaría.

—Muchas gracias. —Finn tomó los lentes y jalo a Jack fuera de la tienda antes de que diera suceso una catástrofe.

Una vez fuera del establecimiento, Jack se desprendió de la mano de Finn.

El estadounidense giró sobre su propio eje para poder ver el rostro ajeno. Su ceño ligeramente fruncido no demostraba nada bueno.

—¿Y quién es Jackie?

El azabache ensancho su sonrisa cuando le pregunto aquello.

Se acercó al oído del muchacho, susurrando lo siguiente:

—Hey Jackie, no te molestes. — Su voz ronca, hizo que su cuerpo temblará. — Solo tengo ojos para ti.

Se alejo con lentitud. Metió sus manos en los bolsillos de su sudadera y se hecho a caminar.

Jack se limitó a seguirlo con la cara coloreada del color carmín.

Tenía que admitirlo. Estar celoso de sí mismo era estúpido.

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Aquí el nuevo capítulo. Disculpen la demora, mi celular ha estado sufriendo fallos técnicos.
Gracias por todas sus lecturas y votos. Les amo♡

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Jealous boy •Fack•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora