Mi madre seguía gritándome, mientras mi papá se resignaba a mirarme con el ceño fruncido, al parecer tratando de inspirarme algo de miedo. Pero yo estaba rota por dentro, y no podía concentrarme en nada más que las preocupaciones en mi cabeza.
Llevaba 2 años estudiando danza en una academia—hecho que también molestó bastante a mis padres, que esperaban que fuera contadora, abogada, o alguna de esas carreras aburridas—y en medio de una clase como cualquier otra, sucedió algo que me sorprendió, y que terminaría por cambiar mi vida por completo.
Como toda academia de danza, en la mía había muros completos cubiertos por espejos, y mientras me encontraba bailando frente a este muro, noté algo que me dejó helada. Mi reflejo no me estaba obedeciendo, hacía lo que quería, como si el espejo ya no fuera un espejo, sino un vidrio, y yo estuviera viendo a mi hermana gemela bailando del otro lado. Rápidamente, el mundo comenzó a dar vueltas a mí alrededor, me mareé por completo y terminé por desmayarme.
Mis amigas me llevaron al hospital, y luego de un par de exámenes, el doctor descubrió el motivo de mi desmayo. Estaba embarazada...
Solo me había acostado con un hombre en toda mi vida, y ese era Martín, mi ex novio, el mismo al que había dejado hace dos semanas luego de encontrarlo teniendo sexo con otra mujer en mi propia casa.
Pero cuando me enteré de que llevaba a este bastardo en el vientre, no me preocupé por él, ni por Martín, ni siquiera por mi misma, me preocupé por mi carrera. Como bailarina, mantener la línea era importante, además, con el embarazo probablemente tendría que dejar mis estudios—o al menos por un tiempo—para dedicarme al cuidado de un bebé. Y eso, era una idea de vida que me desagradaba por completo.
Por eso es que mis padres me estaban gritando, o bueno, al menos mi madre. Dentro de los pequeños lapsus de concentración que le puse, escuché cosas como: << ¡¿ES QUÉ TÚ ERES TONTA?!>> <<¡¡ ¿CÓMO VAS A MANTENER A UN BEBÉ?!!>> <<¡¡YO NO TE VOY A DAR UN SOLO PESO!!>>, y un sinfín de otros insultos. La verdad, no esperaba menos de ella, nunca nos llevamos muy bien. Pero es mi madre y sus insultos duelen, duelen demasiado.
Y todas esas preocupaciones, se le sumaba el hecho de yo creía que estaba loca. Digo, los reflejos eran solo eso, reflejos, no tenían vida propia, eso era imposible. Yo sabía lo que había visto, que no me lo había imaginado, pero creo que prefería creer que me había vuelto loca, antes que asumir que los reflejos tenían vida.
—Tamara—me llamó mi padre, que llevaba casi media hora sin hablar.
Lo miré a los ojos, lucía decepcionado y dolido.
—Me temo que tienes que irte.
Mis ojos se abrieron más de la cuenta, y me decía a mi misma que había escuchado mal, que el que estaba sentado frente a mí no era mi padre, no podía serlo.
— ¿Qué?
—Que tienes que irte de la casa—entonces comprobé que lamentablemente, había escuchado bien—Te hemos dado todas las oportunidades, siempre tuviste la mejor ropa, la mejor educación, los regalos más caros, he incluso te permitimos que entraras a estudiar una carrera tan inestable como es la danza. Pero esto, esto no lo podemos dejar pasar, Tamara. Tú te embarazaste, ahora asume las consecuencias.
Voltee a ver a mi madre, creí que podría haber cambiado de opinión, pero me equivoqué, continuaba mirándome fría y dolida. Con lágrimas en los ojos, corrí a mi habitación y me apresuré a meter algo de ropa a un bolso, además de mi billetera, mi teléfono celular y un libro. Salí del departamento, sin lograr controlar las lágrimas, y llamé al ascensor. Durante el trayecto de 15 pisos que debía bajar el ascensor no subió nadie, por lo que aproveché para llorar apoyada en el espejo de este. Mi vida se estaba cayendo a pedazos, y los espejos no dejaban de perseguirme a donde iba.
![](https://img.wattpad.com/cover/15794414-288-k28896.jpg)
ESTÁS LEYENDO
A través del espejo
Fantasy(Mix n°2) La vida de Tamara se está cayendo a pedazos, y quizá su único escape sean los espejos...