El amor lo puede todo

La vie en rose [1/2]

-No podremos seguir juntos, lo siento

-¿De que hablas? Sean, por favor no me espantes

-Lo siento muchísimo, Lana, el bebé, si es mío, acabo de recibir los resultados y creí que era mejor decírtelo ahora que esperar, sería más sufrimiento

-¿Y decidiste que la mejor manera era decírmelo por teléfono?- le decía a través de este con la voz entre cortada

-Quería evitar el sufrimiento

-¿El tuyo o el mío?- le cuelga

*Se tiro al suelo, estaba en medio de la calle, se encontraba en el set, camino hacia los trailers, pero no llegó, ella solo se tiró al suelo sin importarle el que dirán o como la verán. Estaba en shock, ella misma no sabía si llorar o simplemente quedarse ahí, tumbada*

-¿Estas bien?- le preguntaba alguien detrás

-No- susurro ella

-¿Te ayudo a levantarte?

-Dejame aquí

-No, no puedo, déjame llevarte a tu remolque

-Gracias- aún no captaba de quien se trataba

-Claro, Lana

-¿Quién eres?- No se molesto en voltear

-Colin

-No, yo puedo levantarme e irme, SOLA, gracias- se levanta y casi cae, se logra sostener y avanza

-Deja que te ayude

-No, carajo, no

-Lana...

-Sólo déjame tranquila

-Eso no es posible

-¿Por qué no?

-No te puedo dejar sola en estos momentos

-Oh, así que ya sabes

-¿A que cosa te refieres?

-Al bebé

-Oh, si, lo...

-ahorratelo, no ayuda

- lo siento

-No tienes nada que sentir, tu no la embarazaste- ríe

- ¿Podemos hablar?, si quieres claro

- No, no quiero

-Muy bien- llegan a su remolque

- Aquí me quedo

- ¿Segura que estas bien?

- No, no lo estoy, pero prefiero estar sola

- ¿Te puedo pedir un favor?

- Dime y veré si quiero

- Despierta

- ¿Qué?

-Despierta!

°Despertó de golpe y noto que sus párpados estaban húmedos ¿había llorado mientras dormía? Extraño, pero si, había estado llorando. Lo primero que notó es que Sean no se encontraba ahí, quería salir de las cobijas y buscarlo, por toda la casa, en sus alrededores, pero si él ya se había marchado, no valía la pena, lo dejaría ir, su cuerpo le decía llora, llora Hasta quedarte seca, pero ella decía, tengo que ser fuerte. Al final salió de las cobijas y se dirigió a la cocina, rendida a tomar un café, se lo sirvió y se sentó en aquella hermosa isla que tenía en medio de la cocina. Pensando, era lo que hacía mientras tomaba su café, lo terminó y se recostó ahí mismo. Al minuto escuchó la puerta abrirse, se asomó cautelosa, era Sean, se levantó rápidamente y fue corriendo directo a él, lo abrazó fuertemente y fue cuando al fin las lágrimas le ganaron°