El chico.

#SegundoCapitulo.

  Nunca les paso que cuando van a la escuela o en la parada de colectivo, siempre se cruzan con el mismo perrito en la calle. Y pasan de las semanas, las lluvias y el sol y el perrito sigue ahí. La casualidad no parece suficiente. Con el tiempo comienzas a tomarle cariño a ese perrito porque te espera y acompaña, aunque no te diga nada y solo puedas verlo poco tiempo y de vez en cuando. Pero, no lo puedes llevar a casa porque sabes que te van a obligar a devolverlo. ¿Les paso algo parecido? A mi si, aunque la respuesta era obvia sino no hubiera puesto el ejemplo para empezar. Pero, no me estoy cruzando con un perro, al contrario es una persona. Para ser exactos tomo el colectivo con el mismo chico todos los días. Tal parece que él también es alguien de hábitos, porque siempre vamos junto en el colectivo, con la diferencia de que él siempre llega tarde. Tiene suerte que el chofer del colectivo espera un poco más, sólo para no chocarlo.

  Desde ese día de calor insoportable hasta la actualidad pasó un mes, y todos los días nos vemos, en realidad lo veo. No creo que me haya notado. Pero, no me malinterpreten no soy ningún acosador, sólo estoy viendo como es. Es decir, me lo cruzo siempre, es obvio que lo voy a observar. Además el colectivo es aburrido y en algo hay que ocupar el tiempo.

  Hace un par de días pensé que podría hacerme amigo de este peculiar chico, ya que con frecuencia me dicen que soy una persona muy sociable y divertida. Y lo digo con modestia. Hago amigos con facilidad y no me es difícil hablan con gente que apenas conozco, así que no tendía que ser un problema hablarle. Pero no, claro que no. Mi idea se esfumó rápidamente. En este mes todavía no pude cruzar ni una sola frase con él. Absolutamente nada. Ni siquiera un "Disculpe, permiso". De alguna forma me inhibe tan solo acercarme. Me convierto en todo un tonto en cuanto sube al colectivo.

  Me preocupa un poco mi situación de extrema timidez, así que voy a pedirle ayuda a mis amigos. No tengo tanta confianza con otras personas para poder hablar sobre esto, así que no tengo muchas opciones. No es que no confié en ellos, pero por alguna razón no tengo un buen presentimiento, ¿será que ahora veo el futuro?

  Ahora voy a aprovechar haber llegado un poco mas temprano para pasar por el salón de JeongHan-hyung, él suele escuchar todas mis quejas. Las de todos en realidad, es muy amable para eso.

  Al entrar lo encuentro como era de esperarse. Aprovechando cada momento desocupado de clases para dormir.
  Me siento en un banco frente a él. Lo empujo un poco, primero despacio y luego lo sacudo mas fuerte, hasta que abre los ojos.

—¿SeungKwan? —Dio un bostezo y se estiró— ¿Que haces acá?
—Buenos días JeongHan-hyung. Quiero hacerle una pregunta. —Voy directo al grano.
—Tu siempre andas con problemas, ¿por que no puedes disfrutas del lindo día que hay afuera? —Observa por la ventana.
—Hyung, ¿cómo haría para conocer a una persona? —Ignoro su comentario.
—¿Esto tiene algo que ver con el uniforme del otro día?—-Por alguna razón sus ojos brillaron, como si hubiera descubierto oro.
—¿Eh, eh? ¡Ah, eso! —Negué repetidas veces, haciendo señas con las manos—. Claro que no, para nada.
—Ok, ok —dijo con desconfianza—. ¿Y por qué no intentas decir hola? —Responde fácil—. ¿No que eres el más sociable de todo? —Apoya su rostro entre sus manos y sonríe.
—¿Se esta burlando?
—Tal vez —responde riendo un poco.
—Ah, hyung no sea así —lloriqueé—. Yo sólo quería un poco de ayuda —suspiro.
—Ah, solo era un chiste. —Empujo mi hombro— ¿Que es lo que pasa en realidad? Se nota que alta mas pasa
—¿De verdad? —asintió—. Es que quiero hablarle a alguien, pero me resulta difícil.
—¿Y por que? —Inclino su cabeza de lado.
—Es que esta persona me...¿intimida? No lo se, cuando me acerco se me pone la cabeza en blanco. No sabría como empezar.
—¿Intimida? Pero, si te intimida por qué le quieres hablar. No suena como alguien agradable.
—¡No es así! Él es—
—¿ÉL? ¿Es un chico, entonces? —La cara de JeongHan-hyung esta seria. La mía roja. Un silencio incómodo nos invadió.
—Ah, yo...
—¡No es necesario tanto drama SeungKwanie! —Rompe el silencio con su risa.
—¡No juegues conmigo hyung! —Me levanto de la silla molesto.
—Ya, ya. Si tanto quieres conocerlo, solo háblale. —Se acerco un poco a mi—. Además, si le sonríes un poco de seguro no importara lo que digas.
—¡JeongHan-hyung! —proteste. Él solo me guiño él ojo.