CAPITULO 1 "La Lista"

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CAPITULO 1 

Después de quejarse de una migraña durante varios días, Harry decidió seguir el consejo de _____ y fue a ver a su médico. Lo hizo un miércoles, aprovechando la hora del almuerzo. El médico pensó que el dolor de cabeza se debía al estrés o al cansancio y aventuró que en el peor de los casos quizá necesitase usar gafas. A Harry no le agrado nada aquello.

Le molestaba la idea de tener que usar gafas. No debería haberse preocupado, pues resultó que su problema no residía en los ojos, sino en el tumor que estaba creciendo en su cerebro.

_____ tiró de la cadena del retrete y, temblando por lo frías que estaban las

baldosas del suelo, se puso de pie. Harry sólo tenía veinte siete años. Ni mucho menos había sido el hombre más sano de la Tierra, pero había gozado de suficiente salud para... bueno, para llevar una vida normal.

Cuando ya estaba muy enfermo, bromeaba a propósito de haber vivido con demasiada prudencia. Debería haber tomado drogas, haber bebido y viajado más, tendría que haber saltado de aviones y depilarse las piernas en plena caída.

La lista seguía. Aunque él se riera de todo eso, _____ veía pesar y arrepentimiento en sus ojos. Arrepentimiento por las cosas para las que nunca había sabido tener tiempo, los lugares que nunca había visitado, y pesar por la pérdida de experiencias futuras.

¿Acaso lamentaba la vida que había llevado con ella? _____ jamás dudó de que la amara, pero temía que tuviera la impresión de haber desperdiciado un tiempo precioso.

Hacerse mayor se convirtió en algo que Harry deseaba desesperadamente lograr, dejando así de ser un hecho inevitable y temido. ¡Qué presuntuosos habían sido ambos al no considerar nunca que hacerse mayor constituyese un logro y un desafío! Los dos habían querido evitar envejecer a toda costa.

_____ vagaba de una habitación a otra mientras sorbía lagrimones salados. Tenía los ojos enrojecidos e irritados y la noche parecía no tener fin. Ningún lugar en la casa le proporcionaba el menor consuelo. Los muebles que contemplaba sólo le devolvían inhóspitos silencios. Anheló que el sofá tendiera los brazos hacia ella, pero tampoco éste se dio por aludido.

A Harry no le hubiese gustado nada esto, pensó. Exhaló un hondo suspiro, se enjugó las lágrimas y procuró recobrar un poco de sentido común. No, a Harry no le hubiese gustado en absoluto.

Igual que cada noche durante las últimas semanas, _____ se sumió en un profundo sueño poco antes del amanecer. Cada día despertaba incómodamente recostada en un lugar distinto; hoy le tocó el turno al sofá.

Una vez más, fue la llamada telefónica de un familiar o un amigo preocupado la que la despertó. Probablemente pensaran que no hacía más que dormir. ¿Por qué no la llamaban mientras vagaba con desgana por la casa como un zombi, registrando las habitaciones en busca de... de qué? ¿Qué esperaba encontrar?

-¿Diga? -contestó adormilada. Tenía la voz ronca de tanto llorar, pero ya hacía

bastante tiempo que no se molestaba en disimular. Su mejor amigo se había ido para siempre y nadie parecía comprender que ninguna cantidad de maquillaje, de aire fresco o de compras iba a llenar el vacío de su corazón.

-Oh, perdona, cariño, ¿te he despertado? -preguntó la voz inquieta de su madre a través de la línea.

Siempre la misma conversación. Cada mañana su madre llamaba para ver si había sobrevivido a la noche en soledad. Siempre temerosa de despertarla no obstante, aliviada al oírla respirar; a salvo al constatar que su hija se había enfrentado a los fantasmas nocturnos.

-No, sólo estaba echando una cabezada, no te preocupes. Siempre la misma respuesta.

-Tu padre y Declan han salido y estaba pensando en ti, cielo.

¿Por qué aquella voz tranquilizadora y comprensiva conseguía siempre que se le saltaran las lágrimas? Imaginaba el rostro preocupado de su madre, el ceño fruncido, la frente arrugada por la inquietud. Pero eso no sosegaba a _____. En realidad hacía que recordara por qué estaban preocupados y que no deberían estarlo.

Todo tendría que ser normal. Harry debería estar allí junto a ella, poniendo los ojos en blanco e intentando hacerla reír mientras su madre trataba de hablar con ella. Un sinfín de veces _____ había tenido que pasarle el teléfono a Harry, incapaz de contener el ataque de risa.

Entonces él seguía la charla, ignorando a _____ mientras ésta daba brincos alrededor de la cama, haciendo muecas y bailes estrafalarios para captar su atención, cosa que rara vez conseguía.

Siguió toda la conversación contestando casi con monosílabos, oyendo sin escuchar una sola palabra.

-Hace un día precioso, _____. Te sentaría la mar de bien salir a dar un paseo. Respirar un poco de aire fresco.

-Sí... Supongo que sí. - Otra vez el aire fresco, la presunta “solución” a sus problemas.

-Igual paso por ahí más tarde y charlamos un rato.

-No, gracias, mamá. Estoy bien.

Silencio.

-Bueno, pues nada... Llámame si cambias de idea. Estoy libre todo el día.

-De acuerdo. Otro silencio. -Gracias de todos modos -agregó _____.

-De nada. En fin... Cuídate, cariño.

-Lo haré.

_____ estaba a punto de colgar el auricular pero volvió a oír la voz de su madre.

-Ah, _____, por poco me olvido. Ese sobre sigue aquí, ya sabes, ese que te comenté. Está en la mesa de la cocina. Lo digo por si quieres recogerlo. Lleva aquí semanas y puede que sea importante.

-Lo dudo mucho. Lo más probable es que sea otra tarjeta de pésame.

-No, me parece que no lo es, cariño. La carta va dirigida a ti y encima de tu

nombre pone... Espera, no cuelgues, que voy a buscarla...

_____ oyó el golpe seco del auricular, el ruido de los tacones sobre las baldosas alejándose hacia la mesa, el chirrido de una silla arrastrada por el suelo, pasos cada vez más fuertes y por fin la voz de su madre al coger de nuevo el teléfono.

-¿Sigues ahí?

-Sí.

-Muy bien, en la parte superior pone «la lista». No sé muy bien qué significa, cariño. Valdría la pena que le echaras...

_____ dejó caer el teléfono.

Pdta. Te Amo (Adaptada "Harry Styles y _____")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora