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-Me llamo Fatima me gusta el patinaje y por supuesto la literatura... Soy nueva en el colegio y espero llevarme bien con todos.-dijo, obviamente una voz desconocida pero dulce. Rápidamente levante mi cabeza buscando a la chica nueva con la mira y ahí estaba, una chica de tez blanca, cabello negro, ojos café oscuro, bien formada y rasgos finos... Con la expresión serena. Algo nuevo para mí gusto.

-Wow- fue lo que salió de mi boca haciendo llamar la atencion de todos, menos de esa chica.

-¿Algo que compartir con la clase señor André?- preguntó la maesta

-Nada en absoluto- Sonreí

-Bien- Contestó ella.

-Ahora que todos se presentaron, sigamos con la clase... Por favor saquen sus cuadernos.- Dijo tomando un libro. Por supuesto yo no tome importancia y seguí mirando a la chica.

-¿ Tanto te gustó que no puedes dejar de mirarla?- Murmuro Alonso a mi oído.

-No me negaras que es hermosa- conteste.

-Pues no, pero es raro que a ti te gusten de ese tipo. sonrio.

-Solo será algo nuevo a mi coleccion... ya sabes- dije seguro.

Finalmente terminaron las primeras clases trayendo el receso. Todos salían jugando y riendo, otros guardaban sus cosas y se quedaban en el aula.

Mientras tanto la chica nueva estuvo unos minutos recostada sobre el pupitre, y salió del salón. Sin compañía de nadie. Vi cómo se alejaba por el pasillo mientras tenía sus blancas manos sobre los bolsillos del sueter.

Quise alcanzarla para conversar un rato con ella pero la de hace rato me hablo.

-Hola- dijo sonriendo.

-Hola- conteste recargándome sobre la pared esperando que dijera algo.

- Este... estuve pensándolo y... tal vez deberíamos salir- dijo. Sonreí acercandome a ella, tomándola de los hombros para hirarla hacia la pared y acorralarla.

-¿Estas... segura?- pregunte acercándome a su boca, rosando sus labios mientras que yo sentía su respiración agitada en mi rostro. Pude darme cuenta de cómo su pecho bajaba y subía por la adrenalina. Después vi como mordía sus labios.

-Nos... no... nos están mirando- tartamudeo.

-¿Quieres ir a un lugar más privado?-Dije en su oído. Ella se estremeció y después quite mis brazos para que ella pudiera salir por un lado.

-Llámame- saco un papel de su suéter y me lo entregó. Después sonrio y se alejó moviendo sus caderas exageradamente para después voltear y guiñar el ojo.

Esta bien... si quieres jugar. juguemos- Pensé.

-¿Cuántos números de chicas nuevas llevas esta semana?- alguien dijo sacándome de mis sucios pensamientos.

-¡Oh! Alonso- lo miré

- No lo sé, alrededor de... ¿30? - sonreí.

-Eres todo un caso subrazo sobre mis hombros y comenzamos a caminar.

-Ya me lo han dicho-contesté.

-Idiota-dijo sonriendo. salimos hacía la cancha de basket a encontrarnos como siempre con los demás.

-Hey hey hey!- dijo Andrés saludándonos.

-¿Qué pasa man?- contesté.

-¿Y las chicas que te seguían anoche?-Preguntó Cris.

-Digamos que... ya les di lo que querían... Además estoy consiguiendo nuevos ideales- Sonreí. Todos rieron y comenzaron a decir cosas como "no tienes remedio" o "ya consíguete novia".

-Sí sí... lo que digan- me senté en las gradas. Los chicos comenzaron a jugar hasta que Alan llegó con alguien detras de él. Era una chica, una chica la cual desconocí al principio... pero desúés vi que era la nueva.

-Hola chicos- saludo Alan. Por supuesto fui el primero en acercarme a ellos.

-Que hay Alan... ¿Qué te trae por aqui?- Pregunté tieando a la chica.

-Ella es nueva, y estaba mostrándole el colegio a Fatima- contesto poniendo sus manos en los hombros de ella haciendo que está se pusiera nerviosa.

-Hola soy Fatima- Sonrió

-Yo soy André- Metí mis manos a los bolsillos para tomar un cigarro. Ella al parecer se quedó pensativa observándome mientras comenzaba a fumar. Déspues vi que frunció el ceño y finalmente hablo.

-¿Se permite fumar aquí?-preguntó.

-Pues... no pero este chico no obedece las reglas- dijo Alan divertido.

-Ah- ella sonrió.

-¿Quieres un poco?-ofrecí.

-No- vi como su sonrisa se desvanecía.-me voy- Comenzó a caminar.

-¡Espera!- Dijo Alan- Ella se detuvo y giró-¿A dónde vas?- preguntó.

-A donde no estén fumando- dijo y se marchó.

-¿Ella es así de delicada?- fruncí el ceño.

-¡Oh es cierto!- Dijo

-¿Qué?- me confundía aveces este chico.

-Ella no puede estar cerca de personas que fuman, tampoco de olores fuertes-pregunté.

-¿Está enferma? ¿Es contagioso? ¿Cómo sabes?- pregunté.

-¿Para qué quieres saber?- Frunció el ceño

-Curiosidad...¡Vamos! dime- insistí.

-Es confidencial...además no te acerques a ella- dijo empezando a caminar.

-¿Qué eresm su tutor o que?- grité.

-Sí-dijo.


-Quíen era esa chica- se acerco cris.

-Va en mi salón... es nueva- conteste.

-Es linda- dijo tomando una botella de agua.

-Pero delicada- sonreí tirando la colilla del cigarro.

-No pensarás...-

-Oh sí-sonreí- te dije que estaba buscando nuevos ideales- palmee su espalda para después ir a jugar.




GenofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora