Capitulo uno

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La comida esta bien, todo era color de rosas, solo que, algo me preocupa, me preocupa el hechizo de que las ideas negras aun puedan estar al corriente, ¿como podré defender si ya no tengo el poder necesario?.

No había dicho ni una palabra en la comida, estaba nerviosa y preocupada, el principito tampoco había dicho mucho, pero el no dejaba su amabilidad de lado. Es lo que me gusta mucho de el.

Cecilia me sorprendió al ver que no me ha insultado todavía en público, o haciéndome alguna broma, o humillándome enfrente de todos de alguna manera. Era extraño de ella.

Claro, como llego mi papá se comportan de maravilla conmigo, pero, como mi papá es "feliz", por así decirlo, no me quejo ni me desquito con el por qué si le contara todo lo que me han hecho pasar...

Mientras comía, a lo lejos vi a una rubia conocida, ¿es enserio?, ¿tenía que ser en este momento, lugar y fecha?.

La rubia noto mi presencia, más que yo le sonreí, en cambio ella me levanto una deja mal pintada. Quería que hoy fuera un Buen Día, no un día con problemas.

Percate que tenía dos hermanos gemelos pequeños y una "hermana mayor" que estaba pegada con su celular, la madre era como mi madrastra, solo que, se ve más relajada en lugar de verse tan severa, si admito que tiene su toque, pero dejándolo de lado se ve que es buena persona.

Vi a mi madrastra y esta hablaba con la madre de el principito, si es que estoy en lo correcto. Aún estoy realmente confundida, todo pasó tan rápido, que, bueno. Me hubiera gustado que ese tiempo de entrenar con el principito fuese más largo.

A medida que avanzaba el tiempo, ya íbamos terminado de comer, yo estaba por explotar, me da risa las chicas que les da pena comer en público, yo en cambio supongo que le daba mala impresión a los padres de lo que había pedido para comer. Si me sentía tonta, pero no me arrepentía de nada. La hamburguesa estaba deliciosa, incluyendo hace mucho que no la comía.

Cecilia pidió lo que una chica común de dieseis habría pedido, "ensalada". Está muy chiquita como para comer fruta y verdura todo el tiempo, debería de ser una "niña normal", que le guste comer de todo sin exceso y que la sociedad no le impida ser más delgada.

Mire a la mesa de Wendy, ellos apenas estaban por comer, que pena que me hallan escuchado medio restaurante escuchar mi estomago rugir. Igual, los cocineros se tardan mucho en preparar platillos, tardaron casi una hora, sin exagerar.

—(T/n)—Me llamó una voz dulce

Mire quién era.

—Me gustaría verla afuera a solas—Mencionó el principito

Todos tenían la vista diga en mi, mi padre puso una cara rara y graciosa sin que mi madrastra o los padres el principito lo notarán. Intente no reírme.

—Claro—

Dicho esto, ambos salimos por la puerta trasera del restaurante, era como una especie de estacionamiento pero no era muy usado, ya que el lugar no se veía fiable y casi nadie pasa por aquí.

Cuando estuvimos a solas lo abrace inmediatamente.

—Pensé que jamás te volvería a ver ...—Dije con el sentimiento en la garganta

El principito correspondió mi abrazo

—Yo jamás te abandonaría—Dijo con cariño

Cuando no separamos, me dio intriga al preguntar que por que estaba aquí.

—¿Todo está bien?—Pregunté preocupada

El principito suspiro

—No del todo, las ideas negras aún quedan, la cobra aún sigue en pie, solo que el aun es un niño, y dejo su escénica mala en la tierra...—

Sueño Alcanzado [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora