›Última vez‹

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Saga masamune, un chico pelinegro, estudiante de preparatoria, con 17 años de edad con una personalidad fria, distante y seria, esto adaptado gracias a que sus padres le criaron de este modo, llego a ser un tipo sin sentimientos.

Así mismo, llegaba a ser inquietante para él mismo.

Aún si intentara cambiar aquella personalidad vacía que tenia ¿Podria sentirse mejor consigo mismo?

Ni él mismo sabría. No había experimentado algo como eso. Pero tenia varias cosas en mente.

¿Poder cambiar? ¿Seria posible?

Y si fuera así ¿Que cosa le haría cambiar?

Con tan solo pensarlo se sentia irritado.

Teniendo es idea una y otra vez, no suponía que podía llegar a aquella situación...

Lo cual, nunca llegó.

Llevaba mucho tiempo en el cual las salidas con chicas se volvía común.

De igual manera, ya no importaba.

.
.
.

Ya era ciclo finales de tercer año y al parecer en esos tiempos, había situaciones que se repetían.

-Es una molestia.

-¿Eh?...

Estaba presenciando una escena de declaración frente a él. Lo cual era realmente un dolor en el trasero en ese entonces.

-Lo siento.

-Entiendo...

Se retiró. No quería saber más de esas cosas ni aceptar por querer llenar un vacío con cualquier achica que se le declaraba.

Camino en dirección a la biblioteca de la preparatoria e hizo caso humizo a la mirada que tenia pegada a él.

-Oda Ritsu-Dijo en voz baja, al leer el registro del libro que acaba de retomar de leer-¿Que esta tratando de hacer?

Le incomodaba la idea de que un chico. Mejor dicho, un hombre, se haya interesado en él. No podía hacer nada al respecto, así que seria lo mejor ignorarlo. Pero por la suerte que tenia, termino topándose con él.

Ese momento fue incómodo, que no esperaba una espontánea declaración del menor.

¿Qué rayos pasa por la cabeza de este chico?

Nunca le habló, asi que, ¿Que podría saber de él?

Lo analizó, al parecer era ordinario, seguro que se cansaria rápido y ya no seria su asunto ni tendria interés en él, por lo cual, no le importó a aceptar su confesión.

Su expresión del menor parecía ser que verdaderamente estaba enamorado de él.

Además de todo eso, ambos son hombres... ¿Que es lo que esperaba de todo esto?

Pensándolo de esa manera, le parecía interesante la situación.

Salir con él, no era más que una etiqueta, pues quien sabe también cuanto aguantaría con su personalidad del azabache.

Pasó un tiempo y extrañamente eso no impidió de que estuviera a su lado. Poco a poco, quedaba sorprendido con cada cosas nueva que aprendía junto a Ritsu.

Ni sabía quien tenía que aguantar o ceder, pero viendo la situación, sin querer se acostumbro a aquello.

El interactuar con él, era divertido. Aunque sean unas pequeñas cosas las cuales hacían juntos, él castaño podía contagiar su alegría y sonreía con él.

- Mi Vida Sin Ti... - Sekaiichi Hatsukoi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora