OneShot

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Plena madrugada, la habitación apenas iluminada por la luz que se colaba por la ventana dejaba apreciar la ropa esparcida por la alfombra, como si un huracán hubiera pasado por ahí, y eso fue precisamente lo que pasó, un huracán llamado Luhan que siempre dejaba un desorden en la alcoba que compartía con Sehun. A este último no le incomodaba en realidad el desorden, sino le importaba la persona que lo creaba.

Luhan yacía entre sus brazos dormido y él era feliz con tan sólo escuchar su respiración acompasada. Sus cuerpos desnudos bajo las sábanas eran prueba de la pasión derrochada esa noche. Hacer el amor con Lu siempre era así, pasión, deseo, lujuria. Oh Sehun no podría estar más enamorado de aquella persona cinco años mayor.

Los minutos pasaron mientras Hun se encontraba perdido en las facciones de su novio. Al cabo de un rato el cansancio empezó hacer mella en él llevándolo al mundo de los sueños.

Al despertar, se encontró con un lado de la cama vacía. No era la primera vez que Luhan salía más temprano hacia la oficina para terminar los pendientes del día anterior. Sehun se levantó aún con remanentes de cansancio, pero con una sonrisa en sus labios.

Después de tomar una ducha, alistó su traje gris oxford, camisa blanca y corbata azul profundo contrastando con sus zapatos negros; se miró en el espejo y su reflejo le gustó, sabía bien lo atractivo que era, pero siempre creyó que Lu era el chico más guapo que jamás había visto. Tomando pan tostado y café como desayuno, se dirigió a la compañía donde ambos trabajaban.

Luhan tenía el puesto de gerente de relaciones públicas de la empresa Lution & Co., dedicada a la moda, en Seul. Por su lado Sehun, a sus casi veinticuatro años, era el back off del departamento de RR.PP. Así se habían conocido.

Al llegar a la compañía, no encontró a Lu en su oficina así que se dirigió a la propia, un piso abajo de la de su novio. Entró y se quitó el saco para empezó a trabajar con sus propios pendientes, revisando la agenda de ese día y fantaseando con la noche. Lu y él cumplían tres años de relación y le preparaba una sorpresa, una cena en un restaurante lujoso y una noche de pasión en un romántico hotel. Tal vez era algo típico, pero sin experiencia previa en el amor no sabía cómo demostrar lo enamorado que estaba. Y es que las personas con las que había salido antes nunca fueron una verdadera relación. Ni diez minutos llevaba en su lugar cuando llamaron a la puerta.

- Adelante. - Permitió Sehun.

- Buenos días. - Saludó Do KuygSoo asomándose por la puerta sin entrar por completo a la oficina. El jefe de finanzas, tres años mayor que Hun. - El presidente dará un comunicado hoy, requiere nuestra presencia ahora en la sala de juntas.

- Gracias, jefe Do. Iré enseguida. - Respondió él con una sonrisa. Do sólo asintió y cerró la puerta.

A Sehun le resultó un poco extraño que el siempre serio jefe de fianzas se tomará la molestia de ir personalmente a avisarle, bien pudo haber hecho una llamada o enviado a su propia asistente. Restándole importancia, tomó su saco y salió hacia la sala de juntas. Al llegar ya estaban todos los directivos, él era la única persona de menor jerarquía. Buscó entre la gente y pudo ver a Luhan tomando asiento a la derecha del presidente. Él ocupó otro extremo de la mesa y al final, trató de hacer contacto visual con Lu, pero notó que le rehuía.

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