Querido Park Jimin, hoy, bajo la luz de la luna te vengo a decir, todo lo que siento por ti.
Empezaré diciendo que no creo en lo que la gente dice de usted, no creo que haya matado a tanta gente solo por un poco de poder, usted no es así, usted es alguien bueno, o por lo menos lo era conmigo.
Todavía recuerdo el día en el que me tomo, sus manos sobre mi cuerpo, acariciandome hasta la locura, sus besos en mi cuello, en mi abdomen, y tus ojos llenos de lujuria viéndome como el hombre más bello del mundo.
Sé que pecamos más de una vez, que lo nuestro no tenía que ser, pero, es imposible no querér acercarse a usted, estar tentado a que sus grandes manos toquen mi cuerpo, a que su boca juegue con la mía, es imposible no pensar en usted como algo más que "amigos".
Sé que usted no está interesado en verme otra vez, pero le juro que haré todo lo posible para que se enamoré de mi, tanto como yo estoy de usted.
Todavía recuerdo sus dientes sobre mi piel, tomando de mi sangre, tomando mi alma y corazón.
Las personas decían que usted no es bueno, que es el ser más despiadado y sin corazón que puede existir, que por un poco de poder puede hacer lo posible y hasta lo imposible.
Recuerdo el día en nos vimos por primera vez, yo estaba en un callejón, esperando por un taxi, usted pasó frente a mi, se me quedó viendo, me acorraló en una de las paredes y me besó como si fuera lo último que iba a hacer en la vida, se separó de mi, y se fue dejándome confundido y más.
Esa noche no pude parar de pensar en usted, en sus labios rellenos sobre los míos, y en como me miró diciéndome sin palabras que era suyo.
Después de esa noche nos empezamos a ver en el mismo lugar, cada vez yendo más lejos, cada vez más cerca del pecado y el placer, hasta que no aguantamos más y me tomaste, marcaste mi piel diciendo "eres mío", diciendo silenciosamente que ya de ti no podía escapar, y yo no quería hacerlo.
Cada vez nos veíamos con más frecuencia, todos pensaban que estábamos en algo, que tú por fin amabas a alguien que no eras tú mismo, pero yo no sabía si en verdad me amabas, en tus ojos no habia ese brillo especial que le vez a los enamorados en la mirada no estaba en ti, solo en mi, me decías que me amabas pero no me lo demostrabas, aún así yo no dejo de amarte.
Nos hicimos daño mutuamente, parecía una competencia de quién quedaba más destruido, y ese alguien fui yo cuando leí tu mensaje de que te irías y que no sabías si volverias.
Recuerdo todo lo que pasamos, y cada día tengo el deseo de que volverás por mi, por nuestro amor, por nuestro pequeño mundo de felicidad y placer.
El pecado es parte de nosotros, no lo podemos evitar, no podemos evitar que nos tente, pero si podemos evitar que nos consuma, algo que no pudimos evitar ni tu, ni yo.
El pecado nos consumió, nos tentó a hacer cosas que nos gustaban pero que no estaban bien.
Yo siento amor, placer, cariño, etcétera, por ti, yo siento eso y más cuando estoy en tus brazos, cuando tus labios tocaban los míos, cuando tus manos tomaban las mías, y sigo anhelando que vuelvas y me hagas sentir todo eso, que me hagas sentir que soy el hombre más bello del mundo.
Recuerda amor, el pecado fue, es y sera siempre parte de nosotros.
Siempre pecador y tuyo, Min Yoongi
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