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Capitulo I.

Otra discusión más, entre más hablaba notaba más presión en mis puños, las manos me hormigueaban, que forma de iniciar el día, pero que más da, ya casi es para mi una costumbre.
-Pero mamá, entiendeme-.
-No sé ha dónde quieres llegar Denisse-.
-Solo quiero que me entiendas, ¿Por qué no me escuchas? Todo el maldito día estás trabajando, nunca me prestas atención-.
- ¡Necesito trabajar Denisse! ¿O de dónde voy a sacar dinero para comer?-.
- Sólo te estoy pidiendo unos cuantos minutos, cierra la laptop y escúchame por favor-.
En seguida mi madre cerró su laptop y me miró a los ojos con espera de lo que tenía que decirle.
-Bueno, esque...-
Sentí un nudo en la garganta, por un momento creí que no resistiría más y comenzaría a llorar. Respiré y decidí sacarlo de una vez por todas.
- Hoy hablé con Leonardo-
-Te dije que tenías prohibido... -
- ¡Escúchame!- interrumpí mientras una lágrima rodaba por mí mejilla. - Leo me ha apoyado más que tú, no tienes derecho a hablar mal de el-
-¿Entonces cómo quieres que hable de un vago?-.
- ¡No es un vago!-.
- Por favor hija, date cuenta del tipo de persona que es. No te va a dejar nada bueno, es un muchachito sin futuro-.
- ¡Yo si creo en el! Así como el creé en mí. Es un chico muy inteligente, solo que la gente lo subestima. Si eso piensas de el no me quiero imaginar lo que haz de decir de mí-.
-Es diferente Denisse, tu eres mi hija-.
-¿Entonces cómo soy tu hija no soy igual que el? ¡Ja! Que estupidez-.
-Ni una palabra más Denisse, a tu habitación, no quiero que vuelvas a mencionar a se muchachito, tienes prohibido hablar con el-.

Maldición, cada que intento expresarme con mi familia todo termina mal. Ya perdí la cuenta de las veces que mi madre ha dicho "No quiero que vuelvas a hablar con ese vago", ¿Por qué no entiende que lo necesito?

Todo inicio hace más de año y medio cuando conocí a Leonardo, un joven muy atento conmigo, si, no lo niego, al principio todo fue perfecto, en serio, todos amaban la hermosa relación que llevábamos, pero los celos por su parte, mis constantes enojos y muchos problemas a causa de amigos y familiares provocaron que nos separaramos.

Al principio fue sumamente difícil, no me hacía a la idea de verlo con alguien más, llámalo egoísmo pero en serio no podía verlo con otra chica, hablando un día con el me confeso que sentía lo mismo por mí, no deseaba verme con otra persona.

Intenté millones de veces explicarle a mi mamá lo que sucedía pero simplemente se negaba a que regresara con el, la verdad era muy frustrante para mi porque yo lo amaba, era todo para mi, no quería hablar con nadie que no fuera el.

Ambos cometimos muchos errores y ahora no podemos estar juntos.

Leonardo siempre me hacía querer perseguir mis sueños. Lástima que mi mamá no lo viera de ese modo.

La vida de Leonardo estaba muy desordenada, comenzó a fumar y tomar alcohol a muy temprana edad, para ser más precisos a los 12 años, diario tomaba un cigarro de la cajetilla que tenía su padre en una chamarra de piel café, poco a poco su adicción fue creciendo. Toda la colonia le decía cosas como "Vago" "niño sin futuro", sin embargo yo vi en el algo especial aunque no me atrevía a hablarle era sumamente imponente para mi.

Un día decidió experimentar y comenzó a fumar marihuana, cada día sus adicciones se hacían más grandes y con ellas los rumores de los vecinos.

Mi mamá escucho todos aquellos rumores y se ganó el desprecio de mi mamá, pero yo seguía teniendo la esperanza de que el saliera adelante.

Un buen día me decidí a hablar con el, todo comenzó con un "Hola" y poco a poco nuestra amistad creció y se transformó en algo más, salíamos a escondidas de mi mamá, los detalles de Leonardo eran los más sinceros porque a pesar de que no tenía mucho dinero era muy detallista, me regalaba mis dulces favoritos y me hacía cartas preciosas donde plasmaba sus sentimientos hacia mi.

Una tarde al llegar a mi casa mi mamá me hablo muy molesta diciéndome que porque andaba con aquel "vago", si, los vecinos le fueron con el chisme a mi mamá, maldita sea, ya no sabía cómo arreglar las cosas.