Steven, con un extraño nudo en el estómago, siguió esperando pero el maldito trasto continuó descendiendo, era un trasto de nunca acabarse.
Steven empezó a sollozar y golpeó la puerta del ascensor como si nada le importara lo unico que Steven queria era salir de ese tenebroso lugar y huir de allí , mientras gritaba sin cesar pidiendo que alguien lo ayudara. Pero era inútil... Nadie lo escuchaba, era como entrar en un vórtice en el que el mundo se paralizara y nadie estuviera en ese lugar.
Steven se sentó en el suelo del elevador, que ahora le parecía perverso y maldito, a lo que era un elevador lujoso. Y muy asustado, se sentó y pensaba que nada de esto podría ser verdad, las lagrimas en sus ojos recorrian con una fuerza inimaginable, como un tsunami y con la fuerza de ella.
Después de varios minutos que le parecieron años, el elevador paró y sus puertas se abrieron.
Steven, que se encontraba en el suelo del elevador con la cabeza gacha encima de las rodillas, levantó la mirada hacia el frente y observó lo que se le venía encima...Sexta parte...
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