Querido Alan

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Alan camina solo, como cada día. Furioso, va pisando cada charco que la lluvia dejó ayer, y no tiene pensamiento de saltarse ninguno. Es uno de esos chicos que se siente pequeño entre la minoría, ¿En serio crees que no tienes culpa de ello? Esa es la palabra, pequeño entre amigos, entre familia... un inadaptado, un rechazado. Por eso Alan se fija en las personas cuando camina por la calle; en cómo hablan y si lo miran. Para él, es un dato importante saber si lo estás escuchando, o simplemente haces como los demás y asientes con una sonrisa más que falsa en la cara, o a veces ni eso...

Alan camina solo, nadie es como él, en clase es el único que pierde el tiempo con pinturas y a veces se le rompe el pincel. Vive en una burbuja y así crece, aislado del mundo; pensando en los colores de la caja de Pandora. Alan es un chico decidido, intenta enderezar el camino cuando algo se tuerce; pero con su vida es diferente, no hay esperanza ni fe, jamás la hubo...
En su mente sueña con quemar el mundo,destrozar todo lo malo y llenar de color el gris con su pincel.

Cada insulto diario le quema y se consume; porque aunque parezca ser fuerte, Alan no es inmune. Ojala haya alguien que le grite:

"No te derrumbes eh, no te derrumbes"

Nadie es perfecto para criticar, ni tan imperfecto para creérselo; y sin embargo Alan camina solo, llorando, mirando al cielo. Hay sol, lo único que no está apagado en este momento. Le está quemando las retinas y no piensa apartar los ojos, quizás el dolor calme su sufrimiento. La lluvia, que es sensata, llega y lo protege una vez más. Parece ser la única dispuesta a ayudar. 

Alan llega a casa y cura las heridas, se cambia la venda y las deja sanar, aunque sigan doliendo; porque una pomada para moretones, no alivia lo que lleva dentro.

Hay un chico de su clase que se cruza en su camino. No son amigos, ni quiere serlo, solo son caminos, mentiras, falsos recuerdos y destinos en común.

Él no es su amigo, no cuentan con el y encima hacerles caso, se traduce en castigos. No le quieren cerca y eso Alan lo sabe; principalmente por todas las veces que lo ha oído. No se que más decirte sobre la historia de Alan, no se como explicarte el daño que le hacen. No encuentro palabras para describir la situación, solo diré que está agotado y que cree que es hora de rendirse.

A veces cae peor, otras mejor, pero, nunca encaja. Es un bicho raro, que va de mano en mano. Todos los que creen haberle ayudado, están equivocados, sigue contra el mundo con sangre fría en las venas; la leyenda de que era un monstruo, se está volviendo cierta. Alan ya no sueña, ya no desea, él solo desea morir. No reconoce todo lo que le duele, fijaos si es bueno, pensando que decir esas cosas harán daño.

Alan va a morir solo, no sabes como ayudarle. El mundo es demasiado lógico para nacer del arte. A Alan nadie le abraza, porque nadie puede verle. Todo el mundo lloraría su pérdida de poder comprenderlo. Él no quiere estar aquí; nunca quiso ser creado. Incluso su padre, sinónimo de dolor, porque es otro condenado.

Ni siquiera habrá funeral, su entorno quemara su cuerpo. No se puede evitar el daño que ya está hecho. Se está mezclando el fuego entre el frío, su furia entre las lágrimas. Alan se merece el cielo, pero no podrá ir. Al menos espero que descanse en paz.

Y para acabar la historia, el monstruo resultó ser uno de los más humanos, ahora ya es tarde, el fuego ha terminado.

Querido AlanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora