Viernes

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Sólo pasó por un segundo y no estoy seguro de quién comenzó esto, estoy tan confundido.

Se suponía que estas cosas eran para siempre, pero ¿quién lo asegura? Solo son palabras de niños que no tienen la suficiente madurez para de verdad expresar lo que su mente piensa, malditas tonterías. Hacen daño a las demás personas y ellas solo se ríen de esas estúpidas cosas.

Fue un viernes como sucedió, y me arrepiento de ese día. Ella llegó y yo emocionado abrí aquella puerta de metal de color negro y vi su preciosa cara. Inmediatamente me lancé a sus brazos pensando que ella también querría abrazarme, pero fue todo lo contrario, tuve que levantar sus brazos para que quedaran alrededor de mi cuello. Y de pronto, las cosas más terribles que habían sucedido desaparecieron y se convirtió en un sueño de rosas. Su bello aroma olía tan perfecto como nunca.

Un día anterior a eso habíamos tenido una pelea en la que terminamos. Parecía que ya no le afectaba, debí de haber puesto atención a eso. Desayunamos tranquilamente y de pronto una noticia, la que llevaba a un terrible futuro...

-Iremos a un concierto de un cantante que me gusta, ¿quieres ir? - dijo ella.

-No podré, tengo una fiesta de quince años a la que debo de asistir.

-Ah, no importa – su cara creó una expresión de tristeza.

Sacó su celular, al parecer le avisaba a su hermano de que no podría ir y su madre aportó algo a lo que ella debió de haber hecho caso.

-Puede ir tu tía, a ella también le gusta el cantante.

-No, dice mi hermano que irá su amigo. No quiero ir con él, va con su novia y su mejor amigo, ¿yo qué?

Yo simplemente pensaba en que ella estaba molesta ya que no había sostenido ningún tipo de dialogo conmigo. Solo pensaba en que no estaba mal que fuera el mejor amigo de su hermano.

Llegó la hora de que se fueran y ella me hizo una caricia en mi cabeza, su última caricia, su ultimo abrazo.

Me dirigí a la escuela pensando en que todo tal vez se mejoraría, pero fue todo lo contrario. Comenzaron los reclamos del porqué no nos habíamos hablado bien. Le dije que el abrazo del principio había sido en forma de que me perdonara, y así continuar estando bien.

Al llegar a la escuela, no le envié ningún mensaje ni ella a mí. Yo estaba tan enojado que no me importó nada, pensé que después se pondría mejor o algo, pero no fue así.

Llegó la hora de irse y yo salí tan rápido para llegar a tiempo a la fiesta de quince años, estaba súper emocionado y a la vez algo triste por lo que había sucedido con mi novia, pero no me importó y seguí caminando.

Aproximadamente después de una hora, llegué a mi hogar. Toqué la puerta para que me abrieran y ahí estaba mi abuela tan tranquila. Subí al cuarto y tomé el outfit que tenía decidido usar. Una camisa de color azul con unos jeans con detalles rasgados en la rodilla. Me miré al espejo y me gustó lo que veía.

-Seguramente a ella también le gustaría- pensé.

Mi mejor amigo llegó justamente cuando terminé de cambiarme, lo volví a ver con una emoción enorme. Me acerqué a abrir y vi que venía con su hermana y su padre. Con respeto los saludé y ahí entró él.

Ya en la fiesta, los mensajes de mi novia comenzaban a llegar y como muchas veces que habíamos peleado, comenzaron los reclamos.

-Espero que te diviertas con tu mejor amigo.

-Querido, no sucederá nada.

- ¿Querido? ¿Desde cuándo me dices así?

-No sé, pero ya déjame en paz.

- ¿Qué te sucede?

Parecía que ella estaba tan contenta disfrutando todo, y yo también lo estaba haciendo, vi a mi mejor amigo de nuevo y cuando él y yo estamos juntos, sacamos lo mejor de nosotros. Platicábamos de cómo nos iba en la escuela y esas cosas de adolescentes y salió una conversación de ella.

- ¿Cómo vas con ella? - dijo él.

-Supongo que bien, se fue a ver a un cantante que le gusta mucho. Ahora estamos peleados y me siento algo mal, pero creo que ella está contenta, entonces no me pongo triste.

- ¿En serio? No te preocupes, todos los problemas siempre se arreglan, además se trata de ti y ella, nada los separa.

Terminando la reunión volvimos a nuestras casas y yo ya estaba muy triste. Inmediatamente le envié un mensaje de que me sentía mal, pero ella me contestó con algo que en el momento no lo vi tan mal.

-Es como mi hermano, no lo veas malo- dijo ella.

¿Qué pasaba por su cabeza? O más bien ¿qué pasaba por la mía? Se sentía como si quisiera ocultar algo, algo malo, y yo no me di cuenta.

Peleamos toda la noche hasta que nos quedamos dormidos, con la llamada de celular en línea, como otras hermosas noches. 

Ya era un nuevo día. No recordaba lo que había sucedido anoche, pero me sentía contento de que tal vez las cosas estarían mejor. 

Platicamos de como le había ido en el concierto anoche, pero solo decía que todo bien y que no lo había disfrutado porque hemos estado peleando.

De pronto en las historias del chat apareció una foto de ellos cuatro y ella tenía una sonrisa enorme en su cara, me sentí mal. Le dije que le había ido bien porque en la foto se veía contenta, una sonrisa enorme, el doble de lo que yo logré hacerla reír. Me dijo que solo era una foto y que no significaba nada, pero yo estoy seguro de que le encantó aquella noche.



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⏰ Last updated: Oct 21, 2017 ⏰

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