Querido Isaac

Capítulo 1:

Quien lo diría. El famoso y deseado Isaac Williams estaba siendo acosado por cartas infantiles. Acosado y amenazado.

Bueno, Isaac nunca fue el angelito que todo el mundo piensa que es; un estudiante ejemplar; un chico amable, solidario y talentoso; un hijo deseado y por supuesto un galán con las chicas. Pero claro, esa es solo la cara que deja ver. Pero que pasaría si le dijeran que todos sus secretos y vergüenzas estarán expuestas a tal público, el cual es el que mas visita diariamente y con el que mas tiene "fama"? Obviamente, estaría arruinado.

Vaya que el karma existe.

Lo peor aún, el trabajo de investigación no era lo suyo, siempre lo supo y todos lo saben.

¿Cómo iba a investigar la identidad de alguien siendo el un completo inútil en eso? ¿Cómo? Esa el la mayor duda en su mente y espíritu.

Quizás Isaac está siendo exagerado, sus manos temblaban con la carta agarrada y su mirada estaba fija en el suelo. Lo único que le quedaba era su estatus en el instituto, no podía corromperlo así como si nada. Debía hacer algo.

Pistas, pistas, pistas...

Las necesitaba. Anhelada alguna pista.  Debía esperar la segunda carta pero su ansiedad no lo dejaba en paz y debía llenar ese vacío con algo, el cual es descubrir el culpable de la carta y la total desesperación de Isaac.

¿Como alguien podía odiar a Isaac? Todos lo amaban, nadie tenía el derecho y las razones. Nadie.

Pero claro, el descerebrado de Isaac nunca piensa en lo que hace y actúa según lo que las personas le dicten. O bajo los efectos del alcohol, otra opción.

Fue tanta la desesperación que cerró de un golpe el casillero y arrugó la carta.

Nada pasaba, nada iba a pasar.

Segunda carta, la necesito, pensó Isaac. Otro día de mierda.

La carta no le afectó del todo. Seguí caminando con la cabeza muy arriba y con el orgullo intacto. Nadie sabía nada, de que preocuparse. Aparte, que cosas tenía ese animal contra el? Si mal no recuerda, no le había tocado los cojones a nadie en ese establecimiento. Creía.

Uh... Isaac. Tan olvidadizo.

También tan sumiso ante los demás. Hacia todo lo que les decían sus amigos: bobadas, cosas desagradables y hasta denigrar mujeres con tal de sacarle una risa a un amigo. Que poco hombre.

Pero el no estaba consciente, solo quería caer bien. Ser alguien admirable y poder sobrevivir como ganador en tal agujero de adolescentes. Que mas podía hacer. No era talentoso, pero podía decir que lo era y todos le creían. No era un galán, odiaba a las mujeres. ¿El amable? Claro, con los amigos. Estudiante ejemplar...vaya ejemplo que da.

No era perfecto, pero nadie sabía esa realidad así que, ¿que importa?

Pero esa carta... Esa carta...

_¿¡Quien es el estúpido que sabe mi secreto?!

El famoso secreto de Isaac Williams. El secreto del millón. El secreto mas secreto de esta persona tan misteriosamente abierta.

Mientras este se dirigía a la puerta principal tirando humo por la cabeza, el emisor se encontraba escondido detrás de la pared del pasillo anterior viendo disimuladamente a Isaac. El solo quería ver su reacción, y lo logró. Lo mejor de todo es que también pudo ver la reacción que esperaba que tuviera el "inocente" Isaac. Que suerte.

De tanta alegría, salió de su escondite y también caminó a la puerta principal con una gran sonrisa que se podía notar desde el contiene paralelo. Tan brillante y pensar del porque de esa alegría es perturbador.

El querido Charlie no solo quería que Isaac sufriera, también quería que aprendiera una lección. Charlie no era una persona resentida, pero tampoco estúpida, solo era neutral. Pero lo que hizo este hijo de puta no se lo perdona ni dios...

Si bien, Charlie fue el mejor amigo de Isaac por un largo período de su vida, pero este último comenzó a cambiar y a tratar de conseguir mas popularidad. No sabía como lograr su objetivo, no tenía mucho en mente, pero cuando logró crear un plan que haría de su nombre una persona especial para todos, y no de la forma más honesta.

Su idea fue tan horrible a tal punto de perder su cordura, orgullo y por supuesto, dignidad. Su idea fue la peor idea que jamás a tenido en su vida, pero al parecer le ayudó bastante para su "famita". Perdió hasta a su mejor amigo, la víctima principal de su siniestro plan.

¿Pero cual es el punto de todo esto? Pues Charlie se lo quería una venganza digna para tal engendro hijo de puta. Charlie necesitaba que Isaac sufriera lo mismo que el hizo, o hasta peor.