Capítulo #2

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                            Yasmine Williams

Bien, ya eran las nueve. Hoy saldría con las chicas, mamá ya no estaba y eso implicaba tener que armar mi desayuno.
Leí el calendario que tiene colgado mamá en la heladera y no me agradó en lo absoluto. Odiaba esta fecha...
Siempre fui muy preservada, tímida, de poco amigos y poca confianza.
Ninguna de mis amigas sabía nada de mi vida, o quizá no tan profundo. Solo Calum...
Lo que ocultaba y de lo que huía era de ese pensamiento y esa fecha. Hoy, 4 de Marzo, se cumplen 3 años del fallecimiento de mi padre. Mañana, 5 de Marzo, es mi cumpleaños. Lunes, 7 de Marzo, comienzo de clases...
Jamás fui valiente como para contar alguno de mis secretos, pero Calum robó cada uno.
Preferí siempre no decir con palabras "Lo que soy" sino demostrarlo.
Mi lema: "En vez de hacerte entender lo que soy, con palabras. Déjame mostrarte mis acciones. No voy a engañarte."
No me agradan las personas que hablan sobre como son y sus acciones terminan siendo completamente distintas. Prefiero ver cada una de sus acciones y luego ver que clase de persona son...

Ya eran diez y media. Terminé de ordenar la casa hasta que se hicieron las once...
Me alisté, tomé mi cartera y celular y salí.
Tenía planeado ir al cementerio después de la reunión con las chicas y Calum.

Llegué al centro y las chicas me veían con mala cara, tarde como siempre!.
¿Siempre será igual? Se escuchó combinado con muchas carcajadas.
Dejaba mi celular en mi cartera mientras oí venir hacia mí unos cuantos pasos fuertes contra el piso. Alcé mi mirada y se acercaban como avalancha hacia mí. Y solo me sorprendí y Sonreí...
Sentí sus brazos caer sobre mí, y sentí todo el cariño, todo el amor. Ellas gritaban "Te extrañamos, Yas." "Al fin estas de vuelta".

Al finalizar, pude dar un suspiro. Las miré y sonreí con unas lágrimas en mis ojos muy notorias. Aunque, sentía que alguien faltaba...
De repente veo a alguien acercarse entre las chicas, y ellas dando lugar veo esa enorme sonrisa, ese pelo castaño oscuro, piel morena y sonrisa blanca cual la nieve...

Calum...

-¡Yas!- gritó un poco sollozo mientras se acercaba a largos pasos-¡Dios, aquí estás!
-¡Aquí estoy, corazón!- dije con un nudo en la garganta y los ojos empapados.
Se paró frente a mi y me miró profundamente a los ojos con lágrimas en los suyos, sonrió y me tomó por la cintura. Di un pequeño salto para provocar que el me haga girar.
Esta era mi felicidad. Calum lo era todo.
Si me preguntaban sobre la felicidad, les hablaría de él.
Luego del abrazo, él me dejó sobre el suelo, entrelazó su brazo con el mío y dijo -¿Vamos chicas?- y comenzamos a caminar en dirección al centro comercial.
Tomamos asiento en una de las mesas con más silla. Se acercó el camarero y amable dijo -Buen día chico, qué van a ordenar?-. Y estábamos de acuerdo con que pediriamos pizza.
-Dos pizzas, por favor.- dijo Calum con una sonrisa.
-Bien!- dijo. -¿Qué pedirán para beber?
-Amm, pepsi estará bien!- dije apresurada y sonriente.
-Perfecto- dijo el camarero. -En breve traeré su pedido- y se fue...

[...]

Mientras compartíamos el almuerzo.
-¿Qué tal has pasado, Yas?- preguntó Annie.
-Oh, ¡Fue grandioso!- solté.
-Asombroso- dijeron mirándose entre ellos.
-Les traje algunos presentes- dije sonriente. Y veía como ellos sonreían y hacían sus expresiones de sorpresa.
Tomaron cada uno con sus respectivos nombres, pero de Calum me encargaba yo.
-Estos son para ustedes, espero les guste! ¡¡Porque de verdad me ha costado encontrarlos!! Y en especial para Annie.- exclamé con una pequeña carcajada provocando una expresión de falso enojo por parte de Annie. 
Cada una de ellas agradeció e hice sólo una expresión de recibir sus agradecimientos.
-Y Calum... Calum- dije en un suspiro
-Si?- sonrió
-Éste, éste es muy especial!- dije afirmando con una sonrisa.
-Ah, si?- preguntó con una sonrisa pícara.
-Si lo es- dije guiñando el ojo mientras sacaba el regalo de mi bolso.
Saqué unas llaves de allí dentro, él había pedido esto hace mucho tiempo. Su propia motocicleta. Prometía que cuando la tuviera, pasaría por mi cada día para emprender viaje a la escuela.
Me costó un poco, traía tiempo ahorrando para conseguirla, pero con ayuda de mamá la conseguí. Aunque eso no importaba...
-Aquí está- dije con una pequeña sonrisa, desbordando de emoción. Este era su sueño.
-Y qué se supone que haga con eso?- preguntó desentendido.
-Poner en marcha el motor, quizá!- dije en un pequeño salto. Ya podía sentir mis ojos empaparse.
-¡No es cierto!- gritó levantándose. -¡No es cierto, Yas!
-¡Si lo es, cariño!- dije levantandome y saltando a sus brazos.
En ese momento sentí sus lágrimas caer en mi hombro, y el abrazo era aún más fuerte. Podía sentir su cariño, amor sincero. Nunca sentiría ese amor en ninguna parte.
-Gracias eternamente, corazón.- susurro entre llanto. -No sé que decir-.
-No digas nada, Calum! Solo disfrutala...- dije limpiando las lágrimas de su rostro. -Y no olvides de pasar por mí cada día!- dije guiñando el ojo provocando una pequeña carcajada de su parte.
-Prohibido olvidar. Al igual que a ti. Jamás te olvidaré, Yas... Y no me será necesario, porque jamás me alejaré de tí.- dijo lanzándose a mis brazos.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2020 ⏰

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