Capítulo 1

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"¿Lo va a sentir?" Es lo mismo que se había estado preguntando él todo el día pero no había tenido las agallas para preguntarlo. Para ser sinceros, él había tenido la esperanza de que no lo haría. Es tonto. Incluso después de todo este tiempo aún seguía rezando por un milagro.

Su doctora mira tristemente a Cameron que seguía acostado en la misma posición rígida por las últimas 24 horas, su cara estaba desgastada, cansada y cubierta casi por completo por tubos y cables conduciendo a su boca. No es la manera en la que Harry lo recordará.

"No, Harry. No lo hará," ella contesta finalmente. "No ha habido respuesta a estímulo de dolor desde anoche."

Mientras le seguían hablando, Harry aprieta el agarre a la mano de su esposo preguntándose cómo es posible que no lo sienta. Cómo puede ser que esté ahí en frente de Harry pero sin ninguna de sus brillantes sonrisas o su humor, o su presencia que había enamorado a Harry por tanto tiempo.

Fue sólo hace una semana cuando Cameron había hecho que los dos temblaran por tratar de no reír muy fuerte de sus tontos chistes y retorcido sentido del humor, el cual se había hecho cada vez más mórbido con los días en el hospital convirtiéndose en semanas. Harry se había sentado en el mismo lugar tomando la misma mano de Cameron como lo estaba haciendo ahora, feliz de escucharlo hablar un montón de cosas sin sentido solo para hacerlo reír. Sólo para mantener a sus mentes distraídas de la agonía que se les venía.

"Prométeme que se lo dirás de esa manera. Con las manos y todo," dijo haciendo que Harry rodara sus ojos.

"De ninguna manera le voy a decir eso," dijo Harry soltando una risita.

"¡¿Qué?! Oh, vamos, amor. Tienes que hacerlo, ¿por mí? Mi antiguo profesor de literatura era un idiota. Sólo tienes que un día, tocar su puerta educadamente y cuando abra le gritas "JÓDETE" lo más fuerte que puedas. Deberías practicar conmigo ahora."

Harry nunca podría hacer algo así, incluso con alguien que se tomó el tiempo de asegurarle a Cameron de que nunca sería un autor exitoso cuando el hombre no podía estar más equivocado. Los doctores y enfermaras de Cameron tuvieron que hacer un esfuerzo para darle todos arreglos florales y los regalos de "Mejórate" que sus lectores le habían enviado.

En secreto, Harry piensa que Cameron sabía que nunca sería capaz de hacer algo así, por eso mismo la imagen de ello era jodidamente graciosa. Sus risas finalmente se acallaron y luego era solo ellos sonriéndose al otro. Ese día, la mano de Cameron era tan fuerte mientras estaba envuelta apretadamente a la suya.

"No, estoy molestando obviamente. Sé que no podrías hacer eso. Y nunca te pediría hacerlo. No en serio. Tú sólo te disculparías con él después de hacerlo," su esposo bromeó. Besó la mano de Harry y sintió como su cara se iluminó con una suave sonrisa. Harry ni siquiera estaba consciente de que estaba siendo observado hasta que su esposo suspiró mirándolo. "Dios, voy a extrañar eso," Cameron admitió en silencio. "Prométeme que encontrarás un muy guapo y asombrosamente fuerte billonario para hacerte té y hacerte sonreír cuando me vaya."

Harry rodó sus ojos. Odiaba cuando Cameron hablaba de esa manera.

"Bueno, no aterrorizaré a tu profesor ni haré eso tampoco porque tú no te irás a ningún lado, Cam. Vas conseguir un nuevo hígado," sonrió Harry. "Ya verás."

Aunque Harry lo estuviera diciendo, su estómago empezó a doler. Una rápida mirada al almuerzo de Cameron que había empezado a echarse a perder en la mesa al lado de la cama lo hizo aún peor. Igual que su bebida favorita junto al almuerzo; el té de miel con leche de almendras que Harry le compró para el desayuno que no había sido ni tocado. Había bebido un par de tragos de él mientras seguía caliente y dijo que estaba delicioso, pero Harry estaba casi seguro que fue para hacerlo sentir mejor a él.

You Might Want to Marry My Husband; l.s [español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora