Entre tu y yo

contigo

( CHLOE PDV )

Conocí a Beca un año antes de entrar en Barden, nos hicimos mejores amigas enseguida. Ella es una chica que por fuera puede parecer fría y distante, pero por dentro es sensible y tierna.            
Llevaba un tiempo saliendo con Jesse, y hacían buena pareja, se les veía felices, si Beca era feliz, yo también lo era, con eso me bastaba, o eso creía.

Después de las audiciones había una fiesta de bienvenida en el campus.
La verdad es que no me apetecía mucho ir. Estaba tumbada en mi cama pensando en alguien, cuando ella entró.

-Chloe, ¿qué haces en pijama?, la fiesta es en media hora.- entró hasta sentarse al final de mi cama.

-No me apetece ir, no quiero ver al idiota de Tom- estaba tumbada boca abajo, con la cara hundida en mi almohada.

-Pues no hace falta que le veas, divirtámonos, bebamos, bailemos...- suspiró- él no va a molestarte, no voy a dejarte sola Chlo.- eso último... hizo eco en mi cabeza por unos segundos.

Me dí la vuelta y le dí mi mejor sonrisa como agradecimiento por su lealtad y su apoyo, ella puso su mano sobre mi tobillo y sonrió de vuelta.

...

Bajamos a la fiesta, ya estaban todos, faltábamos nosotras. Me junté con Aubrey y Stacie, y hablamos un rato, hasta que Amy trajo bebidas para Beca y para mí.

-Vodka con limón... mi favorito...- dijo Beca, se la veía contenta.

El volumen de la música subió notablemente, me terminé mi segundo vaso y salí a bailar con todas. Beca vino detrás de mí, ya llevaba 3 copas. Se tropezó al subir un escalón, y mis reflejos actuaron como los de un super héroe, evitando que cayera al suelo. La agarré fuerte de la cintura y pegué su cuerpo bruscamente contra el mío.

-todavía no estoy borracha como para que te aproveches de mi Chlo...- bromeó, mientras se apoyaba en mí para incorporarse del todo.

Mis mejillas se sonrojaron levemente, y reí yo también mientras seguíamos abrazadas. No tardó en separarse, llegó Jesse en busca de un baile con su chica.

No me gustó nada. Ví como se alejaban entre la multitud de la mano, bailando, solo recibí un "vuelvo en 3 minutos" como despedida. Me bebí el resto de mi 3 copa de un trago. Sentí cómo el fuego del alcohol quemaba e irritaba cada centímetro de mi garganta a su paso. Dolía, escocía y era muy desagradable, pero no era tan horrible como ver a la persona que amas irse con otro.

Seguí en la pista de baile, empezaba a encontrarme cansada y faltaba alguien a mi lado que me animara, y no estaba.

A lo lejos vi una figura familiar, alguien muy alto, corpulento y musculoso, cuyos ojos me sonaban de haberlos admirado antes, cuyos labios me sonaban de haberlos besado antes, ahí estaba Tom, a unos 6 metros de mí, me había visto, y en su mirada vi el deseo de acercarse.
El miedo me comía por dentro, no estaba en condiciones de defenderme después de 4 copas y media. La desesperación fue la gota que colmó el vaso, pero antes de ahogarme en un ataque de ansiedad, una fría y delicada mano, agarró la mía con suavidad, entrelazando sus dedos con los míos, y dando un pequeño y suave apretón que transmitía protección y apoyo, y hacerme saber que ella estaba ahí, conmigo, contra el mundo.

La calma volvió a mí, y vi que Tom se dio media vuelta. Miré todavía confundida a Beca, por ese cacao de emociones surgidas en 3 segundos, ella me miró seria a los ojos, y apretó mas su mano contra la mía. No pude evitar sonreír.

-¿cuántas copas llevas?- pregunté curiosa.

En su otra mano aguantaba un vaso de plástico rojo por fuera y blanco por dentro. Se lo llevó a la boca y terminó con todo el liquido de su interior, y arrugó el vaso vacío, lanzándolo a unos metros de ella. Me miró a los ojos y sonrió

- 6.

Negué con la cabeza mientras reía, yo no era capaz de beber tanto.

-Estoy cansada, ¿te vienes a mi cuarto? podemos hablar de algo si quieres, no quiero seguir aquí con todo este ruido.- le había dado el bajón, y a mí también.

-Claro, yo también estoy cansada.- nos fuimos de allí, todavía de la mano, para no caernos.